Capítulo 4 [EDITADO]

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No quería ir a la escuela hoy, no sabía como iba a ver a San y a su gemelo a los ojos. Primero San intenta besarme el sábado en la tarde y Sannie en la noche. Digo, no me molesta en lo absoluto porque, ¿quién no quisiera besar a alguno de ellos? O sea, por Dios, tampoco soy estúpido, pero no soy tan cabrón como para hacer eso con dos personas que son unidas de sangre.
YeoSang no había parado de molestarme en todo el camino cuando íbamos a casa. Me seguía preguntando qué estaba pasando; si realmente nos besamos, si me gustaba, si quería besarlo... Era una sarna de preguntas las que hacía que ya estaba fastidiado y si de verdad no hubiera estado cansado, me bajaba de su coche y me iba caminando a casa.

Al entrar al salón que me tocaba, me senté donde de costumbre —en el centro de éste—, y me recosté sobre mis brazos para dormir un poco más en lo que daba la hora de la clase y el resto entraba. Alguien más había llegado y se sentó cerca mío, y lo sé porque el ruido que hizo fue muy cercano a mí. Todo fue así durante los próximos diez minutos. Me levanté y vi que YeoSang iba entrando apenas, pero no venía solo. San venía hablando con él muy animadamente, con una sonrisa de oreja a oreja, dejando ver sus hermosos hoyuelos y su perfecta dentadura; vestía todo de negro. YeoSang, al saludarme, atrajo la mirada de San a mí, y borró su sonrisa al instante, dejándome ver tan sólo una mueca. Apenas y me saludó con un leve movimiento de cabeza. Sang se sentó enfrente de mí, San a un lado de mi mejor amigo y después entró Sannie cargando sus libros. Al parecer me estaba buscando con la mirada porque cuando me vio, sonrió ampliamente y me saludó con su mano izquierda, pero eso causó que sus libros se le cayeran. Muchos del salón rieron y vi como él se sentía apenado. Me levanté de mi asiento sintiendo la mirada de San sobre mí al ir a ayudar a su hermano.

—Que vergüenza —dijo el rubio en un susurro.
—Hey... —lo miré y sonreí, mostrando mis dientes y el me miró e hizo lo mismo—... tranquilo. A cualquiera le pasa.
—Gracias Woonie —dijo poniéndose de pie.
—No hay de qué, Sannie hyung —respondí cediéndole el paso. Se sentó justo a mi lado y dejó sus libros sobre la mesa de la silla—. ¿Cómo va tu día?
—Sin mencionar lo de ahorita, va bien, gracias por preguntar —contestó tímido—. ¿Y el tuyo Woo?
—Acaba de mejorar —le respondí sonriente sin dejar de mirarlo, cosa que le hizo sonrojar al instante y bajó su mirada cubriendo sus mejillas con sus manos. Reí por eso—. Eres demasiado tierno —dije entre risas y la profesora llegó. Era hora de la clase.

***

—Aléjate de WooYoung —dijo San al salir de las clases que tuvieron ese día.
—¿Por qué habría de alejarme? —dijo su hermano terminando de cerrar su casillero.
—Porque me gusta y lo quiero para mí. No quiero compartirlo con el aburrido de mi hermano —respondió con una leve sonrisa de lado—. Además, ¿qué te hace pensar que alguien tan atractivo y sexy como él se pueda fijar en ti? Sólo mírate, Choi San. Eres patético y aburrido.
—¿Cómo puedes insultarme siendo yo tu único hermano —recalcó—, y encima sin siquiera haberte hecho algo? —preguntó dolido—. Aparte... WooYoung no es un objeto. Él decide con quién estar y con quién no, y no por ti me alejaré de él —dijo firme.

San lo tomó del cuello poniéndolo contra el casillero, ejerciendo la presión suficiente como para que su hermano no pudiera respirar bien, y entre los dos, San era más fuerte, el rubio no tanto. Su hermano trató de zafarse de su agarre pero era inútil.

—Te vas a alejar y punto, Choi San. No es tema a discutir —terminó de hablar y lo soltó, cosa que para el ojiverde rubio resultó todo un alivio.

Lágrimas empezaron a salir de sus ojos y se sintió de lo más mal. ¿Cómo no sentir un dolor en el pecho cuando tu propio hermano te amenaza para que te alejes del chico que le gusta? Por un chico. WooYoung no era el único, había mil chicos más en toda la tierra.
Los estudiantes pasaban y no hacían nada por ver si Sannie estaba bien. Estaba hecho una bolita pegado a los casilleros, abrazado a sus piernas. Escuchó una risa muy familiar pasar por ahí. Levantó su vista un poco y logró divisar a WooYoung con unas chicas y sus amigos. Estaba muy animada la conversación, parece. No quería que lo viera así de mal. Tomó sus cosas que se cayeron al suelo por culpa del pelinegro de su gemelo y entró corriendo al baño, pero éste, por la prisa, no vio que WooYoung notó que entró corriendo a aquel mencionado lugar.

¿Quién es San? [WooSan/SanWoo] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora