Cho "Neugdae" [YECHUL/KYUSUNG]

[IX] Desbloquea tu cuerpo

CAPÍTULO 9

Ma*****a adolescencia: Desbloquea tu cuerpo

POV's Jonghoon

— ¡¿Por qué 18?! Revisé dos veces —Mis nervios comenzaban a alterarse.

—Te equivocaste en el cuarto ejercicio —fue su respuesta.

— ¡Eso es imposible! —exclamé nervioso.

— ¿Puede bajar la voz? —dijo molesto quitándome la evaluación corregida—. Ser guiado por ese jovencito te hace cambiar de ese modo.

— Perdón profesor. «Están en juego muchas cosas» —agregué para mí.

— ¡Pero claro! –exclamó en voz baja—. Tenías razón —arregló mi nota, en el tan esperado 20 que había especulado, nuevamente me sentía realizado conmigo mismo.

Moví mis brazos hacia arriba en silencio celebrando y salí corriendo del salón para ver a Hee y tirarme en un abrazo hacia él.

—Por qué me tocas... —dijo cerrándose de brazos todo asqueado.

—Oh, lo siento... y gracias —mostré mi nueva nota y este en vez de sorprenderse se asustó y me miró, sabía lo que significaba sacar esa nota esta vez—. Ehm... entiendo que no quie...

—Cállate —tomó con fuerza de mi muñeca llevándome hacia el interior del colegio.

Caminaba a paso apresurado por los pasillos vacíos del colegio hasta llegar a los baños traseros de este y encerrarnos en uno de los cubículos del baño. Se pegó contra la pared contraria a mí.

—Aquí no podrán escucharnos —dijo algo nervioso.

— ¿No podrán? ¿Cómo... sabes eso? —pregunté curioso por la respuesta.

— Eso no importa —Cerró sus ojos arrugando su rostro y apretando sus puños.

— ¿Qué sucede? —No entendía su extraña actitud.

— ¿No vas a hacerlo? —Seguía sin abrir sus ojos.

— ¿Hacer qué?

— ¿Cómo que qué? —abrió sus ojos y volví a sorprenderle con un beso mucho más atrevido que el primero que tuvimos.

Hee internamente no quería aceptar de quien se trataba la otra persona, Jong, yo, el chico apodado "raro" y "emo" por muchos, uno de los losers del colegio más bulleado de lo que fue el año escolar, y no se quedaría allí.

— ¿Quieres... hacer... "algo más"? —me dijo una vez que dejé de manosear su cuerpo en un largo beso.

— ¿Algo más como qué?

—Ya sabes... algo "más allá"... —Yo no lo había notado, pero su cuerpo había reaccionado de la misma forma que el mío luego de sentir su cuerpo por tanto.

—No quisiera equivocarme con la definición de un "algo más allá".

— ¡Aaagh! Esto —gritó fastidiado. Se agachó bajando mi pantalón y sacando lo que sería mi pene ya despierto y con total confianza no dudó como las demás veces al tener contacto físico conmigo, para meterlo en su boca. Ahí fue cuando volvía a ver estrellitas.

Me mantuve en silencio disfrutando con mis ojos cerrados de sus habilidosos movimientos, no me causaba molestia alguna, como leí en algunos blogs de novatos en el sexo, era extraño pensar que él ya tuviera experiencia en esto, y sería más extraño preguntarlo.

Su atención pasó de ser mía hacia él cuando intentó besarme.

—Ay no qué asco —dije apretando mi boca.

— ¿Qué? ¿Y ahora por qué eres tú el que lo dice?

— Acabas de... darme sexo oral y...

— Ay deja lo estúpido y déjame besarte —Con una respuesta así fue suficiente para dejarme besar mientras iba sintiendo de nuevo un tacto similar sobre mi genital, bajé la mirada viendo como ahora era ambos de nuestros penes juntos siendo masturbados por él—. No sabía que un cuerpo tan delgado podía tener algo tan "majestuoso" —dijo con una sonrisa.

Quise tomar las riendas de la escena sintiendo la textura de un pene ajeno al mío mientras besaba su cuello un par de veces entre una que otra succión que dejarían rastro. Lo más hilarante de estar en un baño teniendo sexo, era el eco de sus gemidos de placer en la habitación, sabía que no me quedaría con esas.

Mi cuerpo por naturaleza reaccionó, y en cambio, él se dejó llevar por mí. Empujé su cuerpo hacia la pared del cubículo, provocando un estruendoso ruido; le excitó mucho más; le di la vuelta buscando bajar más sus pantalones e introducir mis dedos antes de meter lo que realmente anhelaba hacer.

No pude contenerme, no bastó con sentir su interior con mis dedos cortos, tuve que dejarme controlar por el deseo e introducir mi miembro en su entrada, no con brusquedad, a pesar de todo, lo intenté hacer lo suficientemente lento para que no llegara a molestarle, pero fue insuficiente. Tapé su boca para que no se escucharan sus gritos, echando su cabeza contra mi hombro, a la vez que la otra iba a masturbarle al mismo tiempo que comenzaba a moverme dentro de él.

Historia original de carthancer.

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/Inserta título salvaje.

A mí deberían penalizarme por no publicar en los días debidos xD