Salí con Nicco a un parque para charlar un poco de todo lo que estaba pasando. Era un parque bastante amplio y no había mucha gente, cosa que estaba bastante bien.
Estábamos hablando de nosotros.
-Pero... Losiento Nicco, yo estoy con Iván y no va a pasar nada más, podemos seguir siendo amigos como siempre.-Bajé mi mirada al suelo.
-No importa, te esperaré. Y para entonces yo estaré aquí contigo.- Se paró enfrente mía a un paso de distancia. Su mano en mi mejilla me obligó a mirarle. Sus ojos azules estaban fijos en los míos, mientras su sonrisa permanecía en su cara levemente. Estuve paralizada analizando sus palabras cuando sin darme cuenta el había chocado nuestros labios. Intenté apartarme pero sus brazos a mi alrededor me lo impedían, así que le seguí el beso. Ese que tanto deseaba hace apenas dos años, pero que llegó en el peor momento de todos.
Unos segundos después dió un pequeño paso hacia atrás, y el sonido de mi móvil me salvó, por así decirlo. Un WhatsApp de un número desconocido. Me descargué la imagen que me habían enviado y fué entonces cuando vi la foto que me mostró Bryan semanas atrás.
Mis ojos se cristalizaron y una lágrima se deslizó por mi mejilla.
-¿Qué pasó?-Dijo Nicco quitándome el móvil de las manos para ver lo que había recibido. -Lo siento...- Añadió, atrayéndome hacia su pecho mientras sus brazos me envolvían. Sinceramente esperaba un «Te lo dije» o algo así.
Narra Iván.Apenas salí del baño de darme una ducha mi móvil vibró. Lo desbloqueé y ví que Katy me había enviado un WhatsApp.
Joder, Anna.
Me enfurecí al ver la jodida foto de mi novia con Nicco, así que me vestí y salí corriendo escaleras abajo ignorando a mi madre que me preguntaba que adónde iba. Llamé a la puerta de la casa de Anna, y un Nicco molesto me abrió la puerta.
-Aparta. -Dije empujándolo para intentar pasar.
-¿Qué haces tú aquí?- Se puso en medio interrumpiéndome el paso.
-Quiero hablar con Ann.
-Ya, pues que lástima. Ella no quiere hablar contigo. Así que vete, ya. -Dijo frunciendo el ceño.
Cansado, le dí un puñetazo inesperado dejándolo caer al suelo y rápidamente encontré a Ann en el sofá comiendo un bote de nutella con mala cara.
-Anna.-La llamé. Su cara se volvió hacia a mí mostrándome sus ojos rojos señal de que había estado llorando.
-Vete.-Dijo con un hilo de voz.
-¿Pero qué te pasa? El que se enfada debería ser yo.-Dije subiendo el tono. Su mano buscó bajo la manta su teléfono y me mostró una foto.
Oh Dios, recuerdo ese día. Había estado todo el día tras esa chica nueva ya que pasaba de mí, y tras una cosa y otra la besé, recibiendo de su parte una cachetada. No sé en que pensaba ese día, pero luego al ver a Anna cuando quedamos me arrepentí al instante de lo que había hecho.
-¡Vete! -Gritó tapándose con la manta hasta la cabeza.
