–Bueno, yo tenía planeado que cuando te demos el alta, antes que nada vayan al cine y después a cenar algo... Ya sabes ¡cómo en las películas! Todo bonito y así.—dijo el muchacho.
—Me parece bien... Aunque me preocupa, ¿sabes? Cioccolata podría verme y...
—Cioccolata.—repitió Alexander—Entonces es real la leyenda urbana. Qué cosa tan curiosa.
–Yo era su compañero. Trabajábamos en... En algo muy malo.
—La mafia, me imagino. Oye no soy un niño, sé mucho de esas cosas. Por favor háblame más de esto, te prometo no decirle nada a Nina, pero quiero saber qué fue exactamente lo que te trajo aquí. ¿Cioccolata tiene que ver en esto?
—Si, tiene mucho que ver. Básicamente quiso matarme, yo creía que me amaba y realmente fui un imbécil al no huir a la primera. —Secco comenzó a narrarle todo lo sucedido desde el principio, mientras Alex solo escuchaba con atención, el simple hecho de imaginar todo lo que su paciente le explicaba le causaba mucho miedo.
—Vaya, es un milagro que sigas con vida. Definitivamente tenemos que cuidarte mucho. Además, ese stand... Me asusta mucho. Mi Radiohead no podría competir contra él, Green Day es muy poderoso. Mi Radiohead es... Una basura comparado con el poder destructivo de ese stand.
—¿Tu stand se llama Radiohead?—preguntó Secco. Estaba algo curioso, quería saber más acerca del stand de Alex.
—Te mostraré... Espera un segundo. No me gusta que lo vean, mi stand es una mierda.—se levantó del pequeño banco y aseguró la puerta del cuarto.—Lo llamaré. Te advierto que quizá te sientas algo raro. Es normal, mi stand es la cosa más melancólica existente sobre la tierra, igual es una basura...
Apareció a un lado de él una figura poco común, era distinto a los stands humanoides que había visto antes, pues éste no parecía una criatura como las otras, sino más bien parecía un ángel. Se veía más humano que el resto de los stands, pero era bastante hermoso, aunque parecía algo triste.
—Vaya... Es algo fuera de lo común, se parece a ti.—dijo Secco admirándolo.
—Es solo un estúpido muy triste. No es la gran cosa, no tiene un poder destructivo. Dicen que un stand es la representación del alma y la personalidad del portador... Mi stand es muy bello, pero su poder es tan inútil como yo.
—¿Qué puede hacer?—preguntó Secco.
—Lanza flechas y te contagia su ansiedad. Si eres un alma débil puede llegar a volverte loco.—respondió—¡Hey, Radiohead no toques a Secco!
El stand se encontraba junto a él, su rostro expresaba un terrible sufrimiento, a pesar de ello era bastante hermoso. Cuando la mano de Radiohead se posó en la cabeza de Secco, este sintió que se llenaba de una terrible desesperanza, se sentía desanimado de la nada.
–¡Te dije que no!—Alex tomó la mano de Radiohead y le dio un golpecito como suelen hacerlo las mamás con los niños que agarran cosas sin permiso.
—¿Qué fue eso? ¿Por qué tú no te ves triste?
—Oh, bueno... Quizá Radiohead y yo combinamos muy bien... Somos uno mismo. No puede hacerme sentir mal porque yo soy él y él es yo.
—Después de todo tu habilidad no es una basura. Podría ser útil pero tengo una duda...—dijo Secco observando nuevamente al stand que ahora se encontraba en el suelo hecho una bolita.
—¿De qué se trata?
—¿Por qué se llama Radiohead si no tiene cabeza de radio?
—Creo que Nina y tú están hechos el uno para el otro... Ella preguntó lo mismo la primera vez.—retiró su stand, le avergonzaba mucho pues el envidiaba a el resto de los usuarios, con sus poderes asombrosos y sus stands impresionantes. Él sólo tenía un niño muy triste que lanzaba flechas. No era la gran cosa.
–Bien, gracias por enseñármelo. Aprecio que lo hayas hecho. No eres alguien muy abierto ¿eh?
—Para nada...
—Oasis.—hizo aparecer su stand armadura. Alexander quedó impresionado.
—Oasis, lindo nombre... ¿Qué puedes hacer con él?
–Observa.—Secco se sumergió en el suelo y en cuestión de segundos apareció del otro lado de la habitación.
—Es genial. Ojalá Radiohead pudiera hacer algo así.
—Cioccolata y yo combinábamos perfecto. Nuestras habilidades estaban hechas para estar juntas...
—Me imagino... Pero no temas amigo. Yo cuidaré de ti y ese viejo lesbiano no volverá a tocarte.
En eso escucharon el sonido de la puerta, alguien llamaba. Alex se apresuró a abrir en lo que Secco retiraba su stand. Se trataba de Nina, quien tenía noticias.
—Hablé con los otros médicos, mañana mismo puedes irte. Espero mi subordinado té haya comentado mi plan.—miró a Alex quien solo se encontraba recargado en la pared rascándose la oreja.
—Eh, le dije lo que me dijiste.—respondió Alex.
—Me parece una buena idea. Espero no ser una molestia.—dijo Secco.
—Para nada, tú nunca serías una molestia para mí.—Nina tomó con fuerza la mano de Secco.
—Creo que iré a ver si ya puso la marrana. Adiós.—Alex se fue cerrando la puerta detrás de él.
Secco y la doctora se quedaron unos minutos así, sin decir nada, solo viéndose mientras continuaban agarrados de la mano.
—Pase lo que pase, Secco yo te cuidaré.
—De verdad estoy agradecido.
No podía esperar más, ya quería salir del hospital y comenzar una nueva vida.
Mientras, en las oficinas de Passione Cioccolata seguía investigando el paradero de Secco. Sabía que no estaba muerto, pero no tenía idea de dónde encontrarle.
—Maldita basura infeliz...—dijo para sí mismo mientras analizaba sus opciones—Es como si la tierra se lo hubiese tragado. Jajajaja literalmente le pasa eso siempre... Pero no pudo haber ido lejos, se supone que estaba muy grave. Es para que hubiera muerto... A menos que alguien lo haya encontrado.—No había pensado en esa posibilidad pero había dado en el blanco, solo le hacía falta descubrir quién diablos había ayudado al pobre Secco a sobrevivir.
Se viene la sangre, muerte y destrucción uwu
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Sweet as sugar [Cioccolata x Secco]
FanficCioccolata se siente atraído por su compañero. Secco en cambio odia a Cioccolata pero nunca se lo demuestra porque está agradecido con él y a pesar de que le cae como un hígado le tiene mucho respeto y admiración. Todo cambia en el momento en que en...