El un empresario de 24 años, mal carácter y en la mente sólo sexo.
Ella una chica de 18 años, hija única de los más poderosos empresarios Rossellvet Derek.
Tras la muerte de sus padres ella queda a cargo de su tía la cual sólo le interesa el dinero...
Martin querÃa darle la sorpresa de tener una cita como las parejas normales a su pequeña, querÃa darle la sorpresa de salir al cine, comer pizza, andar en bici por las calles de Ãmsterdam, salir a caminar por un parque, querÃa que fuera una cita normal pero muy especial.
Llegaron al centro comercial, aparcaron en el estacionamiento, bajaron y Martin se acerco mientras tomaba de su mano, entraron al centro comercial y Martin llevó a Diana a un restaurante no muy elegante, pero si formal.
Martin entro a su despacho solo para revisar algunos pendientes de la oficina, Diana entró a su habitación y decidió cambiarse de ropa por algo más cómodo, ella obto por una playera un poco largo y unas calcetas blancas que le llegan hasta los muslos, se veÃa muy tierna e incluso infantil.
Bajo las escaleras para poder revisar si no habÃa algo para cenar, pero para su mala suerte no encontro nada ya que Martin aviso que no estarÃan en casa todo el dÃa. Tomo un vaso de agua y camino al despacho de Martin.
Martin estaba revisando los papeles de su empresa cuando escucho unos golpesitos en la puerta, solo respondió con un "pase", su pequeña asomo la cabeza, Martin le dedico una sonrisa.
Martin: pequeña, pasa mi amor.
Diana entró y cerró la puerta detrás de ella, el la miró de pies a cabeza y se mordió el labio inferior al notar que su pequeña no llevaba pantalones.
Martin: que pasa pequeña.
Diana: mmm solo iba a preguntar que podemos cenar.
Martin: mmm... que... DecÃas... princesa--por cada beso que daba, decÃa una palabra.
Diana: que vamos a cenar, mi pancita muere de hambre-- dijo acariciando su pansita.
Martin: pues yo tengo hambre de otra cosa.
Diana: oye tu te has vuelto muy adicto al sexo.
Martin: mi amor ya te lo dije no es sexo es hacer el amor y no, no me he vuelto adicto al hacer el amor, soy a dictó a ti, mi amor--volvió a besar el pecho de la pequeña.