[LIII] Cho "Neugdae"...

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CAPÍTULO 53

Peligro inminente: Cho "Neugdae"...

POV's Jonghoon

Logramos escapar ilesos. Corriendo por nuestras vidas como las mismas ratas que éramos, entre árboles y arbustos bajo la luz de la luna que apenas se dejaba mostrar entre tantas copas de árboles. Pasamos más de diez minutos de haber salido de ese cementerio de hombres, mis pies comenzaban a doler y mi resistencia se desplomaba al piso entre más caminara sin descanso.

— Ky-kyuhyun... —me detuve apoyándome en un árbol.

— No te detengas, solo falta un poco más —agarró mi mano intentando entrelazar sus dedos pero alejé mi mano viéndole con el ceño fruncido.

— No quiero. Por tu culpa él está...

— Mira no me importa lo que él haya hecho en su momento. No es culpa mía que siempre haya sido tan estúpidamente impulsivo ¿De acuerdo? Agradece que sigues con vida y no terminaste como él —intentó volver a agarrarme y di pasos atrás.

— Prefiero morir entonces —dije apartándome con mis ojos puestos en los suyos.

— Tú... NO... vas... a... morir —dijo palabra por palabra mientras caminaba hacia mí y golpear mi cabeza con una piedra que había tomado en mano— Deja la estupidez.

Me incliné un poco quejándome del dolor mientras pasaba el gran mareo que me dio el impacto. Mi cuerpo fue tomado a la fuerza sobre su hombro y se continuó el camino hacia yo no sé dónde.

Un par de minutos pasaron antes de ser tirado en una lancha, lastimándome la cintura, cosa que no le importó en absoluto los quejosos ruidos que me provocó y se montó para encender el motor.

— E-eres... un desgraciado —Mantenía mi mano en mi cintura mientras me acomodaba sentado y sentí un líquido, espeso y frío deslizarse por mi sien.

Pasé mi mano por este recorrido y noté mi sangre rojiza sin dejar de sentirme mareado.

— Te odio —dije hirviendo de la rabia en voz baja.

—Cállate —me respondió al encender el motor y poder trasladarnos por el agua.

— Te odio —repetí más alto pateando el asiento de la lancha viéndole con los ojos llorosos—. Es tu culpa que haya muerto. Ya no podré... nunca pude decirle lo tanto que le amaba —hablé con la vista perdida y volví a mirar aquél rostro amargado.

Me puse de pie intentando caminar hacia él pero el mundo me dio un giro descomunal que caí al piso tropezando con el asiento. «Mierda». Nuevamente busqué quedar sobre ambos pies y apretar de su camisa, manchando esta un poco con mi sangre.

— Lo amo —dije claramente mirando fijo a sus ojos.

— ¿Amarlo? ¿Cómo puedes amar a un muerto? Es "enfermizo" —respondió con desdén.

— ¡CÁLLATE! —le grité y fui empujado. Volviendo a caer sobre el asiento pero esta vez de espaldas llevándose casi todo el impacto mi columna, fue gracias a mis codos que no quedaré paralítico.

— ¡¿Amar?! ¡¿Por qué amar a una zorra como él?! ¡¿Qué sabes tú de amar si nunca has tenido a alguien por quién luchar?! ¡¿AH?! ¡No tienes idea de lo que es partirse el lomo por alguien, por proteger a alguien, velar por su bienestar, criar y verle crecer sanamente! —Cada palabra eran expulsadas del corazón con una fuerte emoción de dolor, haciendo gestos con su mano antes de levantarse de la orilla y dejar que se apagara el motor, dejándonos en medio de la nada—. Lo intenté fuertemente ¡Y esa fue mi forma de amar a mi hija!... —Se acercó a mí jalando mi cabello por la parte de mi occipital—. Y saber que su vida había terminado... por culpa tuya... Fue la noticia más espantosa... Tengo más razones para odiarte, que tú a mí... Pero a diferencia de eso... Yo a ti te amo. ¿Quieres saber cómo es mi forma de amarte? —preguntó con su mirada de psicópata.

Cho "Neugdae" [YECHUL/KYUSUNG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora