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Víctor me ha arrastrado hasta el interior de la casa ante la mirada impasible de nuestro chófer, ya no sé cuantas veces le he dicho que quiero irme; puede que no las suficientes, porque parece que no me escucha, pero es que aún guardo la esperanza de que no se ponga más agresivo de lo que ya está, aunque me arrepiento de inmediato cuando veo que se acerca a la puerta de la entrada del dormitorio y da la vuelta a la cerradura guardándose las llaves en el bolsillo, en ese instante sé que voy a sufrir y que no va a haber nadie que pueda ayudarme.
Empujado por el miedo no espero a que se dé la vuelta y busco desesperadamente donde esconderme de él, de pronto nuestro gran cuarto me parece pequeño y asfixiante, el único lugar que puedo encontrar es un rincón entre la pared y el mueble expositor de mis gafas y corbatas. Me agacho y me acurruco atrayendo las rodillas a mi pecho y cubriendo mis oídos para tratar de no escuchar sus gruñidos y gritos incesantes, que para mí es como si me golpearan salvajemente aún sin tocarme.
La fiebre por el celo no da tregua, al no ser llenado mi abdomen y mi entrada duelen como el demonio, me siento al borde de la inconsciencia, pero lucho por mantenerme despierto, conociéndole, quien sabe si acaso hoy podría morir, y aunque parezca estúpido pensar esto mientras me escondo con los ojos apretados, quiero poder abrirlos y mirarle ese momento.
Puedo sentir cómo mi Alfa se va acercando lentamente, como su aroma invade todo mi cuerpo aún con lo dificultoso que me está siendo respirar en este momento; está tan cerca que una gota de su sudor cae sobre mi cabeza, provocando que el vello de mi espina dorsal se me erice hasta la nunca, haciéndome estremecer.
Aún sin dejar de apretar los ojos le siento agacharse hasta mi altura, inspiro y estos se me abren de golpe cuando da un gran lametazo en mi mejilla, para seguidamente sacarme de golpe de mi escondite, tirando con fuerza de mi corbata.
El dolor y la falta de aire se hacen presentes cuando siento como me eleva del suelo asiéndome de la corbata y me tira sobre el colchón, nada más dejarme caer llevo las manos a mi cuello para aflojar mi improvisada horca y doy grandes bocanadas de aire, como lo haría un pez fuera del agua en busca de vida, aún no consigo respirar con normalidad cuando siento que atrapa mi boca en lo que pretende ser un beso, pero por lo forzado me lastima, me muerde y me hace sangrar.
— ¡Agghhg! ¡Me, me haces daño animal! — Jadeo las palabras como puedo.
— ¡Daño es poco para lo que te debería hacer! ¡No sabes lo mucho que he tenido que contenerme! ¡Eres mío y ver que ese tipo te toca me enferma, me vuelve loco!
— ¡Yo no soy tuyo! ¡No pertenezco a nadie!
Víctor deja caer su peso sobre mí atrapándome debajo, el terror me hace sentir débil y noto como las ganas de llorar van ganando terreno; todo mi cuerpo está dolorido y fatigado. El, furioso sujeta mis manos contra mi espalda y entro en pánico, quiero gritar pero sé que nadie va a escucharme.
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LO QUE NO ES AMOR.
FanficObra registrada bajo derechos de autor en Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0, prohibida la copia o comercialización de esta obra ni derivados. Código de registro SafeCreative: 2102196969661 * (+ 18) Omegaverse. Stony/I...