V E I N T E - ESPECIAL "AMISTAD"

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LALI

Cuando se fueron todos decidí ponerme a escribir una carta para todas mis amigas, y amigas me refería a Eugenia, Candela, María, Rocío, Daniela y Belén. Si Belén ya es parte de la familia, Peter a veces no la soporta pero la quiere como una amiga. Siempre estuvo pendiente de mí, después de mi accidente, fue muy importante saber que la tengo en mi vida no solo por Alle sino porque ella misma se hizo notar que quería formar parte de esta gran familia, porque mis amigos eran mi familia, lo único que tenía. Obvio que Peter es un caso aparte, a pesar que siga enojada estoy acá para ayudarlo en lo que sea de su empresa y demás. Si acá estoy con Clarita su secretaria de unos cuarenta años, todavía me sigo riendo cuando me enteré quien la contrato haya sido la tía Julia ya que era su amiga.

—Seguís enojada?—dijo alguien en mi oído, ya había venido unas 20 veces.

—Si Peter, anda a trabajar. Estoy haciendo algo importante, no me jodas—dije tapando mi "pequeña" carta.

—Me das un beso?—Pregunto y reí, negué y seguí escribiendo a pesar que todavía lo tenía atrás mío.

—Claritaaaa, suena el teléfono de la oficina de Peter no?—Grite para que me escuché y ella me dió la razón.

—Peter, teléfono—dijo y yo reí y él solo negó y se fue.

Seguí mi carta y lo primero que escribí lo comencé a leer otra vez para ver como iba quedando, tenía organizado armar una cena en casa, pero solo nosotras y Allegra.

GRACIAS POR SU AMISTAD:

Tal vez no se los diga muchas veces, pero soy feliz de tenerlas en mi vida. La soledad de este mundo se vuelve efímera cuando estoy con ustedes. Es así. Tienen ese algo que aleja los fantasmas de mi vida y me hace pensar en presente, mirando de reojo a un futuro en el que, estoy segura, que seguirán formando parte de mi vida.

No me importa las veces que tenga que repetirles las mismas cosas, lo cabezota que sean o las discusiones que tengamos. Después de todo, juntas formamos esta amistad y los roces están hasta en los cimientos de lo que construimos. Será que somos tan diferentes e iguales al mismo tiempo, que es imposible no chocar.

Así que… gracias. Por estar ahí cada día y saltar los muros que siempre intento levantar. Lo siento. Nace de mí protegerme y solo ustedes son capaz de mirar dentro por muchas barreras que trate de poner en medio.

Ustedes siempre están ahí, sin importar los problemas, haciendo caso omiso de la vida cuando ésta más aprieta. Será por eso que puedo decir sin dudar, que por muy cuesta arriba que se nos ponga todo, seguiré estando a su lado con la mano tendida y mi amistad dispuesta a soportar cualquier caída—me emocioné cuando leí hasta ahí, no era el final, era el comienzo.

Leí hasta ahí y ya quise que salir de la empresa para empezar la cena y el postre para esta noche. Si ya había pasado una semana que seguía enojada con Peter pero igual seguía viniendo a su casa y a la empresa porque en casa me sentía sola y se qué él me va a explicar cuando yo quiera escucharlo. Las chicas dicen que ya es hora que lo perdone, pero no, no va a ser perdonado hasta que me dé la explicación cuando yo se la pida.

—Y que vamos a comer está noche?—Pregunto Peter dentro del auto.

—Vos comes en tu casa o con los chicos, yo ya organice con las chicas en mi casa—dije agarrando mi celular.

—Mi amor, no me vas a perdonar?—Pregunto serio, hacía mucho no lo escuchaba decirme algo tan serio.

—No todavía Peter, me mentis, a mí me duele aunque no te des cuenta—dije sería.

OjaláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora