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Esa tarde los dos extraños hombres regresaron a su lugar de trabajo, como últimamente era habitual no había nada de trabajo pues el único encargo ya lo había tomado el dúo dinámico de modo que Cioccolata se sentía muy molesto.

—Aghhh ese par. De verdad que los odio... En cuanto Tiziano se descuide le cortaré esas extensiones baratas que llama cabello. Aghh.

—Tranquilo, ya llegará algo para nosotros.—dijo Secco mientras salía del suelo.

—¿Tú crees? Solo esperamos órdenes directas del jefe y siempre somos su última opción porque le damos asco.—dijo el de ojos verdes aún molesto.

—Habla por ti. Yo no le he hecho nada al jefe para que me odie.

—Pero tú estás conmigo así que eso te incluye.–le hizo saber el otro.

—Bueno... Al menos nos guarda como último recurso... El pecoso y los dos jotos siempre se llevan los trabajos importantes. Quizá es porque hacemos más destrozos de los que deberíamos. Si tan solo tuvieras un poquito de autocontrol...

—Imposible, Secco. Tú sabes que no me gustan esas cosas. Además nosotros fuimos hechos para destruir y matar.

–Si...—afirmó el otro. De repente se sintió mal. El cuerpo le dolía y le costaba un poco mantenerse en pie.

—Oye, ¿estás bien?–preguntó Cioccolata el ver al joven palidecer de manera repentina.

—Estoy bien...si...—no era verdad, sentía que moría.

El síndrome de abstinencia de She's So High era diferente al de otras drogas, tanto que podía confundirse con cualquier otro padecimiento.

—Acuéstate un rato... Seguro estás así porque no comes bien, te he dicho montones de veces que el azúcar y los dulces no son comida. Te faltan proteínas y lípidos, mira cómo estás quedando.

—Ahhh, si debe ser eso... Iré a recostarme un rato... Tal vez si duermo me sentiré mejor.—algo dentro de él lo hizo voltear un estante, donde se encontraba su cámara, aquella que utilizaba para grabar las expresiones de dolor de sus víctimas. A Secco le encantaba filmar esa clase de vídeos, pero en ese preciso momento su instinto interior le dijo que pusiera a grabar todo lo que ocurría en la oficina.

Sé que debo confiar en él, después de todo Cioccolata me ama... Pero eso no me asegura que no me hará daño. Quizá mi suposición es incorrecta y solo estoy culpando a la primera persona que viene a mi mente pero... ¿Y si es el culpable de mi daño? ¿Qué diablos hace cuando yo me encuentro dormido? Esas marcas y ese dolor no pueden aparecer súbitamente, algo debe causarlos y estoy ,as que seguro que el causante de todo mi malestar es Cioccolata.

Entonces Secco se sumergió en el suelo y espero a que el otro estuviera lo suficientemente distraído. Tomó la cámara y la encendió, entonces la colocó sin que Cioccolata se diera cuanta en otro de los estantes, donde había un mayor campo que está podía captar.

—Me voy a dormir, Cioccolata. No vayas a hacer NADA RARO.—dijo el menor mientras se acomodaba en esa cama de perro que Cioccolata había traído para él.

—Claro, cuanta con ello.—respondió el cirujano notoriamente distraído, estaba leyendo algo en su teléfono.

Con algo de preocupación ante lo que fuera a ocurrir, Secco cerró los ojos y durmió. Tardó muy poco tiempo en caer en sueños profundos pues se encontraba muy cansado. Era verdad, su alimentación estaba muy mal y por eso se cansaba demasiado.

Para fortuna de Cioccolata, el menor ya había empezado a roncar, lo que le daba luz verde a comenzar con otro de sus enfermos planes. Esta vez iba a ser algo interesante, pues disponía de órganos frescos recién arrancados del cuerpo de gente inocente: un riñón, un útero y una vesícula biliar, todos ellos pertenecientes a pacientes completamente sanos.
Estaba impaciente, ya quería comenzar. Había planeado hacerlo del modo más discreto posible, el plan era simple, llenar con sus fluidos aquellos tejidos vivos e introducirlos al cuerpo de su amante. Para esto operaría a Secco, claro en cada incisión que hiciera con el bisturí tenía planeado meterle la verga, soñaba jodidamente excitante en su cabeza.

Algo que le ayudaría mucho sería su más reciente descubrimiento acerca de aquella droga que utilizaba para hacer "volar" a su amante. Si la droga era ingerida, causaba efectos muy particulares en los usuarios de stand, por ejemplo parálisis temporal de extremidades, pérdida de memoria y por supuesto imposibilidad de invocar a su stand. Pero Cioccolata había investigado más a fondo los posibles usos y aplicaciones de tan maravillosa sustancia adictiva y encontró que si She's So High se administraba IV era un potente anestésico.

Cioccolata quería mucho a Secco, por lo tanto no quería causarle dolor, así que pensó que era mejor si el muchacho permanecía dormido todo el tiempo.

Una vez que llenó la jeringa con la dosis exacta de droga en base al peso de Secco, se acercó a él y en un movimiento rápido y preciso le inyectó todo el contenido. Normalmente Secco dormía como una piedra así que no se preocupo por despertarlo con el piquete, además Cioccolata tenía una buena mano para esas cosas.

—Si, si, si... Pronto te tendré a mi disposición amor mío. Probaremos algunas cosas nuevas.—dijo.

El pobre Secco siguió dormido, no sabía lo que ocurría, no podía moverse, su stand desapareció de su cuerpo. Ya había sido inducido al efecto de la droga y lo peor se avecinaba. Había muchas posibilidades de que esos fueran sus últimos minutos de vida.

Con delicadeza, Cioccolata lo cargó hacia el escritorio y ahí lo depositó. Sacó de el cajón unas cuerdas, las cuales guardaba para ocasiones importantes y amarró los brazos y piernas de su amante a las patas del escritorio, asegurándose así de que si en algún momento el rubio llegaba a despertar, de todas maneras le sería imposible huir si se encontraba atado por completo.

En seguida corrió por su bolsa, ahí guardaba todo su material médico. Comenzó a sacarlo todo y a organizarlo, una vez que estuvo todo listo procedió a comenzar.

—Inicia cirugía...—dijo para sí.

Odio esto... Tengo mucho sueño pero no puedo dormir :( así que me puse a escribir para que me diera hueva y ya se me fue el sueño. Me caga mi existencia agh,

Sweet as sugar [Cioccolata x Secco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora