IMPACTO.

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No sé si esperaba que me fuera a casa y regresara cambiada con algo más apropiado. Pero no quiero dar por hecho que esto es una cita. Así que en traje de oficina y él con su aspecto mayor, nos quedamos de ver a las siete.

Él pasaría por mí.

Todo el día estuve enfocada en el encargo de Malfoy, sin embargo, diez minutos antes de las siete, caí en la cuenta que tenía una clase de cita con mi crush del colegio. Estaba nerviosa. Recogí mis cosas con rapidez. Y ponía todo mi esfuerzo por evitar enrojecerme.

Los latidos de mi corazón no tenían remedio y hacia ruido a propósito con unos pergaminos para que no se escucharan los sonidos de mi nervioso estómago. Justo antes de que dieran las siete, entré al tocador para darme un pequeño arreglo.

—¿algo especial para esta noche? —casi pego un grito al escucharla.

Me reí nerviosa antes de contestar.

—amm, digamos que sí y no. —

—uuuuuh—dijo ella con una sonrisa pícara. —bueno, que te diviertas.

Diciendo esto Madison tomó su bolso y salió.

La escuché murmurando afuera con alguien. Así que seguí en lo mío. Refresqué mi cara y retoqué el escaso maquillaje que llevaba.

Al salir, casi me estampo con algo.

Corrección, alguien.

—¡wow! Tranquila—me dice él —es muy pronto para que te me eches encima.

Por más que quisiera evitar la vergüenza y el sonrojo, con él cerca y siendo tan, bueno él, se me es muy difícil.

—lo siento—me limito a decir

—¿estas listas? —

—siempre—

Su sonrisa me toma por sorpresa junto con mi respuesta.

—bueno—dice mientras me extiende su brazo para que entrelace el mío.

Salimos de nuestras oficinas por el mismo lugar donde entré la primera vez, las tiendas Harrods. Malfoy ha querido mantener en bajo perfil todo. Así que, si alguien piensa tomar represalias contra nosotros, el último lugar en el que buscarían, sería una tienda departamental muggle.

Parecemos como cualquier otro cliente, uno que otro día me he dado la vuelta entre los pasillos. He adquirido algunas cosas nuevas e incluso algo para Harry, aunque claro, le he hecho creer que eran ropas de mi hermano o mi padre, y le he pedido que lo conserve, bien sabiendo que no necesita nada de eso.

Aun así, me agrada ver que se lo pone de vez en cuando.






Pedía internamente que no fuéramos a cenar a un lugar muy elegante. Para mi alivio y sorpresa, Theo no me lleva a ningún lugar de la comunidad mágica, sino que nos quedamos en el Londres muggle. Junto al Támesis.

Nos acercamos a un pequeño embarcadero. Elizabethan, así decía en un costado posterior, el navío ancló junto a la orilla más cercana a nosotros. Avanzamos pasa abordar. Cortinillas cerradas, y dentro se distinguían algunas voces. Solo había una sola mesa. Dos meseros en un extremo junto a una mesa extensa con pequeños calentones para mantener la comida caliente.

Debo admitir que tenía un aire romántico y melancólico por igual.

Esperaba que hubiera más personas, y si las hay, pero me refiero a más que esto. Y alguien distinto. A ella la distingo bien, alta, preciosa como los capullos frescos de la primavera, sentada estoica. Sin ningún interés en mirarme.

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora