Capítulo 8 -El Cuerpo de Exploración-

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Hacía una mañana soleada, los pájaros cantaban a la vez que la brisa hacía soltar sus mejores melodías a las hojas de los árboles en los parques de Trost, siendo que la gran mayoría de miembros de la 104 ya habían abandonado el cuartel militar de la nombrado ciudad amurallada, todo debido a que la Guarnición y la Policía Militar ya habían hecho el llamamiento de sus nuevos reclutas hacía sus respectivos cuarteles en la ciudad de Mitras.

Era cierto que todos serían posteriormente repartidos por la totalidad de los muros, pero estos disfrutarían de un día en Sina bajo cualquier circunstancia antes de que eso ocurriese. Con respecto a los miembros de la promoción 104 que habían elegido al Cuerpo de Exploración, bueno, se podía decir que ellos deberían de esperar un poco más.

Era casi tradición que los reclutas de la legión fuesen los últimos en irse del cuartel de cadetes, tal vez para así saborear durante un mayor periodo de tiempo los buenos y bonitos recuerdos que se solían siempre vincular con la instrucción, tal vez para que cuando el momento de la verdad llegase recordasen con más cariño esos años en los que lo único en lo que debían preocuparse era de sacar buenas notas y estudiar para los exámenes teóricos.

Siempre estaba el sentimiento de angustia o incertidumbre cuando te unías a un regimiento del ejercito, pero el cuerpo de exploración eran palabras mayores. Nunca faltaba los pensamientos o comentarios sobre equivocaciones o rectificaciones... por supuesto siempre los había al contrario... los que solo podían pensar en su próxima misión, mejor dicho su primera y tal vez última misión.

En un mundo donde los titanes son el pico de la pirámide alimenticia... ¿quien se arriesgaría a salir de la comodidad, seguridad y sobre todo aislamiento que proporcionaban las ahora dos grandes murallas Sina y Rose? ¿Quien querría por voluntad propia adentrarse en el territorio de la especie que, por primera vez en la historia escrita, había conseguido doblegar y quitarle el trono a la humanidad como el rey indiscutible del mundo?

Siempre había gente con la voluntad de sacrificarse por los demás, los que creían que tenían el deber de conseguir lo que nunca nadie había conseguido... o que simplemente veían injusto que su vida se tuviera que reducir a una enjaulada, como si de un pájaro se tratase.

Aveces era difícil de creer, pero igual que existía gente sencilla y egoísta como Jean, existía gente con la voluntad de sacrificio... gente sin miedo, gente que era capaz de mantener la calma en situaciones extremas... personas que eran capaces de liderar a los demás por el camino correcto. Unos pocos elegidos que eran especiales... que eran un ejemplo a seguir para todos.

Aquello era lo que Eren pensaba de su rubio compañero, Reiner Braun, el cual estaba terminando de ensillar a los caballos de los oficiales de la guarnición que pronto saldrían hacía el muro Sina para reportar con mayor exactitud las fichas de cada uno de los cadetes de la 104.

Siempre creyó que un soldado hoy en día debía de parecerse a Reiner. Ser fuerte, disciplinado y con dotes de liderazgo... que no se diera por vencido fácilmente y que no fuera borde con la gente de su alrededor. Braun era el soldado perfecto de entre todos los que estaban allí, esperando para ser recogidos por la única facción del ejército que de verdad se le podía llamar ejército... la única facción con las pelotas suficientes como para salir afuera del muro e intentar cambiar las cosas.

Ahora, después de ver a todos los compañeros que se unirían junto a él al cuerpo de exploración, no podía estar en otro estado que no fuera emocionado. Nunca llegó a pensar en la gente que se uniría a él, que compartiría su sueño de librarse de los estrechos muros que lo habían ahogado durante tanto tiempo... solo pensó en cuanta gente se echaría atrás por lo ocurrido hace cinco años. Solo esperaba que algún día pudiera ver afuera de los muros a esos titanes que destruyeron la muralla hace tanto tiempo... y asestarles el golpe de gracia a ellos y a todos los demás titanes, fueran o no fueran tan extravagantes y singulares como resultaban ser aquellos dos.

[Guerreros de Marley] Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora