Apocalipsis zombi... ¡¿En mi escuela?! © [#CsApocalypticInfinitLove]

Capítulo 8: ¿Qué podría salir mal?

Álvaro salió del cuarto de calderas, empujando la tapa de metal hacia arriba, hacia la superficie. Miró el cielo, azul oscuro tapizado de nubes grises- Va a llover otra vez- pensó en voz alta

Lo único que tenía que hacer, era revisar que no hubiera zombis cerca, si podía apoderarse de algún tipo de arma, mejor, regresar al cuarto de calderas e ir con Alejandra a la cafetería antes de que oscureciera.

El cuarto de calderas era una habitación muy grande puesto que ocupaba toda la zona subterránea del gimnasio (muy grande). Álvaro observó a los alrededores, no había ni un sólo ser vivo, era sorprendente como los zombis podían aparecer o desaparecer en cualquier momento. De cualquier manera, no dejó de mirar hacia todos lados mientras caminaba alrededor del gimnasio. Estaba a punto de entrar al gimnasio cuando observó la masacre que daba a lugar en el interior del edificio a través de la ventanilla de una de las puertas... unos quince zombis quizá, se desgarraban mutuamente, peleando por los pedazos de carne (humana, seguramente) regados en el sangriento suelo. La escena era perturbante. Álvaro estuvo a punto de vomitar pero lo reprimió pensando que hacer ruido sólo serviría para atraerlos.

-¡Diablos!- masculló por lo bajo. Aquella horda de zombis no debía salir de ahí. Tomó varias ramas de un árbol cercano y las encajó en la manijas de las puertas, también las encajó en las orillas de las puertas para atorarlas. Lo zombis no se daban cuenta, parecían estar demasiado ocupados matándose entre sí. No duraría mucho pero le daría tiempo suficiente para regresar por Ale y huir hacia la cafetería.

Regresó rápidamente a la sala de calderas.

-¡Ocho minutos!- dijo Ale en voz baja, guardando su celular.

-Hay que salir de aquí- contestó Álvaro- El gimnasio está lleno de zombis, bloqueé la puerta pero no durará demasiado

-Cuántos- preguntó Alejandra

-Más de quince- respondió Álvaro

A Alejandra casi le salieron los ojos de sus órbitas por la impresión.

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Su cuerpo por fin había drenado la adrenalina acumulada de todo el día. Lo cual era en parte bueno y en parte malo.

Bueno porque ya no sentían tanta tensión en general, malo porque el dolor y el cansancio les comenzó a afectar.

-¿Cómo estas Nina?- dijo Clarisa sentándose cansada a lado de ella junto a la ventana

-Pues... si te dijera que bien, sería una mentira- confesó Nina observando a través de la pequeña ventana- pero entre otras cosas, empieza a dolerme un poco la rodilla de nuevo

-Vaya, lo había olvidado- dijo Clary sintiéndose un poco culpable por haberlo olvidado

-¡Venga tía, entiendo que hemos pasado por un mal rato pero como diantres haz olvidado lo de mi rodilla!- dijo Nina en acento español con ánimo de hacer una broma

-Ah, odio cuando hablas con ese acento- dijo Clary, había veces en que le estresaba que Nina hablara así, y otras en que simplemente le seguía la corriente.

-Anda, sabes que te encanta mi acento español, es bastante bueno- replicó Nina con el mismo acento codeándola

-Sí, es bueno- admitió Clarisa- pero no me encanta

-Vale- dijo Nina poniendo fin a la conversación

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-Estoy aburrido- dijo Luis

-Pues des-abúrrete- dijo Carlos sin mucha convicción

-El Carlos, todo malote- dijo Elí uniéndose a la conversación