Rayita.
Y este día no termina aún. ¡vaya! Solo quiero llegar a casa para arrancarme los zapatos y tirarme en mi cama. Pero la noche va de largo. Bueno, aun no es un hecho si iré o no. Ese hombre no fue muy específico con los detalles. No sé si irán mas prospectos o es alguna junta de jefes, en la cual por supuesto no creo encajar. De lo que si estoy segura es que nada de vestidos ridículos para cenar.
Me pregunto cómo estará todo en casa. Espero que Harry no haya almorzado aún, así podríamos comer juntos. No estoy muy segura si contarle todo lo que pasó. ¿Qué tal y quiere investigar a estas personas? Y con ello solo conseguiría que se fuera.
Tampoco puedo decir que sigo en el ministerio. No le quiero mentir. ¡esto es tan confuso! Pero no puedo pensar demasiado cuando es él lo primero que me encuentro al llegar. Casi pega un brinco cuando me ve aparecerme en un segundo.
De repente, el brillo de su sonrisa hace que todo dentro de mí se sienta comprimido. Sus ojos se hacen pequeños y provoca que sus pestañas se enreden las unas con las otras, y sus labios ¡Merlín, sus labios!, ensanchan las comisuras y casi corro para caerles encima.
Dice algo, supongo. Pero me he perdido en el infinito de este momento.
No me entiendo a mí misma. No confío en extraños, no me importa en absoluto la demás gente. Podría darle la espalda al mundo. Puedo escapar de todo y de todos. Mostraría la indiferencia y frialdad de esta mañana con cualquiera.
Pero lo que no puedo es mantenerme de pie cuando este hombre me mira de esa forma.
Y es en este momento cuando estoy cien por ciento segura que Harry me tiene loca y perdidamente enganchada. Sí, me gusta, me gusta mucho.
Y el simple y gran hecho de aceptarlo me hace sentir más liviana y libre. Me hace sentir lista para saltar a lo desconocido.
Mis fantasías me llevan a mil escenarios distintos junto a él. Al infinito. Al fin del mundo. Ahora, en el pasado o en un mundo futuro a mil años de aquí.
Y no llevo ni dos segundos en la sala de estar de mi casa. Con sus brazos alrededor de mi cuello.
—te ves cansada— trato de poner todo de mi para no seguir fantaseando y enfocarme a lo que me dice.
—ha sido una mañana muy movida—
Me imagino — no puedo despegar los ojos de él, ni siquiera me doy cuenta que los elfos están aquí también y has servido té y galletas. Creo que todos están esperando que les cuente. —hola chicos.
—hola ama— tenían es sus manos unas tacitas más pequeñas.
Harry me lleva a tomar asiento junto a él en el sofá.
—bueno—comienzo, porque si hay que decir algo sobre lo que pasó hay que hacerlo ahora —no voy a trabajar con Skeeter—los elfos intercambian miradas, pero ninguno dice nada. —pero recibí una oferta interesante fuera del ministerio. Para una empresa nueva.
Pude notar que Harry fruncía un poco el ceño y pedía a Merlín que no hiciera demasiadas preguntas.
—de hecho, me invitaron a una cena esta noche, para hablar más a fondo sobre nuestro trato — algo que casi era verdad.
—¿y cómo se llama ese lugar? —escuche decir junto a mí.
Sabía que, si los elfos no hacían demasiadas preguntas, Harry las haría.
Además de que es verdad, no sabía ni como se llamaba la empresa esa. Ni el nombre que le darían a los diarios. ¿y entonces? ¿Qué debo decir?
—amm, no recuerdo muy bien. Para ser sincera estaba un poco nerviosa. Me contactaron antes de entrar al taller de Skeeter y me llamó mucho la atención. Sería como un trabajo formal. —
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Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}
Фанфик"EL ELEGIDO A QUIEN NO ELIGIERON" En el día más importante de su vida, el gran Harry Potter es traicionado por la mujer que ama. Sin saber muy bien que hacer, va en busca de un escape. La humillante situación lo orilla a buscar ayuda de una slytheri...