[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes

Capítulo 20 -El infierno de la Tierra-

El sol comenzaba a salir entre las llanuras que se veían a lo lejos de donde él estaba, observando como la claridad comenzaba a inundar todo el paisaje, como si el ciclo de la vida hubiera comenzado de nuevo.

Estaba algo cansado, ya llevaba un par de horas despierto, sin embargo una pesadilla que tuvo no le había dejado dormir, por lo que había decidido ir a ver la salida del sol mientras tomaba una taza de té.

Tirado en el suelo, con los pies enrollados mientras miraba al horizonte, teniendo tras él el cuartel general del ejercito... todo mientras parecía que la actividad ya había comenzado.

-Armin...- dijo una voz familiar para el chico de pelo rubio, girándose para ver a su compañero de escuadrón ya con el uniforme equipado. -¿Qué haces aquí? Vas a coger un resfriado...

-Lo siento, Jean... he tenido problemas para dormir.

-Ya, bueno... cosas que pasan.- dijo Jean mientras se apoyaba en un árbol junto a su compañero. -Tenemos que ir tú y yo a rellenar papeleo de la anterior expedición, después nos encontraremos con Mikasa, Sasha y Connie en Trost junto al comandante Erwin. Por lo visto tiene que hablar con el escuadrón de operaciones especiales.

-Entiendo...- dijo Armin mientras resoplaba pesadamente, terminando su té para luego ponerse en pie.  -Iré a por mi uniforme...

Jean observó como su amigo volvía a dentro del cuartel general del cuerpo de exploración, todo para luego observar el cielo despejado que se estaba adueñando del paisaje de las murallas.

Todo había cambiado... todo había cambiado desde la perdida de Eren e Historia a manos de Reiner, Bertholdt y Marcel hace ya un año. El descubrimiento de sus poderes titán y sobre todo de sus objetivos fue un jarro de agua fría que salpicó a todos por igual, hasta el punto de dejarlos helados por unos días, en los cuales nadie habló con nadie de lo ocurrido.

Con el tiempo se fueron recuperando,  él aceptó la nueva faceta de aquellos tipos a los que una vez llamó amigos, Marco y Sasha hicieron frente a la traición como pudieron, Connie rompió muebles durante días... y Armin y Mikasa trataron de olvidar que habían perdido a Eren para siempre.

Por supuesto ellos dos fueron los que peor lo llevaron, sumado a la perdida del gran valor estratégico que tenía el titán de Eren para la reconquista del muro María, hizo que nadie se acordase de que también habían perdido a Historia. Era cierto que pasó desapercibida varias veces durante los años de instrucción... pero su vida era otra vida más perdida... y a él también le costaba aceptarlo.

Fue entonces que Armin apareció de nuevo junto a él con un par de caballos y su uniforme formal del cuerpo de exploración, estar en Trost significaría estar junto a varios oficiales de la guarnición... y si Erwin quería verlos allí probablemente la presencia del comandante Pixis sería una realidad... había que mantener las apariencias.

-¡Vamos!- exclamó Armin mientras espoleaba a su caballo, dirigiéndose junto a Jean a la gran ciudad amurallada del sur del muro Rose.

No tardarían mucho en llegar, podían ver el muro desde donde se encontraban, el camino sería tranquilo y sin demora, todo mientras el placentero sol iluminaba los confines de las montañas que a su alrededor se formaban, creando la sensación de encierro que tantas veces escucharon a Eren.

-¿Para qué crees que nos llama el comandante?- preguntó Jean en busca de algún tipo de conversación con Armin, el cual cabalgaba pensativo a lomos de su caballo.

-No tengo idea, tal vez tenga que ver con las nuevas estrategias de ofensiva. La nueva arma ofrece un sin fin de nuevos enfoques para hacer frente a los titanes.- dijo Armin introspectivo mientras miraba al cielo, observando las pocas nubes que se avistaban en el lugar.