Sugar Garrix

Capitulo 10

Narradora:

Martin entro al cuarto de Diana, una sonrisa se le formó a Martin al mirar a Diana vestida así.

Martin bajo la mano a su entrepierna para poder masagear a su miembro, de igual manera remarcadolo.

Martin: mmm nena.

Se acerco a Diana poco a poco, mientras que desataba la pequeña cuerda del pans:

Martin la tomo de la cintura y me apego a el, mis manos se quedaron en su pecho.

Martin: Princesa, me encanta como te ves, mi hermosa bebé.

Martin empezó a besarla, se sento en la cama, hizo que Diana se me sentara a horcajadas encima de él, Bajos sus manos al trasero de la pequeña y lo apretó, haciendo que su feminidad rozara con su miembro ya notable.

Puso de pie a Diana y metió sus manos por debajo de la pequeña falda y bajó las bragas color negro, se mordió el labio y dejó que las bragas se deslizaran por sus largas y hermosas piernas, Martin la cargo como si de un costal de papas se tratace y se dirigío a la salida de la habitación para dirigirse a un cuarto completamente blanco con unos toques color rosas, Diana pedía ser bajada, Martin dejó una nalgada en su trasero y después la bajó, Diana observó el cuarto y pudo ver bastantes juguetes sexuales.

Vibradores, esposas, cuerdas, fuetes, látigos, bolas chinas, pinzas, esposas para las piernas y demás juegetes componían la habitación.

Diana se giro para poder verlo y el solo se acercó y la empezó a besar, iba retrocediendo hasta que llegó a la cama y la dejó suavemente en este, Martin se levantó y camino a un lado de la cama solo para sujetar la la mano de Diana en la cabecera de la cama, sujeto ambas manos a las esquinas de la base, después sujeto las piernas de igual forma, dejando a Diana a su total disposición.

Martin se inclino a Diana y empezó a desabrochar la pequeña camisa blanca, dejando ver unos grandes y hermosos senos de Diana, Martin se quito la playera mostrándole a Diana su torso muy bien formado y unos brazos bien definidos, quedando así solo con su pans negro,  se inclino para quedar frente a los pecho de Diana y empezó a lamer, chupar y morder, como si de un pequeño bebé se tratace.