Al despertar, la luz golpeo mis ojos como agujas filosas. Tuve que ponerme la almohada en la cabeza. Mis ideas divagaban en algo no muy claro. Mi cerebro me estaba diciendo algo que yo no podía entender, me estaba haciendo recordar. Todo estaba muy borroso.
De repente como un flashazo llegó todo de golpe. Me senté en la cama e instantáneamente me arrepentí. No podía más con la cabeza. Entonces recordé...
La noche anterior, Harry, el té con alcohol, el beso, las caricias...
Mis dedos recorrieron mis labios por reflejo, como si todavía sintiera los suyos.
Me volví a hundir en las almohadas y cerré los ojos un momento intentando revivir un poco más nuestro encuentro de anoche. Intentaba recordar cada movimiento de sus manos, de sus labios. Incluso sus ojos parecían tener un brillo especial.
Después de eso, llegó la pesadilla. Ahora en este momento me quiero hacer creer que lo que escuche había sido producto de mi imaginación. Pero ni en el rincón más remoto de mi mente se atrevería a pensar en ella mientras estaba con él.
Al recordar de nuevo como dijo su maldito nombre una ola de dolor apuñala mi estómago y empieza a subir por mi esófago. Percibo un sabor extraño en mi boca y empiezo a salivar de más.
Apenas me da tiempo de quitarme todas las sabanas de encima y correr al baño antes de que el vómito me doble dando arcadas.
Ese maldito alcohol arde lo mismo cuando sale que cuando entra. Y la migraña se vuelve más aguda. Cuando mi estómago deja de dar arcadas, me meto rápido bajo la regadera. La temperatura del agua me provoca escalofríos, sin importar la temperatura.
Me visto cómo puedo y antes de salir de mi habitación, pego la oreja a la puerta para saber si se escucha algún ruido. No se escucha nada. El suelo de madera cruje bajo mis pies por más silenciosa que pretenda estar.
En la cocina, fany, cele, y mendy tenían el desayuno listo.
—buenos días chicos—
Curiosamente prepararon café.
—buenos días ama, ¿descanso usted bien? — dijo fany con una sonrisilla.
—si fany, solo tengo un poco de migraña por la resaca—
—si gusta puedo ir al callejón diagon para buscarle algún remedio— comento rápidamente mendy.
—no es necesario, creo que tal vez deba ir yo—
—¿usted va a salir de casa? —dijo fany mirando a sus compañeros.
—creo que ya es hora ¿no creen? —
—¿y qué pasará con el amo? —
—descuiden, solo serán un par de horas. Aun así, háganlo sentir como en casa ¿de acuerdo? —los tres asintieron frenéticamente. — justo como lo han hecho hasta ahora chicos, muchas gracias
Mis pequeños elfos se sonrojaron y volvieron a sus labores.
—oye fany—
—dígame ama—
—sabes si el señor Potter ya se levantó—
—no lo sé ama, no hemos escuchado nada de su habitación—
Harry bebió mas anoche, lo que significa que esta más noqueado que yo. Si tengo suerte saldré de la casa antes de que el despierte.
Justo cuando estoy terminando mi desayuno, escucho el sonido de la regadera. Los elfos estuvieron haciendo bastante ruido con las ollas de la cocina, así que no puedo saber desde que rato se metió a duchar. Me termino lo que me queda en el plato y enlisto mi bolsa para salir. En el armario de bajo de la escalera, es donde guardo los abrigos. Al intentar sacar uno, una correa del mismo se queda atorada en el perchero. Apenas está iluminado con una pequeña bombilla, no puedo ver bien. Debo darme prisa. Cuando al fin lo tengo cierro la puerta y casi pego un grito.
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Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}
Fanfiction"EL ELEGIDO A QUIEN NO ELIGIERON" En el día más importante de su vida, el gran Harry Potter es traicionado por la mujer que ama. Sin saber muy bien que hacer, va en busca de un escape. La humillante situación lo orilla a buscar ayuda de una slytheri...