BUSCÁNDOLO.

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Hermione. P. o. v.

Mansión Malfoy.

Con el pasar de los tacones, poco a poco se terminaba de rasgar más el vestido, pero poco me valía menos que eso. Necesito una explicación y seguramente la encontraré en casa. Dentro de mí ruego que él no haya tenido nada que ver en esto.

Al abrirse la gran puerta entré, entre tropezones con los tacones y media a resbalones por el pulcro mármol. Como si no hubiese tenido ya suficiente, en el camino me topé con la nota del periódico. Todo en primera plana. Y solo eso me faltaba.

—¡MALFOY! — un elfo se apareció en frente mío apenas pronuncie el nombre.

—ama, ¿le puedo ayudar en algo? —al pequeño elfo le temblaban las piernas mientras corría hacia mí.

—Zory, ¿Dónde está el señor? — dije impaciente.

El pobre elfo se tropezaba con las palabras.

—el amo Malfoy está en su despacho— se frotaba las manos con miedo, nunca me había visto tan enojada, ni siquiera yo misma. Simplemente iba a explotar en cualquier momento— ¿quiere que lo llame?

—no será necesario Zory, yo misma lo haré. ¡MALFOY! — seguía gritando mientras me dirigía escalera arriba. —¡MALFOY!

Lo vi salir de su oficina apresurado.

—¿se puede saber que son esos gritos? — se volteó hacia mí con el ceño fruncido—¿y desde cuando me llamas Malfoy? —

Azoté tanto los tacones al pisar cada escalón que en cualquier momento partiría el piso a la mitad.

—¿tú lo sabias? — dije apenas soportando el nudo en el estómago.

—¿saber qué? — dijo muy confundido.

—esto...— casi le aviento las hojas en la cara. ni siquiera le puedo explicar lo que pasó en palabras. Todo fue tan rápido y tan sorprendente que no creía lo que mis ojos vieron esta tarde.

Su cara paso de duda a sorpresa mientras recorría cada línea escrita. Aunque no había mucho que leer. El título y la foto estaban más que claros.

Terminé de llegar a la planta alta y me metí a la oficina con él.

>>¿Cómo pudo?... ¿Cómo pudo hacerle esto a él?<<

—¡pero que hijos de puta! — dejé pasar el insulto hacia mi amiga por esta vez, porque sabía que se lo merecía. Incluso yo también quería gritarlo. —te doy mi palabra que no tenía idea de nada de esto— mis dedos temblaban y ya no me quedaban uñas que morder.

Unos pequeños espasmos me azotaban y estaba al punto del llanto.

—amor mírame— mi vista estaba clavada en algún punto muerto en la pared. —amor, escucha, tienes que calmarte—me tomó dócilmente de los hombros.

—nadie sabe dónde está Harry...— no puedo decir más. El nudo en la garganta está estrangulándome. Lagrimas calientes surcaron mis mejillas.

—¡ZORY! —Draco se escuchaba preocupado. El pequeño elfo se apareció en la habitación. Más nervioso de lo normal. —prepárale a la ama un poco de té bien caliente, y prepara el baño para ella— exigió sin dejar hablar a la pequeña criatura. — ¡ANDA!

—si señor— apenas dijo y el elfo en un chasquido se esfumó.

Me ayudó a sentarme en un sofá y se hincó en el piso mientras tomaba mis manos temblorosas.

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora