El sol del mediodía penetraba por la ventana de la habitación, permitiendo ver, a través de los rayos de luz que el gigante amarillo emitía, las pequeñas partículas de polvo que se habían colado e inundaban la habitación donde la rubia se encontraba ahora.
Estaba sentada en una mesa de escritorio, colocada en su pequeño cuarto para poder trabajar en los diferentes proyectos que se traía entre manos. Sin embargo por el momento tan solo estaba mirando una pequeña fotografía del escuadrón de élite al que ella perteneció por tanto tiempo... y que hacía ya dos años que había perdido para siempre.
Observaba su rostro en aquella fotografía, un poco menos curtido y un poco más joven de lo que lo era ahora, viendo como la nieve les rodeaba a todos ellos, estando la unidad de guerreros a su lado hablando entre ellos mientras Reiner mostraba a sus compañeros un mapa de la zona sobre una mesa.
Ellos no estaban posando para la fotografía por supuesto, tan solo fueron incluidos por el objetivo de la cámara. Estaban juntos... alrededor de una mesa que presidía Reiner... Bertholdt, Porco, Pieck e Historia.
Mia se quedó entonces pensativa por unos instantes, moviendo sus labios de un lado a otro como si aquello la ayudase a despejar mejor su mente, cuando entonces escuchó a alguien picar a la puerta.
-Adelante...- dijo la rubia mientras escuchaba la puerta abrirse antes incluso de que ella pronunciase aquellas palabras, sabiendo quien era entonces la intrusa en su cuarto sin tan siquiera necesitar darse la vuelta. -¿Que hay, Pieck?
-Nada nuevo... solo una reunión con el comandante Erwin. Los informadores tiene noticias.- dijo Pieck con cierto cansancio en su voz, viendo como Mia permanecía centrada en algo sobre su mesa, acercándose hasta ella para ver entonces la foto. -¿Necesitas estar sola?
-No... solo quería mirar un poco hacía atrás.
Mia entonces, mientras guardaba la foto en el cajón de su escritorio, se puso en pie para comenzar a caminar junto a Pieck afuera de su habitación, adentrándose ambas en los pasillos del cuartel general de Stohees.
-¿Cómo vas? He oído que están buscando un sucesor para tu poder.- dijo Mia con cierta resignación en su voz, escuchando como su amiga reía ligeramente ante la mención de los sucesores.
-Sí... he llegado ya a los trece años... soy toda una abuela.- decía Pieck con un leve tono de broma, mirando Mia de reojo a esta. -Supongo que no tardaré en heredar mi poder a alguien.
-¿La reunión tiene que ver con tu poder?
-No que yo sepa... otro departamento se encarga de ello.
-¿Tienen noticias sobre la ubicación del poder del titán acorazado?
La pregunta de Mia dejó a Pieck pensativa y en silencio por unos segundos, resoplando levemente la morena mientras miraba al enorme y alto techo del cuartel.
-Ya te he dicho que nadie sabe donde está... o si su poder ha sido heredado o no.
-Alguien tuvo que verlo salir del buque cuando atracamos en el puerto de la isla.- dijo Mia con cierta frustración en su voz, recibiendo alguna que otra mirads de Pieck. -Estamos aquí porque la gente de esta isla nos lo permite. Solo quieren a Reiner, es el último de los guerreros que iniciaron todo esto.
-Suenas como un marleyano...- dijo Pieck con seriedad, haciendo a Mia detenerse en seco mientras miraba fijamente a Pieck, deteniéndose ella también en medio del pasillo del cuartel.
-Y tú suenas como si encubrieras a Braun...- dijo Mia con un cierto tono de furia, resoplando Pieck mientras ambas jóvenes eldianas cruzaban sus miradas por unos instantes.
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[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes
FanficDescubre qué podría haber pasado si Marcel nunca hubiera sido devorado por Ymir antes de la caída del muro María. Esta historia transcurre acorde a la trama original de ataque a los titanes, hasta que un ligero cambio en un suceso muy importante en...