Capítulo 4 -Compañero-

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Un mes tras el alistamiento

-¡¡¡CORRED MALDITOS APERITIVOS DE TITANES!!! ¡¿ES QUE EL EQUIPO PESA DEMASIADO?!- gritaba el instructor Shadis a lomos de su caballo mientras los cadetes corrían portando mochilas de diez kilos a lo largo del bosque bajo el sol de la tarde, estando a unas pocas horas de comenzar a ponerse.

-¡¡¡SEÑOR, NO SEÑOR!!!

-¡¡¡PUES CORRED MALDITA SEA!!!

Los cadetes se mantenían todos en un bloque, corriendo a trote rápido mientras estaban pendientes del terreno por el que pisaban, cuidando de no pisar una rama, piedra o una raíz de los enormes árboles que los rodeaban.

Esta vez no se podía ver a Reiner en cabeza como sí solía ser, estando Marcel junto a Mikasa en cabeza del enorme grupo de cadetes. Esto ocurría porque la pareja estaba obligada a trotar al mismo ritmo que su compañero, lo cual era un handicap a tener en cuenta en la mayoría de parejas.

Marcel había sido emparejado con Mikasa Ackerman, acordándose de los comentarios de Reiner más de una vez sobre ella. Pensó en los posibles problemas que tendría al ser emparejado con ella, pero la verdad que no podía quejarse absolutamente nada... al contrario, tenía que esforzarse para poder seguirle el ritmo en la mayoría de aspectos.

Bertholdt era el mejor ejemplo sobre el nombrado handicap, al menos en cuanto a los ejercicios físicos. Su pareja, Armin, le costaba horrores seguir el ritmo al resto, teniendo Bertholdt que quedarse más atrás de lo normal por tener que igualar el ritmo de Armin, dándole algún empujón de vez en cuando mientras Shadis no miraba.

Reiner y Annie al menos habían salido bien parados con sus parejas... más o menos. Annie y Mina se mantenían a la par tanto física como intelectualmente, pero la frialdad de Annie enfriaba un poco la dinámica de pareja entre las dos. Reiner por otro lado ayudaba de vez en cuando a Krista a mantener el ritmo durante las marchas, tratando de que no quedarse demasiado atrás, rondando la mitad del pelotón.

La marcha entonces se dio por finalizada. Todos pararon a descansar en el claro que había afuera del bosque, tratando de hidratarse todos con la mayor agilidad posible.

Armin cayó exhausto al suelo, todo mientras Bertholdt le mojaba la cabeza con agua para que no se desmayase.

-Tranquilo... ya ha pasado lo peor...- dijo Bertholdt con una ligera fatiga, viendo como Armin casi no podía respirar, observando el grandullón como Reiner se acercaba a ellos dos.

-Lo has hecho bien Armin, pronto podrás seguirnos el ritmo sin problemas.- dijo Reiner con los brazos cruzados, lanzando una sonrisa segura a un Armin agotado.

-¿De... de verdad... lo crees?- decía Armin sin aliento, todo mientras estiraba ligeramente su cuerpo aún con las rodillas hincadas sobre la tierra.

-¡Claro que sí, con ese cerebro tuyo... solo imagínate cuando corras más que Bertholdt, serás el número uno de la promoción!- gritaba Reiner a los cuatro vientos, dándole una palmadita a Armin en la espalda de manera demasiado animada, haciendo toser a este por el golpe, corriendo el grandullón rubio a disculparse.

Eren entonces se acercó junto a Thomas, el cual era la pareja del primero, viendo los dos como Armin no podía parar de toser.

-¿Reiner?- preguntó Eren de brazos cruzados a un Bertholdt que se rascaba la nuca nervioso.

-Reiner...- respondió el de pelo negro sin poder evitar reírse.

-Oye, que ha sido sin querer...- recriminó el rubio a sus compañeros, viendo ya como Armin volvía a recomponerse.

[Guerreros de Marley] Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora