Las salidas con Sannie se habían vuelto más constantes. Saliendo de la universidad nos íbamos siempre al mismo parque a simplemente estar recostados en el césped viéndonos a los ojos o mirando el cielo. De vez en cuando iba a su casa cuando San no estuviera; nos metíamos a la piscina, cocinábamos, nos poníamos a jugar, veíamos películas, en fin... Amaba estar con él.
Ahora mismo nos encontrábamos en mi casa. Sentados en el sofá sin dejar de besarnos, pero como he dicho, son besos tiernos, nunca suben de tono, aunque quisiera, sé que es pronto para que vayamos a un nuevo nivel.—Te quiero, hyung —dije al separarnos mientras acariciaba su cuello.
—También te quiero WooYoung —correspondió regalándome una sonrisa.
—¿Mucho? —lo miré a los ojos.
—Demasiado —dejó un casto beso en mis labios y recostó su cabeza en mi regazo—. ¿Qué hora es, Woo?
—Faltan cinco minutos para que sean las ocho —respondí acariciando su cabello.
—¿Qué? ¿En serio? Tengo que irme, demonios —se levantó con prisa tomando su mochila y colocándose su chaqueta.
—¿Qué pasa San? —pregunté confundido, levantándome de igual forma.
—Olvidé qué tenía que ir por el regalo de San. Mañana es la fiesta.
—Mierda la fiesta... —cerré los ojos y golpeé mi frente.
—¿Sabías? —preguntó extrañado.
—San me invitó un día antes de que tu y yo empezáramos a salir —iba a ser honesto—. YeoSang y yo nos lo topamos en el KFC del centro. Él me atendió en la caja. Al salir me vio y nos invitó a mí y a YeoSang —lo miré a los ojos.
—Oh... Ya veo.
—¿Estás molesto? —intenté acercarme.
—No —sonrió un poco y se alejó caminando hacia la puerta—. Debo irme.
—Yo te llevo —extendí mi brazo para tomar las llaves de mi camioneta.
—No —se apresuró a decir. Lo miré con el ceño fruncido—. No hace falta WooYoung.
—San, ¿qué ocurre? —pregunté realmente confundido. Estaba actuando muy raro.
—WooYoung, hablamos después, ¿si? —suspiré resignado y asentí con la cabeza—. Bien —sonrió sin mostrar sus dientes y salió de mi casa.¿Le habrá molestado lo que pasó?
***
—¿Qué buscamos exactamente?
—No lo sé. A Sannie le gustan los peluches —sonreí mirando una tienda donde vendían peluches.
—Debes estar bromeando —dijo mirándome.
—Vamos Yunho, a ti también te gustan.
—No me vayas a exhibir idiota —susurró apenado.
—Qué infantil eres —dije caminando hacia la tienda y a un lado mío Yunho.YeoSang no podía acompañarme ya que estaba con SeongHwa de paseo, obviamente no iba a pedirle a Sannie que me acompañara a comprar su regalo de cumpleaños así que pensé en Yunho, ya que al parecer, no tenía nada mejor que hacer.
Estábamos rodeados de tiendas, comidas rápidas, un cine, librerías; era una plaza comercial. Al entrar en la tienda, imaginé a San. Estaría fascinado de estar acá. Peluches por doquier, de tamaños diferentes: grandes, pequeños, medianos, de estatura promedio al de una persona... Había perros, gatos, osos pandas, jirafas, ranas, leones, tigres, de toda clase de animales que pudieran imaginar.—Debo traer a Sannie aquí —dije boquiabierto.
—Recuérdame porqué soy tu amigo —me miró.
—Porque soy genial —me adentre a los pasillos llenos de peluches a buscar el indicado para el rubio ojiverde qué afortunadamente salía conmigo.Estuve fácil dando vuelta por todo el lugar como por diez minutos. Yunho ya estaba fastidiado de cargar peluches, pero es que no sabía cuál llevar.
—WooYoung... Ya basta —lloriqueó el mayor.
—Vamos a la caja —dije decidido ignorando su comentario.
—¿Ya decidiste un peluche?
—Voy a llevar todos.
—¿¡Qué!? —llegamos a la caja y el chico que estaba atendiendo nos miró raro—. WooYoung, son muchos peluches.
—No sé cual darle Yunho —suspiré mientras sacaba mi billetera del pantalón.
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¿Quién es San? [WooSan/SanWoo] (EN EDICIÓN)
Fanfic¿Nunca te ha pasado que estás enamorado de una persona que es idéntica a alguien pero al mismo tiempo diferente? ¿No? Bueno, seré más específico... ¿Nunca han estado enamorados de alguien que tiene un gemelo? Son idénticos en físico, pero diferentes...