D I E C I S E I S

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LALI

Después de dos semanas de volver a retomar mi relación con Peter como amigos le pedí que me lleve a los lugares que ya me había llevado, quería recordar cada momento que vivimos juntos, cosa que no recordaba nada cuando llegaba a esos lugares, lloraba cuando él me dejaba en casa.

Era un día hermoso de una de las estaciones más lindas la ¡PRIMAVERA!, las flores y plantas de mi jardín estaban alegrando el día, hoy era mi día de franco, día viernes ¡HAPPY! Ví a Lanzani cruzar la puerta de la entrada de mi casa, sin Allegra y era raro verlo sin ella, para todos lados iban juntos, y no me quejaba AMABA pasar tiempo con los dos. Es más a veces me aburro al lado de Peter cuando quiere ver películas de acción cuando yo quiero ver comedias o románticas. Hoy era uno de esos días, día viernes de comidas chatarras, helado y conociéndonos de nuevo porque era así hace dos semanas. Y seguramente iba a querer ver una de sus películas que tanto le fascinan, si ya lo conozco un poquito mejor. Mirándolo por la ventana me sonrió, esa sonrisa que te hace sonreír, ya no usaba tanta barba que llevaba hace dos semanas en el bautismo de Mila, se la dejaba una o dos semanas según él, igual no me quejaba cuando me besaba si me besaba, hace desde el viernes pasado osea ya pasó una semana desde que lo besé, y le dije que me gustaba pasar tiempo con él.

—No puedo creer que vengas de traje, acaso no llegaste a tu casa?—dije mirando el reloj en mi pared.

—Hola o nosotros dormimos juntos?—dijo abrazándome.

—Holaaa—le di un beso en la mejilla—porque seguís de traje?

—Hoy saldremos a comer, nada de películas como los típicos viernes—dijo él sonriéndome.

—Y que vas a llevarme a un restaurant muy elegante? Porque sabes que no soy de tener vestidos así lindos—dije preocupada, y él solo se digno a reír.

Peter empezó a reír y yo solamente lo miré, no entendía la razón de la que se reía. Al final me dijo que nos íbamos un segundo a su casa para que pueda bañarse y cambiarse para ir al cine. Fuimos al cine, compramos pochoclos dulces, si los dos éramos fans de lo dulce, cuando él quería cosas saladas lo hacía cuando yo no estaba o cuando yo ya tenía mi comida dulce. Fuimos a ver "El hilo rojo". Cuando menos me daba cuenta lo tenía a Peter en el oído diciéndome "Vos sos mi hilo rojo" solo le di una sonrisa. No sabía que decirle y me dolía, aunque yo pasando este mes y los dos que no habíamos hablado, sentía algo. Sentía algo de verdad.

...Una semana después...

Turno en mi doctora favorita, no la extrañaba ni un poquito, no quería saber de lo que se me venía por no recordar absolutamente nada, es más ya antes de venir a la clínica quise llorar y mucho. Extraño tanto tus abrazos abuela que me duele el corazón cada vez más, esperé a que Peter llegará por mí para que me acompañe a la doctora, me arrepentía de decirle cuando lo había llamado a las siete de la mañana para que a las 10 venga a buscarme porque a las 11 tenía turno, inmediatamente me dijo "Espero que estés lista cuando llegué" y si ya estábamos camino a la clínica y no quería entrar.

—Mariana Espósito—dijo la doctora desde adentro, Peter agarró mi mano y entramos—Wow Peter hacía bastante no venías, bah la última vez dijo Lali que ustedes se habían tomado un tiempo—dijo dirigiendo nos con la mirada que tomemos asiento.

—Lali, bien te digo que los últimos estudios que te hicimos salieron bien, aún no recuerdas?—Pregunto y yo solo negué—Bien hablé con mis colegas y me dieron su opinión que creo que yo coincido con ellos—dijo eso y me asusté, sabía que no era nada bueno.

—Y que es Michelle?—Pregunto Peter, si Michelle fuera una mujer de 26 o un poquito más iba a ponerme demasiado celosa, pero no Michelle solo tenía unos 55 años.

—Miren chicos es difícil esto, pero como no tenemos otra teoría ya que no recordas nada—dijo eso y yo solo mire para el lado de la ventana que daba un patio chiquito—No creemos que recuperes la memoria, de ese año y todo lo que hiciste antes y después-ahora si estaba con lágrimas sobre mis mejillas—Lo lamento muchísimo Lali, pero los estudios, todo lo que te hiciste sale bien, solo es tu cabeza o mejor dicho tu cerebro que no quiere recordar—dijo apenas sonriendo.

—Osea que no sabemos si va a recuperar la memoria—dijo Peter y Michelle negó.

—Y no, porque todo está bien. Solo es eso que es su cerebro o mente que no quiere recordar o no logra recordar nada—dijo eso y no sabía que iba a ser de mi vida, sabía pero quería irme corriendo pero Peter me tenía entrelazadas nuestras manos y amaba eso, amaba tener a Peter conmigo en estos momentos.

Deje de escuchar en el instante que dijo que no sabía si iba a recuperar la memoria, ví que Peter seguía atento a la conversación que mantenía con mi doctora, estaba preocupado. Pero yo ya no era feliz desde el maldito accidente, no recordaba ni siquiera de ir haber conocido a mi novio como mi jefe. Ojalá pudiera volver al tiempo atrás. Salí corriendo de la clínica, no pensé ni un segundo en subirme a un taxi que pasaba por ahí y fui al lugar donde quizás me haga bien, le di la dirección al taxista y me llevó hasta ese lugar, llorando mares.

—te necesito tanto abuela, porque tuviste que dejarme—dije tocando su lápida.

—ella está con vos mi amor—dijo esa voz que en los últimos meses me hizo muy feliz.

—que haces acá?—pregunte mirándolo con lágrimas aún.

—se que cuando estás triste te encabullis en mis brazos, o te escapas y se donde vas. Yo más que nadie se que estas mal mi amor, pero lo vamos a superar juntos, te lo prometo—dijo Peter acariciando y borrando esa lágrima que se me caía.

-Gracias—dije y él solo me sonrió-Gracias por ser como sos conmigo, a pesar de que no te recuerde estás acá conmigo, apoyándome, siempre cuidándome. Siento que te amo mucho más de lo que imaginó, te amo—dije besándolo.

Volvimos a casa tristes aún, pero con media sonrisa porque tenía al hombre de mi vida conmigo, mirándome, haciéndome feliz y dándome con los gustos. Y ahí entendí que no me hacía falta recordarlo, porque lo tenía conmigo, él estaba conmigo a pesar del accidente, siempre me banco a pesar de no recordarlo, pero hoy me enamoré como nunca, hoy sin pensarlo no me había dado cuenta lo feliz que era a su lado. Lo amo como nunca ame a nadie más. Hicimos el amor como si hubiese sido nuestra primera vez, me dijo que me amaba y que él siempre iba a estar para mí, y yo sin dudarlo le dije que era mi amor por siempre, el hombre que siempre soñé con tener a mi lado. Y ese ojalá pudiera ya fue, ahora soy feliz con él y a nuestra manera.









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