❝O l 8❞

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CAMBIO.

Después de haber escuchado una muy efímera palabra dicha por su sirviente Park JiMin, no volvió a lograr que dijera algo más. De echo, se sentía fatigado de intentarlo, ya que un curandero que pasaba de vez en cuando por la gran casa, le hizo saber, que lo que JiMin necesitaba para volver a hablar normalmente, era mucha paciencia, comprensión y sobre todo la causa del por qué de su trauma. Era obvio que tenía que ver con su Muerte y eso llevaría tiempo de saber.

El papá de Suga, Jung HoSeok, solía ir de vez en cuando a la que era y siempre fue casa del hijo, y ya no suya, porque dejo de serla desde el momento en que ambos padres se fueron de ahí. HoSeok miraba y admiraba en completo silencio el gran cambio que se veía, empezando por qué la casa tenía más vida que muerte, los empleados hacían sus labores sin necesidad de temer a que el amo apareciera de la nada, las cortinas estaban abiertas, dejando que la luz del cielo gris del purgatorio entrara por las mismas. Era divertido también observar como el santuario de su único hijo, que era la sala principal, se había vuelto en un reguero de colores en el piso, dibujos mal hechos en las paredes, habían sábanas y colchas de dormir por todos lados, incluso una cama matrimonial en la esquina, sin duda alguna había un cambio y ese cambio venía con el nombre escrito en letras grandes de Park JiMin.

HoSeok paso su mano por sus cabellos blanquecinos, esperando paciente en la que venía siendo ahora la nueva sala de star, porque Suga prohibió que alguien pusiera un pie en la antigua, que ahora parecía ser la habitación principal. Noto también que su hijo, o bueno por lo que los empleados de la casa dijeron, le había bajado una rayita a su intensidad.— Hola padre, ¿Cuál es el motivo de tu intromisión? Espero hables rápido, tengo asuntos que atender. —respondio Suga con lijereza y porte de caballero que bien tenía, solo que de tanto berrinche y estupideces que hacía no se le notaba lo educado.

El Dios de la Muerte, tomo un sorbo de su té, viendo como JiMin jugaba con la solapa del suéter de Suga, mientras que el mayor esperaba su respuesta.— Hijo mío, tu padre vendrá en unos días. —solto la bomba, notando como el rostro del hijo se volvía frío y carente de emociones.— Pero antes de que venga, será tu padrino quien lo haga.

—¿Cual de mis dos padrinos?. —fue lo que Suga pregunto, no prestándole mucho interés a lo primero, y HoSeok supo, que Suga se enojaría mucho cuando le dijera.

—Tu padrino JK. —no fue tan importante, quiso pensar, solo se trataba de un sujeto que Suga no toleraba para nada.

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Amo Suga. © |YoonMin| #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora