D O S

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Lali

Como nunca me desperté a las 6:30, desayuné me puse una pollera tuvo negra y una camisa blanca. Por como vi vestida a Laura la recepcionista de abajo. Desayuné un café con unas galletitas dulces, porque realmente no sabía cómo ni a qué hora iba a volver a comer. Mí jefe no me dijo nada, solo las reuniones que tenía que organizar y la agenda de la semana INCREÍBLE! Ojalá no sea tan pesada la primer semana, porque no me quiero imaginar porque la anterior secretaria dejó el puesto. Mí casa estaba un poco lejos de la empresa a unos 15 minutos, odio llegar tarde. Llegué a la oficina, a mí puesto de trabajo, él aún no había llegado. Vi una puerta que no había visto ayer, entonces ahí supe que era una cocina bastante grande, más grande que la de mí pequeña y cómoda casa puse a calentar el café como me lo había pedido el señor Lanzani, cuando escuché a alguien hablando supe que era él.

—Señor Lanzani, su café—dije con el vaso en la mano.

—Si, llámame más tarde. Si, chau—dijo cortando el celular—Pensé que no habías venido—dijo agarrando el café.

—Es mí primer día, y aparte dije que necesitaba el trabajo—dije yendo a mí lugar de trabajo.

—Que tengo para hoy?—Pregunto acercándose.

—Tiene una reunión con el señor Keita, a las 8:30 se presenta acá—dije mirando mí computadora.

—Bien, luego?—Pregunto tomando su café y mirando su celular.

—Tiene reunión en la escuela de idiomas—dije mirando que era la que trabajaba Rochi.-

—Ah sí, Allegra—dijo mirandome.

—A las 11 tiene cita con el señor Dalmau-dije mirándolo—Y hasta las 14:30 no tiene ninguna reunión con nadie—dije sentándome en mí lugar.

—Bien gracias Mariana. Avísame cuando llegue el Sr Keita—yo asentí lentamente.

Estuve ordenando algunos papeles que había en mí escritorio, y había mucho desorden, cuánto estuvo sin una secretaria este hombre?

—Hola buenos días—dije mirando a un hombre que entró.

—Hola necesito ver a Peter—dijo un señor alto y moreno.

—Usted es el señor Keita?—pregunte, ya que ni siquiera trato de usted al señor Lanzani.

—No, soy su hermano—dijo sonriendo—Tu debes ser su secretaria—yo asentí sonriendo.

—Señor su hermano está aquí-dije llamándolo—No, no tenían una cita para hoy...—mire a su hermano—Okey, le digo—Dice si puede venir a las 9—el negó.

—Voy a entrar, soy su hermano mayor—dijo sonriendo.

—Pero..—dije cuando ya había entrando.

—No entres así a mí oficina Nicolás—dijo el señor Lanzani.

—Necesito que busques a Tomás que está con Julia—dijo Nicolás.

—Pero yo no puedo, sabes que tengo mucho trabajo—dijo un Lanzani enojado.

—Dile a tu secretaria, me vas a decir que no tiene un espacio—dijo Nicolás, uh cague yo.

OjaláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora