Capítulo 32

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Narradora:

Diana: si Martin, si quiero ser tu novia.

Thiago: Chiiiiiii.

El pequeño empezó a correr alrededor de la mesa, Martin sonrió y se acercó a Diana y la beso, ambos sonrieron entre el beso, Martin por fin tenía esa oportunidad para que pudiera pedirle ser su esposa, después de la cena, Martin llevó a su novia e hijo a un mirador en la montaña, los tres bajaron del carro, Thiago corría por el lugar y en cuestión de minutos se quedó dormido, en los brazos de su mamá, Martin lo cargo y lo llevó a su auto para que pudiera descansar mejor, después de dejar al pequeño en su auto, se acercó a Diana quien se encontraba sentada en el pizo sobre la manta que Martin llevó para aquella cita especial.

Martinse acercó a ella, mientras se quitaba el saco y al llegar a ella se lo coloco en los hombros para poder evitar el frío, Martin se sentó aún lado de ella, Diana recargo su cabeza e su hombro, mientras miraban toda la ciudad de Ámsterdam:

Martinse acercó a ella, mientras se quitaba el saco y al llegar a ella se lo coloco en los hombros para poder evitar el frío, Martin se sentó aún lado de ella, Diana recargo su cabeza e su hombro, mientras miraban toda la ciudad de Ámsterdam:

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Martin: gracias, mi amor.

Diana: sobre que.

Martin: por darme una nueva oportunidad y creme que no lo voy a desperdiciar.

Diana: gracias Martin.

Ambos se miraron y besaron, ambos se nesesitaban uno al otro, Martin nesesitaba sentir su cuerpo, junto al suyo, recorrer todo su cuerpo con sus labios y manos, Martin se separó un poco para hablar.

Martin: te necesito, necesito besar cada rincón de tu cuerpo, acariciarlo-- mordió el labio inferior de Diana con sus dientes, sin despegar sus frentes-- por favor, te necesito.

Diana: también te necesito, pero será en otra ocasión.

Martin sonrió y asintio, la beso, después la ayudo a ponerse de pie y mientras caminaba la cargo y ella soltó una pequeña risa, la llevó a su carro y la subió en el copiloto y coloco su cinturon de seguridad, rodio el auto y subió, manejo hasta la mansión Roosevelt, al llegar ayudo a su novia a bajar, rodio su meserati y tomó a su pequeño hijo en brazos, caminaron a la entrada, Diana abrió la puerta principal.

Martin: lo puedo dejar en su cuarto.

Diana: está bien, vamos por aquí.

Diana camino hasta llegar a las escaleras que dirigían al segundo pizo y al llegar ahí, Diana camino hacia una puerta color blanca, Diana abrió la puerta y dejó ver una habitación bastante espaciosa de color azul, dejó a su hijo en su cama y observó la habitación:

Diana camino hasta llegar a las escaleras que dirigían al segundo pizo y al llegar ahí, Diana camino hacia una puerta color blanca, Diana abrió la puerta y dejó ver una habitación bastante espaciosa de color azul, dejó a su hijo en su cama y obser...

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