Capítulo 9: Sin salida...

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El sol salió cerca de las ocho de la mañana, cuando el cielo ya estaba despejado. El internado entero estaba lleno de charcos y lodo.
La luz entró a través de la ventana del cuarto, iluminando la habitación y despertándolos a todos.
"Aquí va, otro día en el Apocalipsis" pensó Nohemi. Se incorporó y zarandeó a Nina.
-Hey, despierta- dijo Nohemi
-Noo, no quiero despertar- contestó aplastando su cara contra el colchón.
-Vamos Nina- Insistió Nohemi
Nina cedió y se levantó. Ambas se dieron la tarea de despertar a los demás: zarandear, gritar, abofetear...
Diablos, todos eran una bola de flojos.
-Quiero comer- dijo Luis. Abrió su mochila blanca con verde, sacó un paquete de barritas de piña.
-Oh, dame- dijo Carlos a su lado y Luis le alzó el paquete para que agarrara una de las barritas- hm, gracias
-Bien, ¿a quién buscamos primero?- dijo Nohemi sentándose en el borde de la mesa.
-Yo creo que deberíamos hacer una lista de a quiénes queremos encontrar- opinó Fernanda
-Mm, buena idea- concordó Nina, comiendo un pedazo de barra de granola.
Clarisa tomó una hoja de papel y un lápiz de la mesa y escribió: "Se busca"
-¿Enserio?, ¿pegaremos un cartel de se busca para encontrar a alguien que no sea un zombi?- dijo Braulio haciendo un mal chiste
-Ja-Ja-Ja- dijo Fer, enfatizando el hecho de que no daba risa.
-Bien, digan nombres, ¿quién va primero?- anunció Nina
-Marco
-Victoria
-Álvaro
-Ailyn
-Alejandra
-Alejandro
-Daniel
Aquellos nombres fueron las sugerencias de búsqueda, trataron de recordar cuando fue la última vez que los vieron y divagando cuáles serían los posibles lugares en que estarían.
-Muchos de ellos deben estar en los dormitorios seguramente- Insinuó Luis
-Ni loca vuelvo allá- aclaró Nina- la cafetería. Sugirió. Braulio y Héctor negaron con la cabeza.
-¡Oh vamos, no podemos no ir a ciertos lugares sólo porque ahí pasaron sus traumas!- gritó Clarisa
-NO GRITES EN MI OÍDO...- gruñó Nina entre dientes
-Que tal el gimnasio- sugirió Carlos.
-Hmm, no lo había pensado, podría ser- dijo Elí
-Bien, al gimnasio- declaró Nohemi.
Después de desayunar barritas y jugos de cajita, se echaron las mochilas al hombro y salieron.
-Oh, esperen- dijo Nina regresando al cuarto.
-¿Qué olvidaste?- preguntó Fernanda
-Nada solo...- Nina salió del cuarto con dos cuerdas (amarillas) de saltar enrolladas- un par de cuerdas, por si a caso. Las guardó en su mochila, cerró la puerta y se unió al grupo.
-
Valo se despertó con la finísima línea de luz que dejaba pasar el hueco de la puerta, calándole en la cara. Ya no había zombis, o al menos, no sobre la puerta. Despertó a Alejandra y se levantó.
-Tenemos que ir a la cafetería ¿no es así?- dijo somnolienta
-Más pronto, mejor- respondió. Trepó la escalerilla, desbloqueó la puerta y la abrió. Un baño de luz solar quemó sus ojos y gruñó.
-¡Ay!- se quejó Ale, cubriéndose los ojos con la manga de la sudadera.
-Creo que prefería el cielo nublado- insinuó Álvaro.
Ale se quitó el cabello de la cara y subió junto con Valo a la superficie. Los zombis ya no estaban, seguramente se habían cansado de perseguir algo que no podían tener y se marcharon. -Me pregunto si habrán entrado al gimnasio- pensó Valo en voz alta
-Quién sabe- dijo Ale nerviosa, miraba a todos lados previendo el ataque de algún zombi- entonces, la cafetería, ahora
-Sip- contestó Valo
Continuaron por el camino de anoche pero retrocedieron al ver un trío de zombis de espaldas. Caminaron hacia el otro lado... también había zombis. La sala de calderas ya no era una opción, estaba custodiada por otros dos zombis quienes voltearon de inmediato y avanzaron ferozmente hacia los chicos, que corrieron por el otro lado pero los otros tres zombis ya los habían visto. No había salida.

Los cinco zombis brincaron sobre Valo y Ale.
-
Alejandra lanzó patadas y golpes al azar, tenía un nudo en el estómago. Gritó de euforia y lanzó más golpes, más rápidos y está vez más acertados. Sintió un arañazo en la mejilla y cómo le arrancaban un mechón de cabello. Reprimió un aullido de dolor y envió un codazo como respuesta; funcionó porque el zombi al que codeó se dobló y retrocedió, pero enseguida otro llegó para tomar su lugar y se echó sobre Ale.
-
Recibió un arañazo en el hombro y un fuerte golpe en la cabeza, Valo gritó de frustración y golpeó a alguien en la quijada. Sonrió al oír el tronar de huesos en el zombi al que golpeó. Se dió vuelta y miró a un zombi encima de Ale. Reaccionó y le dio un rodillazo en la costilla, separándolo de Ale pero al instante otro zombi se avalanzó sobre él. "Es el fin" pensó resignado.
Entonces sintió sangre mojando su chamarra pero... estaba seguro que no era la de él. El zombi cayó al suelo y detrás dejó ver a Elí desenterrando un par de tijeras de jardín de la espalda del zombi.
-
«cinco minutos atrás»
Al dirigirse al gimnasio fue cuando vieron lo que ocurría. Por un lado fue un alivio comprobar que Alejandra y Álvaro estaban vivos, por otro lado, un ácido amargo se atoró en sus gargantas.
El miedo era incomparable pero sus dos amigos estaban siendo atacados por cinco zombis. Fue suficiente para tomar de valor.
Aquellos que tenían armas las pusieron en mano y corrieron hacia la pelea.
-
Elí rescató a Valo de ser mordido cuando le enterró las tijeras al zombi por la espalda.
Clarisa pateó a uno en la espinilla y le dio un codazo en el pecho. Nina y Fer se sincronizaron y enterraron sus cuchillos en los hombros del zombi que atacaba a Ale, el zombi perdió la movilidad de ambos brazos y se dejó caer, entonces Alejandra lo pateó en el estómago.
Nohemi golpeó en la cabeza a un zombi hasta que quedó inconsciente, pero otro zombi la agarró por el pie y sintió un rasguño en el tobillo, se dio la vuelta, lo pateó y le encajó el filo de la pala en el cuello.
Llegaron tres zombis más, de quién sabe donde, Héctor le cortó la garganta a uno, Braulio le cortó la muñeca a otro y Carlos sofocó al tercero con un golpe en el estómago.
Cuatro zombis aún seguían vivos y dos de ellos estaban mal heridos.
Nohemi se alejó de la pelea. Sacó su encendedor y prendió en llamas una rama tirada de un árbol cercano. Regresó a la pelea con la entorcha en la mano.
-¡Apártense!- gritó Nohemi, todos vieron el fuego y se apartaron tanto como pudieron. Nohemi restregó el fuego en los zombi que quedaban vivos y con eso puso fin al enredo.
Soltó la rama antes de quemarse la mano y esta terminó en cenizas sobre el suelo.
Todos guardaron silencio, sudaban y respiraban intensamente.
-
-¡Ale!- gimió Clarisa y la abrazó. Alejandra le devolvió el abrazo y lloró silenciosamente en su hombro, Nina, Nohemi y Fer se les unieron.
-No llores hermosa, todo saldrá bien- dijo Nohemi acariciando el cabello lacio de Alejandra.
Los chicos saludaron a Valo y le dieron un abrazo grupal.
-Ocho zombis- dijo Nina, contando los cuerpos tirados en el suelo, unos quemados y otros desangrados- matamos a ocho personas enfermas
-No había de otra- dijo Luis poniendo una mano en su hombro
-Deberíamos quemarlos- sugirió Clarisa
-¿Sabes qué deberíamos hacer?- dijo Nina con los ojos en blanco- deberíamos hacerle un funeral a Laura
-¿Sin... ella?- dijo Héctor un poco confundido
-Para conmemorar su muerte- aclaró Clarisa
-Así es- afirmó Nina
-
Juntaron los cuerpos debajo de un árbol, los cubrieron de hojas y los encendieron.
-¿Quién empieza con unas palabras para Laura?- preguntó Nina mirando el fuego arder. Nadie habló- bien... Laura.. fue una buena amiga, era divertida, tierna, aunque a veces solía decir la cruel verdad.. es- hizo una pausa para tomar aire- era, de esas personas que simplemente te hacían el día..
Terminó la frase con lágrimas en el rostro. Fernanda empezó a llorar de nuevo, aferrándose al hombro de Clary.
-Yo.. no conocí a Laura muy bien, pero sé que debió ser muy buena persona y amiga- dijo Héctor
-Como lo siento Laura, lamento no haber hecho más por salvarte- sollozó Fer, quitándose las lágrimas con las mangas del suéter.
Pronunciaron más palabras de pésame y entonces extinguieron el fuego con piedras.
-
-Debemos ir a la cafetería- dijo Valo, mientras el grupo entero rodeaba el gimnasio.
-Para juntar provisiones, comida y así- continuó Alejandra
-Es un lugar considerablemente seguro, eso sí- afirmó Nina
-Bien, entonces a la cafetería, ahora- dijo Elí
-
De camino a la cafetería, por suerte quizá, el universo decidió que ningún zombi los interrumpiera en el trayecto.
Al llegar, la cafetería estaba tal cual como la dejaron Héctor y Braulio cuando salieron de allí. Abrieron la puerta y se encontraron con el cuerpo, en proceso de putrefacción, del zombi bajo las sillas. Los chicos lo zafaron de las sillas, lo sacaron de la cafetería y cerraron la puerta bloqueándola con la pata de una silla.
Las chicas se sentaron juntas y comenzaron a platicar, era el momento de descansar.
-Mariana nos dejó- dijo Fer de repente- si se hubiera quedado con nosotras, Laura habría sobrevivido, habría tenido la ayuda de ambas
-Pero, si Mariana se hubiera quedado, ni tu ni Laura habrían sobrevivido- dijo Alejandra
-¿Qué.. quieres decir?- preguntó Nina, ciertamente confundida.
-¿No les dijo por qué se fue acaso?- dijo Alejandra también un poco confundida
-Dijo que no se iba a quedar ahí a congelarse y ver como nosotras moríamos también...-contestó Fernanda, no entendía por qué Alejandra lo cuestionaba.
-Ayer, durante la lluvia, Valo y yo nos encontramos con Mariana... ¿de verdad no lo saben?- dijo Ale con tristeza
-¿Qué fue lo que te dijo?- preguntó Clarisa
-Cuando hable con ella, ella estaba muy nerviosa, pálida y no dejaba de llorar... a Mariana la mordieron, se infectó, comenzó a sentir los síntomas y no quería hacerles daño a ninguna de ustedes, ustedes conocen a Mariana, ¿de verdad creyeron que las había dejado así sin mas?- respondió Alejandra.
Las demás quedaron perplejas. Realmente habían juzgado MUY MAL a Mariana, incluso hasta el punto de odiarla.
-Mariana realmente fue muy valiente- continuó Alejandra en voz queda.
-Debió habernos dicho, haber confiado en nosotras- dijo Clary, muy, muy triste.
-
La había mordido la zombi del baño, antes de que subieran al segundo piso del Edificio, no sabía cómo decirles. No quería dejar a Laura sola por eso se había ofrecido a cuidarla, pero su hambre no se comparaba con la de las demás, y de verdad estaba muy irritada y nerviosa, supo que no era buena idea quedarse con Laura y Fernanda.
En este momento no pensaba claramente, sentía el hambre atroz, intentó comer la barra de granola que había conseguido en una máquina de comida pero enseguida la vomitó. Todo su cuerpo temblaba. Ya era muy tarde para Mariana.

Apocalipsis zombi... ¡¿En mi escuela?! © [#CsApocalypticInfinitLove]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora