[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes

Capítulo 2 -Soldados de la 104-

-¡Yo he venido a salvar a la humanidad!

Las palabras de Reiner resonaron en los oídos de Marcel, mirándole de reojo, imaginándose que Annie estaría haciendo lo mismo que él y Bertholdt. Una mirada hacía su izquierda bastaba para ver que así había sido, observando como Annie volvía a su estoica mirada al frente.

Se le había ordenado darse la vuelta, pudiendo ver ahora como Reiner, el cual estaba delante de él dos puestos a la derecha, se daba la vuelta junto a Bertholdt. Pronto Annie sería encarada por el instructor, no obstante tenía toda la pinta de que ocurriría lo mismo que con Bertholdt y él.

Le había sorprendido como el instructor había pasado de largo cuando se puso frente a él, una simple mirada le basto... debía de haber visto mucha mierda para adquirir esa habilidad. No obstante viendo como estaba el patio le dejó de sorprender que no hubiese hablado con él... todos eran una panda de niñatos que no habían visto en su vida a un titán... y los que lo había hecho, bueno, a esos se les podía ver en su mirada.

Devolvió entonces su atención a la ceremonia, viendo como el instructor arrancaba una patata de las manos a una cadete, ordenándola correr hasta que se desmayase... observando el rastro de cadáveres que el instructor había dejado a su paso.

Uno un chico castaño con una marca en la frente por el cabezazo del instructor, otro con la mirada del que le han dicho como moría entre terribles sufrimientos... y otro que se levantaba del suelo lleno de tierra... sí... este era el patio... así de mal estaba la cosa.

Reiner observaba pensativo como aquella chica había salido corriendo lloriqueando al saber que se iba a quedar sin cenar, de echo parecía mucho más traumatizada por aquello que por el simple del hecho de ser castigada el primer día... sin duda esta era una historia para contar una vez volviese.

Comenzó a mirar con ojos severos a cada cadete que tenía frente a él, casi sorprendido de lo jóvenes que eran... debían de ser los más mayores de toda la promoción. Se puso a pensar en la respuesta que le había dado al instructor, sabía que Bertholdt o Marcel preguntarían por aquello... pero en primer lugar ¿por qué había pasado de largo con ellos dos pero no con él? ¿Tan transparente era? ¿Tan obvio era que no estaba a la altura? Ese instructor había visto algo en él que no había visto en Bertholdt ni en Marcel... y ahora mismo tampoco en Annie, pues acaba de pasarla de largo también, ordenándola que se diese la vuelta.

No sabía muy bien que pensar, no estaba seguro... aún así no debía de preocuparse, la misión no era caer bien ni al instructor ni a nadie, el objetivo era simplemente quedar entre los diez primeros, entrar en la policía militar... y encontrar al titán fundador.

Vio entonces al instructor acosar a otro cadete, más específicamente a una enana y adorable cadete rubia de ojos azueles. Casi se le hacía el corazón añicos viendo como era reducida por las voces del instructor... estaba apunto de sentir pena por ella.

La ceremonia continuó sin ningún incidente más aparte de los pantalones cagados de más de un cadete, comenzando a atardecer para cuando el instructor finalizó su rito de iniciación.

Fueron entonces llamados hacía los barracones, indicando donde se encontraba el de los hombres y donde el de las mujeres, desperdigándose los cadetes en dos enormes grupos homogéneos.

Bertholdt observó de reojo como Annie se marchaba en silencio con el resto de las cadetes de la promoción, pensando en como de bueno sería que se apartase tanto de ellos.

Era cierto que habían estado todos de acuerdo... Annie evitaría el contacto con ellos para poder continuar con sus viajes al interior de la isla sin ser relacionada con ellos y así no poner en riesgo la misión. Era por supuesto la opción más lógica, seguirían obteniendo información del muro Sina mientras avanzaban en su instrucción para unirse a la policía militar... pero estaría siendo un sobreesfuerzo para Annie... y parecía que Reiner y Marcel no lo veían.