Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}

LISTO

Un baile. Una sola noche. ¡y ya! Apuesto a que él se muere de ganas por salir. Aunque sea una sola vez. ¡esto es tan abrumador! hay que sumarle el hecho de que, al volver a casa, tendré que mirarlo por primera vez desde lo que pasó. ¿y cómo se supone que le plantearé la idea de salir a un baile?

¿se convencería si le digo sobre Granger? ¿Cómo le explico que tengo contacto con su amiga a través de Malfoy? ¿Cómo le explico mi amistad con este? En serio que todo esto es tan confuso. Solo quisiera agarrarlo, tomar nuestras cosas y largarnos lejos de aquí.

Pasando el recibidor de la entrada, me siento más frustrada que nerviosa. Ni siquiera me preocupo por mantener una postura o fingir una sonrisa. Me quedo al pie de los escalones para tranquilizar mi respiración y reprimir las lágrimas de impotencia. Y entonces sí, comienzo a subir escalera arriba.

Una parte de mi esperaba que no estuviera en mi habitación. Que me diera la mañana para pensar. Pero apenas entro, casi me estampo contra su pecho. Él sonríe nervioso. A mí solo me sale un mal intento de mueca.

—hey...— me dice sujetándome por la cintura—¿A dónde fuiste esta mañana?

—tuve que ir de urgencia a la oficina. Pero ya todo está arreglado. —

No le convence mi cara.

—¿estas seguras? —

—si...—

Mueve delicadamente la tela junto a mi cuello.

—¡¿pero qué... —dijo en voz baja— ¡¿ese fui yo?! —Solo asentí. —¿y por eso estas así? —

—estoy cansada solamente—

Cosa que era verdad. No podía más con los parpados.

—ven—me llevó con él a la cama—recuéstate aquí, ya cambié las sabanas—

Ese comentario tiene más contexto del que puedo pensar ahora.

Cuando entré al baño esta mañana, todavía estaba sangrando un poco.

Me siento cansada, con un leve dolor de cabeza.

Él se recostó conmigo y me rodeo con su brazo. Después de un par de minutos, siento como me deja un beso en la frente.

—¿quieres hablar? —me pregunta.

—quiero... si... pero estoy un poco cansada—

—¿te han dado malas noticias? —

Suspiré por lo bajo y con cada pestañeo, tardaba un poco más en abrir los ojos de nuevo.

—eso todavía no lo sé—

—duerme un poco... después hablamos—

Me acurruqué junto a él y dejé mi mente en blanco para poder descansar.

Cuando abrí los ojos de nuevo, la cama estaba ocupada únicamente por mí. No sé cuántas horas dormí, pero parece de tarde por la escasa luz que entra de fuera. Además de que el invierno está acortando los días. Pareciese que se avecina una tormenta. El lejano ruido de los truenos, anuncian una noche eléctrica.

De nuevo en el baño, mi reflejo me muestra demacrada. Por no dormir a mis horas. Enciendo la luz porque las sombras no ayudan mucho a mi reflejo. Es entonces es cuando me doy cuenta de las marcas. De ambos lados, no hay mucho espacio sin enrojecimiento, hasta con motas moradas un poco.

Al pasar las yemas de los dedos sobre estas, no se siente mucho dolor. Pero entiendo la cara de sorpresa de Malfoy esta mañana. Hasta a mí me cuesta un poco creerlo. Bajo el cuello de la blusa hasta donde la tela aguanta y el camino de marcas sigue y sigue.

Harry ya lo vio. Así que no creo que haya mucho que pueda hacer si intento ocultarlo. Trato de hacer alguna mejora con mi cara. Con mi aspecto en general. Siento la pesadez sobre los hombros, resultados de una buena noche. Y súmale la tensión por lo que me ha pedido Draco. Se suponía que sería un día que recordaría para siempre, pero no por esto.

Poniendo de lado todo el ruido que hay dentro de mi cabeza. No escucho nada más dentro de la casa. Ningún sonido proveniente de la planta de abajo. Me apresuro con lo que estaba haciendo y salgo de la alcoba. Apenas salí, me topo con algo peculiar.

Una hilera de velas. Una en cada orilla de cada escalón. Y hay más abajo por lo que puedo ver. Sé perfectamente que no se ha ido la electricidad. Es un poco extraño, ya que no hay rastro de nadie en casa. Pero el caminito de lucecillas parecía no acabar dentro de la casa, sino que podía ver desde dentro que había mas afuera en el jardín.

Veo una silueta de pie y me doy cuenta de lo que se trata, o eso supongo. Se supone que hace un frio gélido. Pero él ha hecho algo para que nos mantengamos cálidos. Ha rodeado la mesa con velas y la ha servido para dos personas nada más, ha alfombrado el piso y lo ha llenado de cojines.

—¿Qué es esto? —mis ojos no se daban abasto en mirar todo alrededor.

De alguna forma ha colocado pequeñas luces flotantes en los secos arbustos.

Y llenado de popurrí algunos tazones, razón por la cual huele delicioso.

—un pequeño detalle... aunque no soy muy bueno con estas cosas... yo...

—es perfecto— le interrumpí.

Se acercó a mí y tomó mi mano para guiarme a mi lugar, pero justo antes de llegar junto a la mesa, me toma por la cintura y me besa. Mantiene mi cara sujeta con la punta de sus dedos sobre mi barbilla.

—como tú— agrega.

Me deja sin palabras y yo solo me limito a sonreír y a sonrojarme. Este cambio repentino me pone un poco en duda. Pero no puedo negar que me gusta.

Él dice que ha cocinado, aunque confiesa que tuvo bastante ayuda. No sabe mal, nada mal de hecho. Y no he escuchado nada en toda la tarde así que no creo que haya batallado demasiado.

—¿y puedo saber a qué se debe? —

No supe descifrar su cara cuando contestó:

—necesitamos hablar—

Sentí, literalmente, como se me salía el alma. Me quedé como piedra en mi lugar y él parecía todo temblor.

—te escucho—

Si el momento ha llegado, será mejor que lo enfrente de una buena vez. Y no podía estar más en lo cierto.

—estoy listo para volver—

hola a todos. otro capitulo más solo porque me gusta dejarlos en suspenso haha.

buen fin de semana. 

pd. perdonen si por ahí encuentran alguna falta de ortografia o algo. no le he dado las revisiones necesarias que usualmente le doy (como 7).