Ninguna de ellas llevaba nada con qué protegerse del frío, que entraba por todos lados y la lluvia no cesaba de caer.
-Tengo tanta hambre- dijo Fernanda recargada sin fuerzas en la pared, mientras se oía el rugido de su estómago fundido con el sonido de las gotas de lluvia estrellar con fuerza sobre todos lados.
-Sí, yo me muero de frío- agregó Laura titiritando con los dientes abrazándose las rodillas con los brazos.
-Tenemos que salir de aquí, aunque nos duela aceptarlo, es muy probable que no volvamos a ver ni a Clarisa ni a Nina- dijo Mariana abrazando a Laura para brindarse calor mutuamente.
-¡No digas eso!- gritó Fernanda- ¡Nunca digas eso! ellas van a venir por nosotras
La nariz de Laura estaba roja y no sólo por el frío, tenía un nudo en la garganta y no podía significar otra cosa que estaba reprimiendo las ganas de llorar.
-Pudo haberles pasado algo y por eso no han vuelto, quizá si salimos podamos encontrarlas y ayudarlas si es el caso- mencionó Laura aunque en el fondo creía que seguramente Nina y Clarisa no iban a volver pero quería que Fernanda se tranquilizara.
-Tú no puedes bajar, por tu tobillo- replicó Fernanda, aunque, sintiendo tanta hambre y frío empezó a considerar la idea de bajar.
Discutieron el tema hasta llegar a los gritos, después a un llanto frustrado y finalmente Mariana decidió separarse.
-¡No voy a quedarme aquí a morir de frío y hambre y verlas a ustedes morir!-gritó Mariana- ¡me voy!- al momento de decirlo sintió una fuerte opresión en el pecho, pero sabía que era lo correcto. Tenía que hacerlo, no lo entenderían.
-¡Bien!- respondió Fernanda y no dijo más.
Mariana se levantó del suelo, caminó hasta el hoyo, colgó de él las piernas, luego los brazos y saltó.
Milagrosamente calló bien sin hacerse ningún daño más que el del impacto contra el piso y caminó hacia cualquier dirección.Pasó media hora y los miembros de las chicas ya estaban entumecidos del frío, entonces el hambre se comenzó a manifestar en ellas de distintas maneras. La sensación de un hueco en el estómago, dolor de cabeza, las manos temblorosas...
-Fer- dijo Laura con voz débil- No digo que Mariana tenga razón en que a Clary y a Nina les haya pasado algo pero... tal vez sí deberíamos bajar
-Pero ¿qué hay de tu tobillo?- respondió Fer después de meditarlo.
-Ya no me duele tanto- dijo Laura intentando convencerla.
-¿Podrás bajar?- contestó Fernanda
-Creo que sí, no lo sé
-Ok- respondió Fer.
Ambas se levantaron del suelo y se acercaron al agujero.
¿Cómo podemos bajar sin que Laura se lastime aún más? pensó Fernanda.
Tal vez debería bajar yo primero y luego Laura...
Rayos... ojalá Clarisa o Nina estuvieran aquí, ellas siempre son las que tienen buenas ideas
Fernanda se sentía muy impotente ante el hecho de no saber como salir de tal situación. Y tomando en cuenta que bajar como lo hicieron Nina y Clary no era opción puesto que las escaleras debían estar muy resbalosas para bajar, tenían que bajar como Mariana. El problema era que Fer no era nada ágil con ese tipo de cosas y en ese momento el miedo era lo que no la dejaba avanzar.
Si Nina estuviera aquí me diría que no sea cobarde, que el miedo no debería paralizarme sino hacerme actuar. Pensó otra vez.
Sabía que tenía que seguir ese consejo.
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Apocalipsis zombi... ¡¿En mi escuela?! © [#CsApocalypticInfinitLove]
Science Fiction~•PRIMERA PARTE•~ ¿Qué harías si en un día normal de escuela apareciera un virus que mata a prácticamente todos tus compañeros o los convierte en zombis en un solo día? ¿A dónde irías? ¿En quién confiarías? San Felipe el Real, un internado...