ABRIENDO CAMINO.

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Rayita P.O.V

—¿Por qué me has besado? —dijo él tallándose los ojos.

Me quedé quieta en el banco junto a la cama. Junto a él

—¿Qué has dicho? — le repliqué desde mi lugar sin moverme, sin dejar que el rubor se me subiera a las mejillas.

Con los nervios congelados y las emociones bien dominadas.

Harry se tomó un tiempo para despabilarse de su ensueño y me miró confundido.

—¿_____? ¿Qué haces aquí? — dijo apenas.

>> ¿Que qué hago aquí? Esta es mi habitación, tonto<<

—yo solo intentaba despertarte, ya es casi medio día —le dije lo más inocente posible— y ¿Qué es eso de que yo te he besado?

Harry no podía entender.

—discúlpame, creo que sigo dormido— dijo él apenado—a veces hablo cosas raras cuando duermo.

—seguramente es eso— recalqué mientras me levantaba de la silla y me dirigía a la puerta. —los elfos nos han preparado un almuerzo especial. Así que... te espero abajo—sentencié y salí de la habitación sin esperar respuesta alguna, aun con el corazón en la mano y en el rostro la sonrisa más malévola que he tenido jamás.

Un rato más tarde, ya todo estaba casi listo y servido. Me coloqué de espaldas hacia la casa y convoqué unos cuantos hechizos de ilusión para que cualquiera que pasare por aquí no pueda distinguir nuestra presencia. Principalmente por los elfos, porque era mi deber cuidarlos.

Este clima tan bueno es para la causa como malo también. Casi nadie se atreve a salir de paseo o a correr con este clima. Y eso viene de ayuda.

Una pequeña fogata nos acompaña para darnos calor. Y el rededor está cubierto con una burbuja invisible para evitar la lluvia.

—¿piensas cambiar el clima? Por qué esa sería una tarea titánica. Y no cualquiera podría conjurar un hechizo tan complejo— dijo una voz detrás mío.

Me sentí orgullosa de no haberme sorprendido por él. Ciertamente estaba muy concentrada en lo que hacía. Pero Harry ya me ha visto lo suficientemente nerviosa últimamente que no quiero que me tomé como una miedosa. Además, no lo escuché salir de la casa.

Supongo que en su antiguo trabajo de auror tenía que ser lo más sigiloso posible.

—Solo un poco de protección. Solo la necesaria— dije bajando la varita. —me alegra que nos acompañes esta vez.

Dije ofreciéndole tomar asiento con la mano

—esta mañana parecía más una orden que una invitación— dijo disimulando una sonrisa. —aunque la verdad, por alguna razón, me he levantado de mejor humor. A pesar de lo que pasó anoche.

Los acontecimientos de la noche pasada aún seguían causándome escalofríos.

—debes estar creyendo que estoy loca... por ver algo que los demás no— tomé la tetera para servirnos mientras evitaba que el rubor se me subiera a la cara por sentirme con delirios de persecución.

Por otro lado, esta tetera me trae algunos buenos y agrios recuerdos.

—para nada. Todo lo contrario. Te creo absolutamente. — dijo tomando su té. Por un segundo pude distinguir que su mirada se quedó observando la taza como si intentara descifrar algo.

—¿en serio? —le pregunté. Mas para traerlo de vuelta a la conversación que por la duda.

—claro...—me regalo una amplia sonrisa que me hiso crujir desde dentro. Ahogué un suspiro. — desde mi segundo año en Hogwarts llevo escuchando y viendo cosas que los demás no. Y la mayoría de las veces no me creyeron. Así que te entiendo.

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora