CELOS

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Malfoy

Cuando la última pequeña llama se esfumó. La mira en los ojos de mi amigo apuntaba hacia mí. Un cruciatus podía doler menos.

—¡me puedes explicar ¿Qué fue todo eso?!—

—¿de que estas hablando? —dije dándole la espalda para dirigirme al mini bar. Me apetece un buen trago después de esa buena cena.

—¿Cómo de que qué estoy hablando? Todo eso de "salúdame a ya sabes quién" "hazme un favor, preciosa" "llámame Draco" —

No sé si trataba de imitar mi voz o hacer una versión muy hilarante de esta, ya que para nada soné de esa forma tan infantil.

—bueno, hombre, solo estaba siendo amable con ella—

—no sabía que la coquetería era la amabilidad en tu lenguaje—

—no estaba coqueteando, te recuerdo que ________ es mi empleada, y que yo tengo novia—di un fuerte trago al wisky y continué —además, aquí el único que ha estado coqueteando con ella has sido tu—

—no sé de qué hablas—intentó parecer despreocupado.

—¡ay por favor! No seas tan sínico. La abrigas bajo tu hombro, la tomas de las manos, le sonríes como idiota, y cuando mencioné a Potter, no podías esconder que hervías de celos. Así que no lo niegues. ¡A ti también te gusta! —

Ninguno de los dos dijo nada un momento. Ambos estábamos asimilando lo que yo acababa de decir, en especial la última parte.

—¡si! ¡tal vez! Pero yo no tengo una mujer en casa que me esté esperando, como a ti. Una mujer que, por cierto, se está consumiendo hasta el hueso por tu culpa. —

Mis manos se fueron directo a su cuello, pero fue demasiado tarde. Él ya se había desaparecido del lugar.









De un trago a otro, el wisky se acabó. Dejé el saco, corbata y zapatos en el despacho. Y un pie tras otro, como los gatos perdidos que vuelven a casa por inercia, así también yo, me dirigí a mi habitación.

Solo espero ser lo suficiente cauteloso para no despertarla. Pero mis intentos fueron muy pobres.

—ya llegaste— su voz era un pequeño susurro en media luz. —¿Cómo te fue?

Se apresuró como pudo a prender algunas velas. Colocamos en la casa, por gusto de ella, unas cuantas bombillas muggle. Ella dice que son más eficientes.

—bien. La cena estuvo decente. Y terminando dimos un pequeño paseo por adivina donde—no dejé que contestara, no. La borrachera me estaba provocando ser imprudente —el Londres muggle. Creo que le he empezado a agarrar gusto a los foquillos en hileras—

Lo más cercano que encontré fue una silla, ahí me dejé caer.

—¿estas ebrio? —su voz preocupante me provoca un puchero.

—solo tomé unos tragos en el despacho— ella se acercó a mí y se sentó en mis piernas. Sus risos castaños me hacían cosquillas en la cara.

—bueno, y dime ¿Quién más fue? —

—bueno, tu sabes, el equipo maravilla. _________, Theo, Pansy y yo—

Sabía que a Hermione no le agradaba del todo Pansy, pero no podía mentirle. Además, yo solo veo a Pansy como una amiga, casi una hermana. Sin embargo, Hermione no lo ve así. Antes de que lo pueda evitar se aparta de mí.

—ah, también fue ella —contesta notoriamente irritada.

—sabes que ella trabaja conmigo y que solo es una amiga—sentía que poco a poco el alcohol perdía efecto y me adormecía un poco. O era solo el cansancio del día

Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora