Capítulo 30

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Narradora:

Martin la tomó de la cintura y la apego a el, la beso, la castaña aceptó el beso:

Se separaron por falta de aire, el la miró a los ojos y dejó un beso en su frente:

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Se separaron por falta de aire, el la miró a los ojos y dejó un beso en su frente:

Martin: bueno bebé, a que se debe tu visita--dijo tomando asiento en su silla giratoria

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Martin: bueno bebé, a que se debe tu visita--dijo tomando asiento en su silla giratoria.

Diana: que no puedo venir a ver a mi amigo--ella se puso de pie frente a Martin.

Martin: ¿con que amigo no?--la atrajo hacia el y la sentó en su regazo-- por que dices eso, ya tenemos un hijo, nos besamos sin miedo a nada, le digo a mis empleados que eres mi esposa, por que un amigo.

Diana: yo no eh escuchado ninguna propuesta, señor Garritsen.

Martin: aaaaa, ok, entonces-- se pusieron de pie, Martin se arrodilló frente a ella y se quito su rolex--señorita Rossevellt quieres ser mi novia.

Diana: lo siento señor Garritsen pero... Yo no soy interesada, como para aceptar un Rolex, costoso, lo siento-- sonrio.

Diana empezó a caminar, hacia la entrada, Martin camino rápidamente y la abrazo por la cintura y empezó a besar su cuello

Diana empezó a caminar, hacia la entrada, Martin camino rápidamente y la abrazo por la cintura y empezó a besar su cuello

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Martin: enserio me dejaras así--Diana estiró aún más su cuello y Martin siguio besándola.

La castaña soltó un gemido en el oído del señor Garritsen, Martin siguió besándole el cuello.

Diana: mmmm.

Martin: me dirás que no--Martin pasó sus manos dentro del crop top de la chica y apretó los pechos de Diana, ella soltó un gemido.

Diana arqueo la espalda, Martin acarició ambos senos con una sola mano, mientras la otra bajó a su pantalón, desavotono su pantalón y bajó la cremallera aguilmente y metió su mano por debajo de sus bragas.

Diana: Martijn.

Martin siguió besando su cuello, antes de que ella perdiera la cabeza, sacó la mano de Martin de sus pantalones y se dio la vuelta, lo miró y trató de controlar su respiración, le dedico una sonrisa traviesa.

Diana: bueno la verdad es que venía a decirte si no querías ir conmigo a recoger a Thiago,

Martin: claro, espera solo... -- camino a su escritorio y tomó su celular y cartera--listo vámonos.

Martin abrió la puerta, Diana escucho la voz de las secretarias, ella dudo y Martin le sonrio, ella bufo, camino a Martin y tomó su mano, la entrelaza y camina hacia fuera de la oficina.

Martin sonrio victorioso, las secretarías sólo los miraron sorprendidas.

Martin: llegare a las cuatro, así que no quiero ninguna llamada.

*****: si señor.

Martin: iré a recoger a mi hijo a la escuela con mi esposa, no quiero ninguna interrupción, ok.

*****: si señor Garritsen.

Martin soltó su mano y la abrazo por la cintura, ella sonrió un poco, al llegar al elevador, Diana presionó el boton, Martin la abrazo por detrás y beso su mejilla, ella sonrió, las puertas se abrieron y entraron Diana se separó un poco y se acercó al botón para asignar el piso, Martin la atrajo hacia el y la beso, ella respondió al instante, así mismo uniendo sus cuerpo.

Las secretarias los miraron, las puertas se cerraron, al llegar al estacionamiento, Ambos caminaron al Audi de Diana.

Martin: oye quiero conducir.

Diana: esta bien.

Martin: si.

Martin ayudo a Diana a entrar en el copiloto y Martin en el conductor y Martin salió de la empresa, Diana le dio indicaciones del camino hacia la escuela Prescolar de Thiago.

Al llegar, aparcaron en la entrada del instituto, llegaron con diez minutos de anticipación y mientras esperaban, Martin coloco su mano sobre el muslo interior de Diana y apretó un poco, ella quito su mano, Martin sonrió.

Diana: ya te lo dije Garritsen, solo amigos.

Martin: mi amor ya tenemos un hijo.

Diana: si, pero no escuche, ninguna propuesta.

Martin: ok, ok, está bien, pero sólo pudiera un besito.

Diana: no.

Martin: por favor mi amor, si.

Diana: bueno esta bien.

Martin se acercó y la beso, la pequeña aceptó, el beso está subiendo de tono, poco a poco, hasta que la campana sonó, que anunciaba la salida de los pequeños, ella se separó del beso pero no despegó su frente de la de Martin, calmaron sus respiración es.

Diana: Thiago ya debe de estar saliendo.

Martin: Te amo.

Ambos conectaron miradas y Martin le dio un casto beso, Diana menio un poco la cabeza y después salió del carro, igualmente salió el castaño y se coloco a un lado de Diana y tomó su mano, ella se sonrojo un poco y esperaron a Thiago.

El pequeño niño de ojos extraños salió del instituto con uno de sus pequeños amigos, al ver a sus padres juntos, el pequeño niño corrió hacia ellos y Martin se coloco de cuclillas y lo espero con los brazos abiertos, el pequeño niño fue hacia el y lo abrazo, al tenerlo en brazos Martin lo cargo y lo levantó, Diana le quito su mochila, mientras que Martin lo abrazaba.

Thiago: papá... Mamá.

Martin: hola campeón como estas, que tal la escuela.

Thiago: muy ben, hoy hicimos muchas cosas, mila te hize esto--le entregó una pequeño payasito con un palito para poder sostenerlo de pie.

Martin: que lindo mi amor, gracias.

Thiago: chi, de nada, vamos a comel.

Martin: claro que si, hijo vamos.

Todas las mujeres que caminaban por ahí se comían con la mirada a Martin, Diana se sentía como una tonta ahora por no haber aceptado a Martin como novio y ahora esas eran las consecuencias, Martin la miró y sabía la causa de sus gestos, preocupacion y arrepentimiento, Martin sonrió y mientras tenía a Thiago en sus brazos, lo cargo con sólo brazo, mientras que con la otra, tomó a Diana de la cintura y junto su cuerpo al suyo, Martin la acercó y beso sus labios, ella respondió el beso.

Todas las mujeres ahí se quedaban viendo la escena, ya que no era muy común ver a un hombre con un trage señido al cuerpo y muy bien trabajado y a una chica muy hermosa con un cuerpo de infarto y vestida muy sexi, con un hijo, ya que todos los empresarios así ya estaban muy grandes y viejos y las mujeres muy grandes y mal arregladas, Martin sonrió entre el beso y Diana se ganó muchas miradas llenas de envidia.

Ambos se separaron y después subieron al carro y fueron directo a un McDonald, para que Thiago pudiera comer y ellos igual.

Sugar GarrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora