Escrito Con Magia {Harry Potter Y Tu}

ANFITRIÓN.

rayita

El tintineo de una copa me salvó de un mal momento donde no sabría bien cómo explicar estar bailando con la misma persona que me aventó un hechizo a la cara. Los músicos dejaron de tocar y todos detuvieron su baile y se voltearon a prestar atención a aquel hombre de traje plateado finísimo.

Me gustaría decirle a Malfoy que estoy con él. Que no debe tener miedo. Que todo saldrá bien. A pesar de que a veces me saca de mis casillas, él ha pasado por tanto que esto, simplemente se lo merece a pesar de lo pesado que pueda llegar a ser.

Y casi, como si lo hubiese invocado, me encontró con la mirada. No pude hacer más entre tanta gente que asentir con la cabeza. Y el regresándome el saludo volvió la mirada al techo, donde supongo, buscaba valor.

Por otro lado, estaba Hermione, que no despegaba la vista de Draco. Lo contemplaba como si fuese alguien admirable, alguien digno de medallas, o solamente alguien digno de amar. Y eso ya es mucho decir. Tenía las manos pegadas al cuerpo y parpadeaba demasiado. Eso era todo lo que podía notar de ella.

Y ciertamente, el hecho de que ella también buscaba a Harry con la mirada. Cuando lo encontró, Harry dejó de tirar de mi brazo para que nos fuéramos de ahí. no sé si ellos utilizan oclumancia entre ellos o si solamente se conocen muy bien como para que simplemente sepan interpretar sus miradas.

De cualquier forma, nos quedamos en nuestro lugar y nadie en el publico dijo nada esperando por las palabras de nuestro anfitrión. En un momento vi como Theo y supongo, Pansy, se pusieron cerca de donde estaba él. Como dándole entender que ellos estaban ahí apoyándolo. Draco los miró un momento y luego volteo a la audiencia.

—buenas noches—no sabía cómo clasificar ese tono de voz, nunca se lo había escuchado— me da mucho gusto que hayan podido venir esta noche. Se les hiso llegar una invitación sin firma y con la única promesa de diversión. — poco a poco escucho que se va recomponiendo— pero ciertamente es una noche de celebración. No me he presentado oficialmente y lamento que el organizador de tan mágica noche no lo haya hecho aún. Pero antes... —sus pausas me causaban daño, aunque sé que no tanto como al él mismo — quiero contarles sobre alguien que ha buscado nada más que una nueva vida. Alguien que está consciente del daño que ha hecho en el pasado. Que ha pagado condena por ello y que no tendrá suficiente vida para pagarle a su propia conciencia. Ese mismo alguien, se arrepiente de cada mala decisión que tomó y le obligaron a tomar.

Todos parecían conmovidos y asombrados por igual. Yo comencé a morderme las uñas hace un momento. Con las emociones descolocadas.

—pero ahora—continúo — la vida me ha dado una segunda oportunidad. Apareció justo cuando no podía pisar más hondo. Cuando todos me evitaban y apartaban las miradas de mí. ella...—no lo podía ver por la maldita cosa que tenía pegada al rostro, pero juraría que estaba llorando ligeramente. Yo tenía la boca abierta. No total, pero si ligeramente. —me ha traído una nueva vida. Su alma y la mía no hacen combinación, pero no hace falta ser iguales para quererse, o en nuestro caso, amarse.