Capítulo 9

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Me desperté, abrí los ojos despacio cegada un poco por la luz. Estaba en una habitación blanca con 3 personas; Mi padre, Bryan e Iván.

Cuando me vieron me abrazaron y me hicieron un interrogatorio de preguntas...

«¿Quien te ha hecho eso?¿Por qué te ha hecho eso?¿Qué pasó?» Etc...

Yo les conté Todo ahí tumbada, aunque no pasó mucho. Me examiné el cuerpo, tenia el labio inferior agrietado, moretones en las piernas y me dolía la cabeza.

No me daban el alta hasta mañana así que mi padre tuvo que irse porque no podía dejar a mi abuela sola.

Me quedé un rato sola con Bryan e Iván. Bryan pensaba que había sido su culpa por lo de Katy, no paraba de decirme que lo sentía y que era un estúpido. «Que mono» pensé.

El no hacia mas que hablar, yo solo le miraba sonriendo, se veía tan lindo...

Mientras, Iván me daba agua de vez en cuando, me traía las medicinas y se ocupaba de todo.

2 horas mas o menos, y Bryan se fue. Decía que tenía que estudiar para un examen de sociales para mañana. En cambio Iván, pasó la noche en el hospital conmigo. Se preocupaba por mí. Me llamaba "Enana".

-Anna -Me dijo en voz baja.

-Que pasa.

-¿Tuvo Bryan la culpa?

-No, el solo me estaba esperando.

-No quiero que te hagan daño...

-Tranquilo. -Le dije dedicándole una pequeña sonrisa. Luego, me abrazó.

No recuerdo más, solo sé que nos quedamos dormidos. El en el sillón y yo en la camilla. Tenía miedo. No me gustaba estar en un hospital.... Iván me miraba todo el tiempo para ver si estaba bien, era genial.

¿Sabeis? Lo considero como mi hermano mayor, el hermano que nunca tuve.

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Hoy me ha despertado Iván con un "Arriba marmota, hoy nos vamos" lo primero que he hecho hoy ha sido reírme. Por fin me quitaría esta bata del hospital, ¡es feisima!

Papá me trajo algo de ropa, un jersey celeste, con el que podría jugar con las mangas. Unos jeans negros y unas vans.

Entré en casa y estuve un rato hablando con Nicco. Me contó que su equipo había ganado un partido 7 - 1, y que había aprobado por fin francés en el instituto.

Me preguntó que como iba, que hacia, y que si había hecho amigos.

Le hablé sobre Alexia, Sobre Iván, Bryan y la asquerosa de Katy.

De repente, escuché un ruido. Venía de fuera, así que decidí mirar por la ventana haber que había sido.

Me asomo a la ventana, y veo a Iván en el edificio de al lado, en su ventana, que da directamente a la mía.

-Hola enana!

-Te vas a cargar mi ventana, ¿Que habías lanzado?

-Los apuntes de matemáticas.- Dice riendo

-Eres de lo que no hay eh. ;)

-Tengo una idea, te espero en 5 minutos en la puerta del edificio, adiós!- cerró la ventana y salió corriendo de su habitación.

Me pregunto que querrá, así que no me lo pienso y salgo corriendo hasta llegar al portón de abajo. Allí estaba, sentado en el banco, con una cesta.

Voy andando y me siento.

-Hola marmota

-Hola enano

-Toma. -Me da un sándwich

-¿que es esto? - le miro.

-Es tu cena. ¡Que aproveche! -Y le pega un bocado a su sándwich

Río y empiezo a comer, me lo pasé muy bien. Iván es muy divertido.

Cuando miré el reloj, marcaban las 0;00

-Me tengo que ir Iván! Es muy tarde, mi padre me va a matar!

-Vale, corre cenicienta, ten cuidado no se te valla a caer el zapato, porque me lo pondré yo.-Ríe

-Gracias por la cena princesa! - le dije riendo mientras salí corriendo a entrar en mi casa.

Ha sido guay el día de hoy, excepto por el hospital, fue algo aburrido.

Me puse mi pijama gris, puse el odioso despertador en la mesita de noche y cerré los ojos en mi cama. «Buenas noches, Anna» -Dije para mi misma.

La chica raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora