¿Quién es San? [WooSan/SanWoo] (EN EDICIÓN)

Capítulo 27

Era sábado por la tarde. Mucha gente en el parque del centro de la ciudad, el lugar perfecto para que ninguno de los amigos de ambos supieran lo que pasaba realmente. Tomó asiento a un lado de él en la banca del parque mientras se fumaba un cigarrillo. 

—Te dije que no nos podíamos ver —murmuró con molestia el mayor, dándole una mirada de reproche. 

—Me valen mierda tus condiciones —respondió exhalando el humo del cigarro—. ¿Cómo vas con mi encargo? 

El chico mayor de los dos suspiró, pasando sus manos por su pantalón.

—Eso creo. No lo sé. Hace unos días salió con él a una pista de hielo. Por lo que sé, la pasaron muy bien —lo miró sin expresión alguna en el rostro. 

—¿No puedes hacer tu jodido trabajo bien? Por algo te estoy pagando, estúpido —su ceño estaba fruncido, y su tono de voz era severamente elevado, de molestia. Lanzó su cigarrillo al suelo, pisándolo con la suela de su zapato—. Sabes que si fallas te cobraré el dinero que te estoy dando, ¿verdad?

—Ya cállate San —gruñó entre dientes—. Sabes que sino necesitara ese dinero, no haría lo que hago. 

—Magnífica idea la de habernos conocido en mi fiesta de bienvenida —sonrió cínico—. Pobre WooYoung... Si tan solo supiera que su mejor amigo le va a dar una apuñalada por la espalda y de la peor manera —rió poniéndose de pie—. Quiero que lo rompas. Que lo dañes, que hagas que no quiera regresar con mi jodido hermano... Quiero que cuando eso suceda, WooYoung esté tan vulnerable que lo único que quiera hacer sea estar conmigo y no con ese estúpido bueno para nada.

—¿Por qué tanta obsesión porque WooYoung este contigo? —entre cerró los ojos, poniéndose de pie igual—. ¿Qué ganas rompiéndole el corazón a San y de paso a WooYoung?

—WooYoung me gusta —habló en un tono neutro—. Me gusta pero el inepto de mi hermano tenía que conocerlo justo al mismo tiempo que yo. 

—¿Y? A WooYoung le gusta Sannie... No tú —un golpe en su barbilla le hizo tambalearse—. Hijo de...

—No vuelvas a decir una cosa como esa —sonrió leve, negando con la cabeza—. La próxima no seré tan gentil —y sin más se marchó, dejando al mayor con un rostro de furia y un severo dolor en su barbilla. 

***

—San... San... 

—Qué, mierda, qué —se giró para ver al chico pelirrojo a su lado—. ¿Qué quieres?

—¿Podemos ir al cine? Hay una película muy buena y compré boletos para que vayamos. La función es a las ocho —sonrió inocentemente, acariciando el pecho desnudo de su... Algo eran. 

—Jongho, estoy cansado —murmuró San cerrando los ojos de nuevo—. Hubieras pensado en eso antes de que follaramos. Sino lo hubiéramos hecho, tal vez te diría que sí. 

—¿Por qué nunca quieres salir conmigo? ¿Te doy pena o vergüenza acaso? —preguntó dolido.

San no estaba para los dramas de Jongho. Suspiró y abrió los ojos, tomándolo de la nuca, besándolo lentamente y con suavidad. 

—Está bien. Iremos al cine —susurró sobre sus labios, acariciando su mejilla y sonriendo leve. 

—San, no me has respondido igual... —susurró disfrutando de las caricias del chico a su lado. 

—No, Jongie, no me das vergüenza y mucho menos pena, ni asco. 

—¿Entonces porqué aún no somos novios? Llevamos saliendo más de un mes —hizo un pequeño puchero.