[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes

Capítulo 44 -El Ragnarok-

Eren cayó de rodillas al suelo, con una leve herida en su cuello, viendo al fondo de la calle como aún nadie se interponía entre él y el hijo de Historia, comenzando a escuchar fuerte retumbares tras él.

Al darse la vuelta, vio al titán acorazado corriendo a la pata coja, chocando con todo mientras soltaba las placas de blindaje de sus piernas, corriendo con total furia y descontrol hacia él.

Eren comenzó a correr con todas la fuerzas que le quedaban, estando solo a unos pocos metros del crío.

Falco, desde lo alto de su titán, divisó entonces como un avión aparecía a lo lejos del horizonte, viendo como parecía soltar lo que seguramente sería una bomba.

-No puede ser...- dijo Falco aterrado adentro de su titán, viendo como la bomba caería a varios kilómetros de Shiganshina.

Mia se preparó para interponerse en el camino de Eren, viendo entonces como el titán acorazado estaba dispuesto a aplastar a Eren, agarrando al niño, pegándose los dos contra la fachada del edifico, mientras Eren estaba ya a solo cinco metros de ellas... y el titán acorazado justo detrás de él, bajando su mano a toda velocidad para aplastarlo contra el suelo.

Todo ocurrió en unos pocos segundos... mientras Mikasa y Armin observaban con los ojos vidriosos lo que sería el final de Eren... mientras Porco asomaba su malherido cuerpo afuera de su titán... a la vez que Pieck casi había conseguido liberarse del cadáver del suyo, solo que estaba demasiado ocupada viendo que sería lo que ocurriría primero.

Si Eren entraba en contacto con el chico... o Reiner aplastaba a Eren y ponía fin a todo de una vez.

Mientras los segundos parecían trasncurrir más lento... la bomba se acercaba cada vez más al suelo... y entonces la enorme mano del titán acorazado tocó la cabeza de Eren... comenzando a aplastarlo justo a la vez que Eren Jaeger tocaba con su mano izquierda la cabeza del chico que Mia arropaba para protegerlo... deteniéndose el tiempo justo en ese momento.

*-¿Qué hacéis aquí?-preguntó Reiner confundido, escuchando como Historia lo mandaba callar.

-Es un viajero... cuenta anécdotas de sus viajes.- susurró la rubia para no molestar al anciano, escuchando ambos como este reía.

-No solo anécdotas de tiempos contemporáneos, jovencita... también de tiempos pasados...- dijo el enigmático anciano, no siendo Reiner capaz de ver nada de su rostro salvo su boca, todo por culpa de la oscura capucha que portaba. -Llevo vivo tantos años que ni siquiera todos los hombres del planeta pueden contar con sus manos los años... he visto vida... y he visto muerte... creación... y destrucción. Desde tiempos inmemoriables he recorrido el mundo... conociendo a las personas más famosas de esta vida... y veo varias similitudes con vosotros.- dijo el anciano mientras miraba al suelo jugando con sus manos, arqueando Reiner su ceja algo inseguro de sus palabras. -Sois vosotros... los titanes cambiantes... azotadores de este mundo.- dijo el hombre mientras señalaba a Historia. -He visto muchas personas como tú... y sé qué será lo que el destino te depara.

-¿Ves el futuro?- preguntó Reiner riéndose, viendo como el anciano lo observaba, pudiendo notar el guerrero como a este le faltaban los dos ojos.

-Te sorprendería la cantidad de gente que puede hacer eso...- dijo el anciano con una pequeña sonrisa, volviendo a ocultar su rostro en su capucha.

-¿Puedes decirnos nuestro futuro?- preguntó Historia asombrada, viendo Berthodlt como este asentía lentamente.

-Los dioses solo me muestran lo que ellos quieren mostrarme... no podré deciros lo que queráis... solo lo que ellos elijan.- dijo el anciano con una sonrisa extraña en su rostro, dirigiendo su mirada hacia Historia. -Bien es sabido... que a las grandes guerreras hay que matarlas no una, sino dos veces para acabar con ellas... pues con la primera lo único que hacen es confundir a los demás.- dijo el anciano con misticismo, cambiando su mirada hacia Bertholdt mientras la rubia solo se pudo quedar sin saber qué pensar. -Tus ojos verán las mentiras y verdades del mundo... pero jamás podrás contárselo a nadie... veo demasiado fuego en tu futuro... un fuego abrasador y destructor...