Hijo de un demonio

Capitulo 9

El laberinto de Kurenai.

—¡¿Por qué te hicimos caso? 'ttebayo!

—¡Ya les dije que nunca confíen en mí! ¡¿Por qué lo hacen?!

—¡Pareces el más listo!

—¡Pero si soy el más mongolo!

—¡Cállense que nos alcanza!

Boom

—¡Te maldeciré si morimos Naruto!

—¡¿No pueden dejar eso para otro momento?! ¡¡¡Necesitamos escapar!!!

El grupo de cinco niños corría como cucarachas sin cabeza por el confuso laberinto de flores en el que se encontraban, todo el lugar parecía un exageradamente enorme jardín natural; detrás de ellos los sigue a gran velocidad una especie de león con una serpiente como cola y unas enormes alas.

La prueba había comenzado hace unos escasos minutos y se vieron envueltos en escapar del enorme monstruo que amenazaba con comérselos cuando menos se lo esperaban.

Un giro en la esquina y ¡Pup! ¡Un enorme león/serpiente alado los perseguía! ¡Una maravilla de otro mundo!

—¿Sigue ahí? —tenso Menma le hizo la pregunta al pelinaranja listo para correr en cuanto viera algo aterrador.

—No, creo que ya se fue —intranquilo veía los alrededores de ese extraño lugar.

—Fiuuu —suspiraron en conjunto todos al recostarse sobre la pared.

—¡Casi nos come por tu culpa! —velozmente Menma se levantó. Encarando de una vez, como si no pudiera esperar, a su querido hermano.

—Yo nunca te ordene que me siguieras ¡Yo tampoco entiendo que pasa con este lugar! ¡¿Y ahora es mi culpa?!

—¡Si te seguimos es porque creímos que sabías lo que hacías! —con su dedo índice hizo presión en su pecho, él aparto el dedo de un manotazo.

—Perdona, pero yo no sé qué es todo esto ¡Estamos en el mismo salón! ¡No se mas que tú! —replico. Se levanto y dio un paso adelante chocando con Menma, su paciencia estaba al límite después haber tenido que correr por su vida.

Plack.

—¡Ya cállense ustedes dos! ¡Si siguen gritando nos encontrará esa cosa y no habrá servido de nada engañarlo! ¡Entiendan su situación y sobre todas las cosas! ¡¡¡MANTENGAN LA CALMA SHANNARO!!! —soltando humo por la nariz una frustrada Sakura interrumpió la pelea de los dos miembros de la casa Uzumaki junto a Sora al darle un buen golpe a ambos. Tenía la cara roja y un increíble ceño fruncido, era difícil pensar que esos dos vivieran después del golpe que les dieron.

Los años de interacción con su pequeño grupo de amigos sí que le había servido para ganar confianza... tal vez mas de la deseada para los dos pobres diablos que ahora sufrían las consecuencias de su acto.

—(¿Por qué... a mí?) —una realidad injusta para él, y una justa para Menma.

—O-Oye, Sakura-san. Ven n-necesitas calmarte tú también, d-debemos hacer silencio —susurro débilmente la Hyuga que vio completamente quieta el espectáculo que montaron—. N-Nos encontrara si s-seguimos haciendo ruido.

—Perdón, pero con ellos así no podía mantener la calma —avergonzada bajo la voz. Le dio pena haber gritado cuando los reprimió por eso mismo.

—Tranquila, es normal, si no lo hacías tú lo hacía yo. Que suerte que fuimos los dos —aliviado Sora dejo salir un jadeo tranquilizador y se dejó caer. No era la primera vez que alguien explotaba por las peleas de Naruto y Menma, no eran de lo más común del mundo, pero eran algo asi como una tradición entre ellos.