La maleta pesaba mucho y me costó ponerla en el maletero.
-Venga, nos vamos-gritó mi abuela.-¿No quieres venir?-mi padre seguía sin responder.-Bueno pues nos vamos.
Subí al coche y nos fuimos. Mi padre no había respondido a pesar de estar despierto así que nos fuimos sin más.
El pueblo de mi abuela quedaba a veinte minutos en coche. Me puse los auriculares y miré por la ventana. El paisaje era bonito, vivíamos en una zona con bastantes bosques y eso es lo que hacía que fuera bonito.
Los bosques eran grises ahora, se habían puesto el traje de invierno y se habían desecho por completo de aquellas hojas rojizas que tanto me gustaban. Tendría que esperarme un año para poder volver a verlas.
Cuando llegamos a casa de mi abuela Jeremy nos esperaba en la puerta. Hoy era día veinticuatro, mañana celebraríamos la comida de Navidad.
Cuando salí del coche él vino corriendo y me abrazó. Hacía mucho frío fuera, pero a pesar de eso todavía no había nevado.
Cuando entré en la casa un fuego bárbaro estaba encendido en la chimenea y todo estaba decorado con un ambiente navideño, había un árbol de navidad y un belén.
Después de haber comido un galleta que había hecho mi abuela fui a dejar la maleta en mi habitual habitación. Y entonces lo vi, más cambiado que nunca, junto a una chica con cabellera rubia y ondulada tan alta como él. Era Vic.
-¡Iris!-exclamó al verme. La verdad es que yo no había dicho nada ya que estaba tan sorprendida de verlo que me había quedado sin palabras.-¡Dios mío! Cuánto has crecido.
Seguía sin poder hablar. Se había cortado las rastas y no hacía mala cara por ir bajo los efectos de alguna substancia tóxica.
-¿Vic?-me atreví a decir.
-¿Cuánto hacía que no nos veíamos?-preguntó él.
-No tengo ni idea-dije- pero me alegro de que estés aquí.
-Yo también, ranita- él siempre me había llamado así- Ella es Angela-dijo señalando a la chica-y verás, hace más o menos un mes ella y yo nos casamos.
-¿Qué?-estaba alucinando.-¿Por qué no me dijiste nada?
-Fue algo improvisado. Pero ya me ves, ya no soy como antes. Ella me ha ayudado a salir de toda aquella mierda.
-Es un placer conocerte, Iris-dijo Angela dándome dos besos.- Víctor me ha hablado mucho de ti.
La chica era muy guapa y alta, tenía los ojos marrones y el pelo rubio.
-Igualmente-dije.
Aquella noche cenamos todos juntos y nos contamos historias que nos habían pasado a cada uno. Al fin y al cabo todos los hermanos estábamos reunidos y todos teníamos mucho por contar.
Angela y Vic se conocieron en un concierto de jazz y desde entonces han estado juntos. Jeremy había suspendido naturales y castellano pero había sacado un diez en educación física.
Cuando todos me preguntaron a mí les expliqué que estaba saliendo con un chico y que ya llevábamos tres meses juntos. La abuela se sorprendió pero en vez de hacerme una charla sobre el tema se alegró por mí. Jeremy se puso a hacer bromas ridículas sobre ello y Vic, que en el fondo no había cambiado nada, le reía las gracias. Angela pareció pasárselo bien también. Fue una cena divertida.
Cuando acabamos de comer le ofrecí la abuela ayuda para lavar los platos.
-Esto... Abuela... Los padres de Guillem y él me han invitado pasar noche vieja con ellos... ¿Puedo ir?
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Entre el té y sus ojos
RomanceLos cambios importantes pasan en instantes, ya sea inconscientemente o no. Puede que sean decisiones voluntarias, o puede que sean acciones involuntarias. La decisión de decir algo en cierto momento, de abrazar o no abrazar a alguien; de si correr o...