Sweet as sugar [Cioccolata x Secco]

19

Entonces con esa mitad de riñón en una mano, Cioccolata lo acercó a su boca y lo lamió en varias ocasiones llenando su lengua de sangre.

—Es muy salado, como un chamoy. Debe ser por las altas concentraciones de sodio y minerales que son transportadas en él. Vaya riñón pensé que eras más del tipo de Secco. Dulce como la miel ¿me entiendes?

El riñón por obvias razones no dijo nada, aquel órgano sin vida goteaba bastante sangre aún.

—Bien, no necesito tu opinión, mierda.—arrojó el pequeño riñón a el abdomen abierto de Secco y después se acercó a revisar donde había caído. Este había aterrizado sobre las asas intestinales de Secco causando que estas se movieran de forma extraña.

—Umhh ve donde puedo ponerte a ti. Claro en la pelvis, cuando se realizan trasplantes de riñón lo hacen de este modo.—como pudo realizó el siguiente corte, esta vez en la zona pélvica de su amante, sin embargo el corte era pequeño así que no tuvo más opción que aplastar el riñón hasta hacerlo como una gelatina y lo metió en ese pequeño agujero que había hecho. Una vez que estuvo feliz con su trabajo, decidió jugar un poco con esa incisión antes de cerrarla. Entonces tomó su pene aún duro y lo metió ahí, el sonido que produjo era demasiado gracioso, ya que el miembro viril de Cioccolata presionaba el deshecho riñón dentro de la pelvis de Secco.

—¡Jajaja! Qué divertido sonido hace esto cuando te la meto. Pero dejando eso a un lado se siente muy bien.—continuó violando lo sin detenerse, con cada penetracion introducía más profundo aquel "triturado de riñón" hasta que después de algunos minutos terminó corriendo se dentro, mezclando el triturado de riñón con sangre y semen.—Vaya, riñoncito. No estabas tan mal después de todo.—se apresuró a sacar su pene de aquel orificio, que notoriamente se había hecho más grande. Era una suerte que Secco estuviera sedado, ya que habría sido sumamente doloroso para él.

Entonces Cioccolata tomó la sutura de catgut y comenzó a suturar la herida, como siempre sus nudos eran ordenados y bien hechos, respetando la regla de un centímetro de separación entre cada uno de ellos.

—Ahhh no puedo creer que ya me sienta agotado... Aún me queda mucho tiempo para seguirme divirtiendo contigo, Secco.—le dedicó una cariñosa mirada al hombre que se encontraba amarrado al escritorio con el abdomen expuesto.—Bien, bien ¿qué sigue ahora? ¿Quieres que te mutile? ¿O prefieres que te cause un prolapso anal? ¿Qué te gustaría más, amor mío?

Secco siguió dormido, aunque con cada minuto que pasaba el efecto aminoraba, era una d las desventajas de She's So High; a veces el efecto podía prolongarse o reducir su tiempo dependiendo la absorción y el metabolismo de la sustancia.

Cioccolata pensó que cortarle el pene a su amado sería algo tedioso, por eso descartó la idea de la mutilación. Pensó también en que si le provocaba un prolapso tendría que repararlo y no estaba de humor para acomodar y unir los músculos rotos del interior de Secco. Así que creyó que llenar condones con su semen y enredarlos en sus costillas  era una idea mucho mejor, de modo que no perdió el tiempo y se fue directo a buscar las cajas con preservativos que se encontraban en el cajón del escritorio.

Cioccolata no tenía idea de por qué diablos había tantas de esas ahí, solo sabía que cada vez aparecían más cuando el jefe y Doppio se quedaban hasta tarde hablando de asuntos de la organización, pero sabía también que desaparecían algunas cuando Tiziano y Squalo se encargaban del papeleo. Así que no le importó tomar prestadas algunas de las dichosas cajas, las cuales contenían un total de tres piezas cada una.

—Bueno, tomando en cuenta mi condición y que aún debo cerrar tu herida... Yo diría que debo apresurarme a cogerte y así eyacular al menos unas cinco veces.—hizo algunos cálculos en su cabeza, no sabía si podía hacer eso.

Una de las ventajas que encontró Cioccolata al amarrar a Secco en el escritorio fuese que de ese modo, sus piernas quedaban abiertas, dejándolo listo y expuesto sin ningún esfuerzo, cosa que fue un hallazgo importante pues le serviría de mucho para lo que iba a hacer.

Abrió los condones y se puso uno, entonces sin miedo a lastimar a Secco se introdujo completo de una sola.

—Ahhh si~

Posó sus manos en una de las grandes nalgas de Secco y la acaricio primero de forma suave y con forme los segundos transcurrían fue presionándola más fuerte hasta el punto de clavar sus uñas en la suave piel clara de su amante dormido. Por otra parte él no se quedaba quieto, después de todo podía cogerselo como le viniera en gana, Secco no sentía, no se iba a quejar, no iba a llorar, no lo iba a ver con esos grandes ojos azules suplicando piedad, solo estaría ahí. Ahí tendido como un bistec en el asador, sin hacer nada solo cociéndose a altas temperaturas. En el caso de Secco el solo estaba existiendo mientras Cioccolata se encargaba de quitarle la virginidad total de su cuerpo. O mejor aún, el solo estaría tendido mientras Cioccolata lo conducía en un camino recto hacia la muerte.

Una vez que se vino retiró el anticonceptivo de barrera e hizo nuevamente un corte en Secco, justo en el lugar cercano a la parrilla costal. No iba a costarle tanto trabajo enredar aquellos condones usados en las costillas del menor, ya que eligió las más alejadas de los puntos vitales para así evitar lastimar sus pulmones. Cioccolata era muy amable y considerado con su adorable Secco.

Uno a uno fue dejándolos  entre los huesos hasta que vio su tarea por concluida. Era en verdad una auténtica obra de arte. Entonces revisó el reloj que colgaba en la pared y se percató de que ya no le quedaba tiempo. Tenía que cerrar todo y fingir que nada había sucedido.

H o l a
Banda
Uwu

Aquí es donde pregunto ¿quieren que Secco viva o lo mato? Jajaja :"v ok no.