LÁPIZ Y CUADERNO.
Los sirvientes de la casa, solo podían observar en silencio cómo el joven amo gritaba, maldecía y rompía todo a su paso, tenían lástima por la pobre alma que se encontraba a su lado, hecho un ovillo, con sus manos tapando los oídos.— ¡Te ordenó que hables ahora!. —JiMin lo intentaba pero simplemente no salía ningún sonido de sus labios, quería gritar y decir todo lo que le molestaba.— ¡Habla mugrosa alma!. —fue inútil, el trauma fue tanto que JiMin perdió la voz, provocándole un shock que ni el podía quitar solo así. Suga jalo de sus cabellos con desesperación, la cadena en su muñeca hacia un tintineo que lo tenía irritado.— Será mejor que hables lo más antes posible si no quieres verme enojado. —amenazo el mayor, obligando a JiMin a ponerse de pie y seguirle a su recámara, el castaño entro azotando la puerta detrás de él.— ¿Y bien, piensas hablar o no?. —la mirada del pelinegro estaba puesta en el suelo, como siempre.— Esto es un asco. —Suga sabía que esa cadena era de un metro de larga, sería demasiado incómodo tener que estar unido a ese chiquillo.— Eso me pasa por recibir los regalos de mi padre, que le costaba regalarme un juego nuevo de pintura, porque carajos me regaló un humano inservible.
“El único inservible acá eres tú, tonto mocoso mimado”
Pensó JiMin.
—Ten. —dijo su mayor, dándole un cuaderno viejo al igual que un lápiz, JiMin aún dudoso los acepto.— Al menos con esto podrás comunicarte. —aun cuando no quiso recibirle ese cuaderno, algo en su interior le dijo que lo hiciera.
Una extraña opresión, que lo hacía sentir ¿Seguro?.
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Amo Suga. © |YoonMin| #6
Fanfiction❝JiMin está muerto, su alma está en el limbo, fue de las pocas almas que no tuvieron a donde ir, ni al cielo ni al infierno. Es por eso que el Dios de la Muerte lo llevo consigo, para dárselo de regalo a su hijo, de nombre Suga. Ahora JiMin es el es...