Unión.
Suga se veía diferente, JiMin lo sabía y lo sentía. Desde hace semanas actuaba de una manera, ¿Cómo decirlo? Más educada y comprensiva, desde que aclaro las cosas con sus padres, se sintió un peso menos en toda la casa, el aura de amargura había desaparecido, si bien, desde hace mucho esa amargura se había alejado, seguía presente, pero ya no. JiMin suspiro guardando en el rinconcito más especial de su corazón el momento exacto en el que Jung Suga, sonrió, mostrando sus encías rosaditas.— ¿Y eso que me vez mucho hoy?. —pregunto con humor. El pelinegro rió con ternura provocando que Suga se sintiera como un tonto al verlo hacer ese simple acto.— Si sigues haciendo ese gesto te comenté a besos. —amenazo con diversión, acercándose lentamente hacia la cama donde yacía el menor.
—Te amo. —dijo con mucha pena, aún le costaba demostrar el cariño que le tenía, aún así esas simples palabras hicieron muy feliz al castaño.
—Yo también te amo. —respondio con sinceridad, amaba cada pedacito de JiMin, sus pucheros, sus manitas de bebé, la sonrisita que le regalaba, sus bonitos ojos, su cuerpo perfecto, su amabilidad y respeto, su paciencia y comprensión. Amaba su voz, la cual hace un tiempo había recuperado. Amaba a JiMin.— Y eso, es algo que nunca va a cambiar.
—Te vez muy decidido a mantenerme contigo por toda la eternidad. Amo Suga. —comento, a la vez que le daba la mano al más alto. No había música ni nada por el estilo, pero eso no impidió que Suga y el mecieran sus cuerpos de un lado a otro, bailando el más hermoso vals que sólo ellos escuchaban. La melodía de sus almas. La melodía de una unión, de dos seres que se aceptaban.
—Desde antes de nacer estábamos unidos, el universo así lo quiso y no soy quien para ir en contra de él. —Suga sonreía más seguido, era más amable con los que consideraba, entablaba más conversación con sus padres, incluso con su padrino.— Pide lo que quieras, yo te lo daré. —JiMin se sintió un poco apenado, no quería abusar de la confianza del castaño, pero había algo que quería hacer desde hace ya seis años, que era el tiempo que llevaba en el purgatorio.
—¿Cualquier cosa? —pregunto para estar seguro.
—Cualquien cosa —reitero.
JiMin suspiro un poco temeroso, aún si lo dijo— Quisiera ir a tierra de humanos. —la expresión de sorpresa en el rostro contrario no se hizo esperar, pero antes de que dijera algo JiMin fue más rápido— Quisiera ver a mi mamá, a mi papá y a mi hermano. Quiero despedirme de ellos.
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Amo Suga. © |YoonMin| #6
Fanfiction❝JiMin está muerto, su alma está en el limbo, fue de las pocas almas que no tuvieron a donde ir, ni al cielo ni al infierno. Es por eso que el Dios de la Muerte lo llevo consigo, para dárselo de regalo a su hijo, de nombre Suga. Ahora JiMin es el es...
