Cualquier Estupidez

Prólogo

     El viento era fresco y me agitaba el cabello, haciendo que me cubriera el rostro. Le di un trago a mi vaso de plástico, pensando que tal vez debería irme, Julie había desaparecido y yo estaba solo, o así era como me sentía, a pesar de que la casa estaba llena de personas.

—Hey— dijo alguien detrás de mí

     Giré la cabeza y no pude evitar sonreír, después de unos segundos volví a mirar al frente.

—Con que eres tú

—Soy yo— contestó, acercándose a mí

     Tenía el rostro enrojecido y apestaba a alcohol. Expulsé el aire de mis pulmones en cuanto llegó a mi lado.

—Has estado bebiendo— dije y miré a mi izquierda, en donde se había detenido

—Solo lo necesario— aseguró

     Clavó sus ojos azules en los míos durante un segundo, después dejó que su mirada cayera al piso.

— ¿Qué haces aquí?— pregunté

—Estaba buscándote— respondió, con la voz llena de confusión

— ¿Buscándome? Me odias— aseguré— ¿por qué estarías buscándome?— agregué

     Pareció sorprenderse, me miró y negó con la cabeza.

—Yo no te odio, Will

     Me quedé callado, esperaba que una respuesta acudiera a mi mente. Ya le había dejado en claro que yo no lo odiaba. Sentí que pasó una eternidad en silencio, sin que nosotros dejáramos de mirarnos. Lo siguiente que pasó fue demasiado rápido.

     Colocó sus manos en mi cintura y se acercó a mí hasta que nuestros labios se tocaron. Cerré los ojos, puse una de mis manos en su cabello, la otra la dejé en su hombro, y me acerqué más a su cuerpo, pegando mi pecho al suyo. Movió su mano ligeramente y se aferró a mi cadera, clavando sus dedos en mi piel, yo acaricié su cabello mientras el beso se profundizaba. Sabía que eso lo iba a cambiar todo.