Capítulo 18 [EDITADO]

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Era lunes y MinGi estaba caminando rumbo a la casa de YeoSang. Habían quedado de acuerdo para hacer el trabajo de biología ese mismo días saliendo de clases, pero como siempre, algo tenía que cambiar sus planes.
Iba a salir con él saliendo de su última clase, pero SeongHwa se le adelantó, diciéndole que él lo llevaría a su casa, por lo cual MinGi decidió caminar, ignorando la invitación de su amigo inseparable San de llevarlo a la casa de su amor, ahora imposible.
Tocó tres veces a la puerta de la casa de YeoSang y éste tardó en abrirle. Cuando lo hizo, lo recibió con una leve sonrisa, invitándolo a pasar de manera educada.

—Gracias Sangie —dijo MinGi en cuanto le cedió la entrada a su casa. Con lo que no contaba MinGi tampoco, era con que SeongHwa estaría ahí—. Uh... Mmm... Pensé que sólo estaríamos tú y yo —sintió un nudo en su garganta y una incomodidad que nadie entendería.
—SeongHwa ya se iba —sonrió leve, acercándose a su novio, quien sonrió y dejó un casto beso en sus labios. MinGi apartó la mirada, y YeoSang se sintió mal por lo incómodo que se sentían tanto él, como MinGi.
Al menos el más pequeño le entendía.
—Suerte con su proyecto —susurró sobre sus labios y volvió a besarlo—. Un gusto volver a verte MinGi —se despidió con una sonrisa y salió de la casa.
—Entonces... —habló YeoSang, rompiendo el silencio incómodo que se había generado.
—Sólo hagamos el proyecto —dijo caminando hacia el comedor, colocando su mochila en el piso y sacando lo que necesitarían para hacer la investigación, como su computadora y su carpeta con apuntes de la clase.
YeoSang suspiró. Sabía que era mala idea que SeongHwa lo acompañara hasta su casa sabiendo que MinGi iría. Aunque no lo creyera, sabía que le dolía, quizás más que a él. Pero se lo merecía después de todo, ¿no? Por haber tardado tanto en formalizar una relación. Tomó asiento a un lado de él, igual sacando sus cuadernos.
—Iré por mi laptop —fue hacia el segundo piso a su habitación para poder trabajar más cómodamente. Cuando la tomó, miró una pequeña foto que aún tenía escondida en su escritorio entre sus cosas. La tomó y sonrió con melancolía.

Eran él y MinGi frente a frente, sonrientes. YeoSang mirando los labios del contrario, mientras que el más alto tenía los ojos entre cerrados a causa de su inmensa sonrisa. Todavía recordaba el motivo de esa foto. Estaban cumpliendo cinco meses de estar saliendo cuando MinGi decidió llevarlo de paseo a un zoológico, ya que, el aquel entonces chico de cabello marrón, nunca había ido a uno, pensó que sería una buena idea llevarlo..
Cuando YeoSang lo terminó, borró y eliminó todo rastro de su "relación" no oficial... Pero esa foto para él era especial y decidió ser lo único que conservaría. Cuando consideró que estaba tardando, dejó la foto en su lugar y bajó nuevamente para encontrarse a un MinGi muy concentrado mirando la pantalla de su ordenador buscando información acerca de la fotosíntesis. Suspiró, tomó asiento y comenzaron a hacer el proyecto, tratando de olvidar el incómodo momento que se había formado.

***

San por fin estaba regresando a casa, algo ebrio, pero regresó con mucho esfuerzo. Entró tambaleándose y como pudo cerró la puerta y subió a su habitación, tropezando con el último escalón de las escaleras, cayendo de frente y recibiendo un buen golpe en el rostro. Sus quejidos hicieron eco en toda la casa y se levantó usando la poca fuerza que podían generar sus brazos en ese momento. Tomó su teléfono y marcó el primer número que se le vino a la mente, y bueno, el que casi siempre está en ella.

"El número que usted llamó, se encuentra apagado o fuera del área de servicio. Por favor, deje su mensaje después del tono".

—Hola Woo... Tal vez, estés ocu-pado —al parecer, tenía algo de hipo—, así que... Cuando escuches éste mens-aje, sólo ven a c-asa —en su tono de voz se podía apreciar su claro estado de ebriedad—. Te quiero, bonito —lo último que pudo decir antes de empezar a vomitar para después terminar desmayado a un lado de su cama.

***

—Ya lo guardé, ahora solo te lo enviaré por correo y...
—MinGi.
—Y estará todo listo para...
—MinGi —volvió a llamarlo.
—Que hayamos terminado todo...
—Deja de ignorarme que me pondré a llorar.
Suspiró resignado y se giró a ver al chico de cabello rosa.
—¿Qué pasa? Ya terminamos YeoSang, sólo tengo que mandarlo a tu correo.
—No es de eso, Min... Quiero saber cómo has estado —preguntó con una voz suave, tranquila, dulce.
—Bien, de maravilla, estupendo. ¿Algo más? —la verdad era que MinGi no quería hablar de otra cosa que no fuera del proyecto. Estaba más que claro que sabía a dónde quería llegar YeoSang con todo esto.
—Min... Sigues sin saber mentir.
MinGi suspiró y bajó la mirada. Se notaba que YeoSang sí que lo conocía bien.
—YeoSang, sé a dónde quieres llegar, y no quiero hablar del tema —terminó de enviar el correo y volteó su vista al ordenador. YeoSang suspiró y se levantó de donde estaba y caminó hasta el más alto, quien al verlo a los ojos, notó como estos estaban cristalinos.
—MinMin... No llores... —intentó acercar su mano al rostro del contrario pero éste lo esquivó y se levantó con rapidez.
—Olvídalo YeoSang. Me voy —dijo tomando sus cosas.
—¿Por qué me estás tratando de evitar a toda costa?
—¡PORQUE ESTOY ENAMORADO DE TI, YEOSANG! —y explotó—. ¡ESTOY JODIDAMENTE ENAMORADO DE TI! —las lágrimas ya caían por sus mejillas y el llanto y los sollozos eran incontrolables.
—¿Por qué nunca formalizaste conmigo entonces? —preguntó el más pequeño sintiendo su corazón doler, como si estuvieran martillando sus costillas una y otra y otra vez.
—Porque como le dije a WooYoung... Estaba esperando a cumplir nuestro aniversario de cuando empezamos a salir para pedírtelo. Pero decidiste terminar lo que teníamos y lo entiendo. Fui un idiota —limpió su rostro pero de nada le servía, a los pocos segundos volvía a tenerlo lleno de lágrimas—. Acabé con tu paciencia y yo tuve la culpa de ello.
—MinGi, no fue tu culpa...
—Sí lo fue —sorbió su nariz, limpió nuevamente su rostro y pasó sus manos por su cabello—. Debo irme, es mejor que lo haga —dijo tomando su computadora y guardándola en la mochila—. Hasta mañana —decidido, caminó hacia la puerta, pero el brazo de YeoSang lo detuvo, haciendo que éste se girara—. ¿Qué?
—Yo también te amo, MinGi —dijo mirándolo fijamente a los ojos—. Aún te amo.

Y, sin previo aviso, sin importarle que estuviera su computadora en la mochila, la dejó caer y tomó a YeoSang por el cuello, acercándolo a su rostro, y fundiéndose así en un beso largo, profundo y lleno de amor, donde le decía cuánto lo había extrañado. Está demás decir que YeoSang no lo pensó ni un segundo cuando MinGi lo besó, correspondiéndole al instante. Lo tomó de la cintura mientras el pelinegro seguía besándolo, ahora era con menos intensidad, pero igual de lento. Fueron caminando hacia el sofá más cercano, donde YeoSang terminó debajo del mayor, sin romper la unión de sus labios. Disfrutaba tanto de aquellos belfos tan carnosos, que no pudo evitar morder un poco. MinGi soltó un leve quejido, y seguido de éste, se sacó la chaqueta que traía puesta, dejándola por ahí.

Abrió sus ojos para ver por un momento al chico sobre de él, y su mente y consciencia le jugaron en su contra, haciéndole ver a SeongHwa. Se separó bruscamente de MinGi, y entonces ahí fue donde se dio cuenta que le estaba siendo infiel a su novio.

—¿Qué pasa? —preguntó algo agitado MinGi.
—N-no podemos hacer esto —dijo mirándolo a los ojos, con vergüenza.
—¿Por qué no? Si me amas y yo a ti... —le cortó.
—Sí pero yo estoy con SeongHwa, él es mi novio. Tú tuviste tu oportunidad y la desaprovechaste... —entonces, YeoSang se dio cuenta de lo lejos que llegó—. No, MinGi, no me malinterpretes, yo...
—Ya entendí, YeoSang —se quitó de encima suyo, tomó su chaqueta, su mochila y salió dando un portazo a la puerta de la casa del peli rosa sin siquiera volver a mirarlo o dirigirle la palabra.
—¡Mierda! —se golpeó el rostro, comenzando a llorar.

Ahora se sentía mal por dos cosas: uno, haber terminado de destrozarle el corazón a MinGi; y segundo, por haberle sido infiel a su novio.

¿Quién es San? [WooSan/SanWoo] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora