Capítulo 28

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Leo se despierta con un gran dolor de cabeza, se sentía confundido y también bastante frío. Se sienta y ve que estaba en un suelo cubierto de nieve.

Se levanta y se sacude la nieve que tenía en toda la ropa, mira mejor a su alrededor y ve que estaba en una zona desierta, pero con mucha nieve.

De lejos ve a otra persona acostada en el suelo, boca abajo y cubierta de nieve. Se acerca y por su cabello azul, se da cuenta que era Escorpio.

El león indeciso, la toca para voltearla y trata de despertarla. Rezaba a todo el cosmo, para que no lo matará.

Ve que abre los ojos y se aleja los más rápido que puede de ella — ¡No me mates! — es lo único que dice el chico.

— ¿Que rayos? — pregunta Escorpio — ¿Donde estamos?

— No lo sé, lo único que recuerdo es que me había desmayado en la sala y luego desperté en el medio de la nieve — contesta Leo.

Escorpio se levanta y se mira la ropa, tenía puesto un vestido para nieve del tipo que usa las modelos en desfiles de moda y botines altos plateados.

— Odio mi ropa — es lo único que dice ella.

— Por lo menos nos cubren del frío — habla el león, mientras que seguía observando todo.

— Lo dices, porque a ti no te vistieron como una muñeca para pasarela — se queja Escorpio — No hay nadie cerca. Tendremos que caminar.

Leo se mira la ropa y la verdad no estaba nada mal. Unos jean, una suéter negro y una chaqueta de cuero. Por lo menos lo cubría del frío, suspira y hace algo común en él. Improvisar.

— ¡Si alguien me escucha! ¡¿Me pueden decir donde estamos?! — grita el león a todo pulmón, asustando a Escorpio.

La chica lo golpea y le grita — No seas idiota, nadie nos va a contestar.

Pero para la equivocación de Escorpio, una palabra luminosa de color azul apareció en el cielo que decía: LUNA.

— ¿Y cómo es que llegamos a la Luna? — pregunta Escorpio escéptica.

MISIÓN ES MISIÓN

— ¿Misión es misión?

Leo abre los ojos al escuchar eso y dice en voz alta — ¡Cáncer! Su planeta regente o en este caso, su satélite es la luna.

— Pero no veo a Cáncer — Escorpio trata de localizarlo con sus poderes pero nada — No lo siento.

— Pues, nos toca jugar al escondite — sonríe el signo de fuego y empieza a caminar.

Escorpio mira al cielo y grita — Si mato al león, será culpa de ustedes. Están advertidos.

*******

— ¿Donde estoy? — se pregunta Cáncer mientras que veía la nieve caer a través de una ventana. Estaba encerrado en un cuarto enorme, las paredes estaban cubiertas por hielo y el suelo era de un color plateado. Hacia frío en el lugar, respiraba y salia humo por la boca.

Se levanta de la enorme cama, era la segunda vez que lo encerraba en un cuarto. Eso no le agradaba, ni que su signo se la pasará durmiendo.

Se encontraba descalzó, sin camisa y solo tenía su ropa interior. Caminó hacia la puerta y para su sorpresa la pudo abrir con facilidad. Sale y ve un enorme pasillo con muchas puertas, cada puerta tenía una luna.

Camina por el pasillo hasta dar con unas escaleras que bajaban, estaba apuntó de pisar el primer escalón. Cuando escucha un silbido a los lejos, algo le rozo la mejilla.

Se la toca y ve sangre — Pero que...

— Es hora de la cacería — dice una mujer al final del pasillo, tenía el cabello largo y plateado, un vestido de color àzul marino y cargaba un arco con varias flechas — Corre o muere.

Cáncer se sorprende por sus palabras y cuando ve a la mujer rodearse de pequeños cristales, prepara su flecha, apunta y dispara.

Al dispararse la flecha, también se dispara los pequeños cristales y todos a su misma dirección.

Cáncer no lo piensa dos veces y corre por las escaleras, estaban frías eran de hielo. Llega al suelo antes de que la flecha lo lastimara, agradeció que el suelo fuera resbaloso y se cayera al suelo.

Trata de levantarse y con dificultad sale del lugar. Cuando ve el exterior se da cuenta que estaba en la luna.

— Corre o te mato — vuelve a decir la mujer.

— ¿Quién eres? — pregunta él antes de salir corriendo.

La mujer sonríe y se cubre de cristal una vez más, prepara su flecha pero antes de disparar dice — Soy Yue y soy la protectora de la Luna, yo no seré tan dócil como los demás sellos. Me ganas o te mueres.

******
— ¿Aries que pasa? — pregunta Libra al chico fuego.

— Escuche un disparo — responde él.

— Yo también — dice Piscis.

Los tres signos se habían despertado hace rato, confundidos y desorientados. Ya que Aries y Piscis se habían ido de la casa, mientras que Libra se había quedado con los demás.

Los tres llevaban ropa que los cubría del frío, Aries tenía una chaqueta de cuero y un pantalón con botas que lo cubría del frío. Piscis tenía un suéter cuello de tortuga y una chamarra, con mono y bota para escalar montañas. También un pasamontaña.

Libra tenía una falda y medias largas que la cubrían del frío, guantes, botines y una blusa que la protegía. Su cabello dorado estaba trenzado tipo corona.

— ¿ Será buena idea ir a ese lugar? — pregunta Piscis a sus amigos, estaba triste y enojado. Quería visitar a su abuela y se lo impidieron.

— Vamos, tengo ganas de golpear a varias personas — le responde Aries.

Los tres signos comienzan a bajar por la montaña de nieve donde estaban, tratando de no hacer ningún ruido fuerte que provocará alguna avalancha.

Los Herederos del Zodiaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora