El un empresario de 24 años, mal carácter y en la mente sólo sexo.
Ella una chica de 18 años, hija única de los más poderosos empresarios Rossellvet Derek.
Tras la muerte de sus padres ella queda a cargo de su tía la cual sólo le interesa el dinero...
Al despertar lo primero que pudo ver fue al chico de cabello castaño con los ojos cerrados y el cabello despeinado, ella sonrió, lo observó y pensó en que haría ahora, después de unos minutos salió de la cama cuidadosamente, tomo la camisa blanca de su novio y sus bragas blancas, camino hacia la puerta de su habitación y salio.
Bajo las escaleras y camino hacia la cocina, hoy quería prepararle el desayuno a su novio, del refrigerador sacó las cosas y alimentos nesesarios para el desayuno que le preparara a su novio e hijo.
El pequeño Thiago salió de su habitación y camino por el pasillo, pero al llegar a la puerta de su mamá, la puerta fue abierta y ahí estaba su padre con solo su bóxer, el pequeño lo miró y se emocióno.
Thiago: papi.
Martin: hola mi amor, como estas pequeño, que tal dormiste.
Thiago: ben, soñé que tu y mamá y yo vivíamos guntos.
Martin: pronto será así campeón.
Thiago: donde está mamá.
Martin: no lo sé pequeño, creo que estara abajo.
Martin bajó con el pequeño en brazos y al llegar al primer piso, el pequeño le indicó en donde estaba la cocina, al llegar ahí, ambos se entraron a la mujer de su vida, estaba Diana terminando de preparar el desayuno, Martin la miró como su de una obra de arte se trataba, mientras que Thiago corrió hacia ella, al llegar Diana lo abrazo y dejó un beso en su mejilla, Martin se acercó y la abrazo, beso sus labios y ella respondió.
Martin: buenos días.
Diana: buenos días mi amor, dormiste bien.
Martin: mucho mejor que de costumbre-- se acercó y la beso, ella sonrió y después la abrazo por detrás:
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Martin: que ases.
Diana: el desayuno, iras a la oficina.
Martin: tengo que firmar unos papeles y termino, pero no quiero ir, quiero quedarme contigo, con mi hijo.
Diana: mira si quieres puedes ir a firmar y después nos vamos, esta bien.
Martin: pero no quiero ir.
Diana: debes de ser responsable ok.
Martin: está bien iré a la oficina pero si puedo tomar una ducha contigo.
Diana: si, claro.
Martin dejó un beso en su cuello y se separó, camino a la mesa en donde estaba Thiago, ambos se sentaron, Diana coloco los platos y sirvió café para Martin y jugo de manzana para Thiago:
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