El un empresario de 24 años, mal carácter y en la mente sólo sexo.
Ella una chica de 18 años, hija única de los más poderosos empresarios Rossellvet Derek.
Tras la muerte de sus padres ella queda a cargo de su tía la cual sólo le interesa el dinero...
Después de haber almorzardo Martin tenía que regresar a Garritsen House, en el camino ambos hablaban de cosas interesantes, uno tras otro tema sin específico, Martin nunca se aburriría de estar con el, al llegar a la empresa del chico, el moría por besar los labios de la pequeña Roosevelt.
Se mordió el labio para aguantar las ganas, ya que ella había mencionado que no habran besos si no son nada, el mordió sus labios, Diana lo miró y el le dedico una sonrisa.
Diana: que te pasa.
Martin: mmm nada, solo que, no se si podre aguantar las ganas de besarte.
Diana: debes de hacerlo.
Martin: solo un besisto.
Diana: Martin, ahí está Thiago.
Martin: solo uno chiquito--giro un poco la cabeza para poder ver a su pequeño hijo que estaba sentado en la parte de atrás--además ya se durmió, por favor mi amor, se que tu lo nesesitas como yo, si, uno.
Diana: solo uno.
Martin: solo uno.
Diana se acercó a Martin y él igual:
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Martin capturó los labios de la pequeña, el beso era dulce y lento, poco a poco el beso subía de tono, Martin la atrajo hacia el y ella subió arriba de su regazo y Martin bajó sus besos al cuello de la castaña:
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Ella mordia su labio inferior para que no saliera ningún ruido de sus labios que puedan despertar al pequeño Thiago, Diana se separó rápidamente.
Diana: espera, espera.
Martin: que pasa.
Diana: Martin se supone que era solo un beso.
Martin: lo siento pero no pude controlarme.
Diana: esta bien--regresó a su lugar-- entonces nos vemos mañana.
Martin: te invito a cenar.
Diana: Claro.
Martin: pasó por ti en dos horas.
Diana: ok, estarémos listos, te mandare la dirección, para que pases por nosotros.