Estaba dormida en mi cama, cuando siento un frío chorro de agua que cae por mi mejilla, por mi pelo, y por mi mano.
-WTF?!
-Levantate marmota, son las 9
Abro un ojo y miro.
-Iván? -me caigo de la cama
-Venga arriba, vamos a dar una vuelta.-dice ayudandome a levantarme del suelo.
-Y tú como has entrado?
-Por la puerta, ahora vistete y hazte algo en el pelo, salvaje. -Rie.
Lo hecho de mi habitación, me pongo unos shorts blancos, un jersey marrón clarito y mis converse.
Me fui al baño a lavarme la cara y me peiné el pelo, me lo dejé suelto.
Salí de la habitación y Iván me arrastró por el brazo hasta salir de mi casa.
-Pero a donde vas con tanta prisa?
-Tengo un problema.
-Que pasa?
-Mi aburrimiento es mortal!
-Mmm..ya.-Río con cara malvada
-Oh oh...-ríe
-Venga vamos.
-Donde vamos?
-Tú ven y ya.
Empezamos a caminar mientras charlabamos de lo de ayer de Bryan.
-Dejemos ya el tema, no quiero hablar.
-Vale.
-Bueno, ya hemos llegado.
-Qué se supone que es esto?...-me mira asustado.
-Tranquilo feo, ven.
Entramos en una peluquería algo peculiar; te dan instrucciones y puedes hacerlo tu mismo.
-Buenos días- dice una chica tras el mostrador.
-Hola. -Sonrío y miro a Iván, está pálido. -Jajaja, que te pasa?
-Dime que estamos aquí por ti, porfi.
-Que si que sí... -Le saco la lengua.
-Dime, ¿En qué le puedo ayudar?
- Bueno... Quiero cambiar mi pelo.
Mi pelo es marrón, es largo, me llega por la cintura.
-¿Qué te quieres hacer?
(...)
Pocos minutos después me encuentro en una silla y Iván pintandome el pelo.
-Tranquilo, divide el pelo en trozos y pintalo con la brocha esta.
