Capitulo 12

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Narradora:

Martin: Diana.

Diana se giro sobre sus talones y vio a Martin con una cara de pocos amigos, con la mirada fija en su amigo Damián, se acercó a Diana y la tomo por la cintura y la apegaba a él.

Diana: Martin, tranquilo.

Martin: quien es este--dijo con un tono seco y serio.

Diana: bueno pues... --fue interrumpida.

Damián: soy Damián Rotmensen Dekkers, soy el mejor amigo de Diana desde la infancia, ella es mi hermana no por apellido si no de corazón.

Martin: como se conocieron.

Damián: nacimos el mismo día, crecimos juntos, tenemos las misma edad gracias a nuestros padres, ellos eran unos grandes amigos, hasta la muerte de los señores Rossellvet.

Martin lo miró aún serio.

Damián: y usted es.

Diana: a Damián el es...

Martin: Martin Gérad Garritsen, el novio de Diana, dueño de la segunda empresa más importante de toda Europa, House Garritsen--Diana solo lo miraba por el comentario de Novio.

Damián: pues déjeme decirle que es un placer, soy el hermano de esta linda chica, bueno entonces pizza nos vemos después.

Diana: adiós Damián.

Damián: te amo pequeña--Martin lo miro aún más molesto--cuidate, nos vemos después--dejo un beso en su frente y empezo a caminar.

Diana: yo igual--Martin la miró enojado.

Martin negó levemente y empezó a caminar con el carrito hacia la caja y en mano la sorpresa de Diana, ella lo llamaba una y otra vez detrás de él pero el no la miró, diana llamaba una y otra vez, pero el simplemente no la escuchaba, estaba sesgado por los celos.

Motivo???... Por el simple hecho de que un chico hablara con su pequeña princesa y eso no es todo... Por la cabeza de Martin pasaba la pregunta.
¿¿¿El porqué carajos le dijo a otro chico que lo amaba???, el, solamente ella podía decirle te amo a Martin y ningun otro chico y por otro lado... El porque ese chico le dijo te amo a ella, sera que se sientan atraído por su pequeña...

Martin pagó los artículos y pidió ayuda para llevar las cosas a su carro, unos tres empleados se ofrecieron a llevar las cosas, Martin tomó a Diana de la mano y la llevó a rastras del brazo, mientras que en la otra mano llevaba la bolsa en donde llevaba el regalo de Diana.

Los empleados iban detrás de él con un paso algo apresurado gracias a Martin, ella solo gritaba su nombre así mismo ignorando el dolor de su muñeca ya roja por el agarre de Martin, pero el solo la ignoraba.

Llegaron al estacionamiento y pararon en su carro, abrió el maletero con la llave, Martin ordenó que  colocaran las cosas, mientras que el sento a Diana en el copiloto y colocaba el cinturón de seguridad.

Diana: Martin escuchame por favor-- acarició su mejilla tiernamente.

Sintió como el cuerpo de Martin se relajo ante su tacto, la miró a los ojos, se acercó y dejó un pequeño beso en sus labios, se levantó y cerró la puerta, miró a los empleados, sacó su billetera y les dio algo de propina y se marcharo.

Martin entro al lugar del piloto y puso en marcha el carro, el camino fue callado sin ningúna palabra, solo se escuchaba el sonido el motor, mientras que la pequeña Rossellvet masajeaba su muñeca que estaba bastante roja.

Llegaron a su casa y lo primero que hizo Martin fue bajar y rodiar el carro, abrió la puerta, ella se quito el cinturón y Martin la tomo del brazo para después llevarla a su habitación.

La sento en la cama, para después hablar.

Diana: Martin tranquilo, no es lo que tu piensas, el solo es mi amigo, es como un hermano.

Martin: porque le dijiste te amo--dijo serio y seco.

Diana: solo lo hice porque el lo dijo, solo lo amo como hermano.

Martin: pero tu me dijiste lo mismo.

Diana: pero no es lo mismo.

Martin: mientras se un Te Amo es lo mismo.

Diana: pero eso no es cierto...

Martin: eres una maldita zorra-- ella se quedó callada, sus ojos se cristalisaron.

Diana: no es lo mismo, porque yo sí te amo y...--las lágrimas empezaron a correr por su mejilla--Y creo que me estoy arrepintiendo de haberme enamorado de ti-- Martin se sorprendió por sus palabras y su expresión cambió a una de tristeza-- y sabes una cosa... Me retracto de haberte dicho que te amaba.

Diana salió corriendo de la habitación para irse a la suya, cerró la puerta y callo en su cama, tomó su almoada y sollozaba, Martin camino por el pasillo y se acercó a su habitación, golpeó la puerta con sus nudillos suavemente.

Martin: Princesa... Princesa Perdoname, no quería decirlo, disculpame.

Ella lo ignoraba y seguía llorando, mientras se preguntaba qué hizo mal para que Martin le haya dicho todas esas cosas.

Martin tocaba la puerta se obtener respuesta, quería abrir la puerta, entra y tomar a su chica y besarla y hacer todo para que la disculpe, para su mala suerte la puerta estaba con cerrojo.

Martin suspiro pesadamente y camino a su habitación, mientras Diana lloraba, pasaron unas horas para después quedarse dormida.

Martin salió de su cuarto, camino nuevamente por el pasillo hasta la habitación de Diana que estaba al lado y volvió a tocar, pero recibió lo mismo, sin respuesta, sacó la llave de su bolsillo y abrió la puerta de la habitación de la pequeña.

Entró y se acercó a su cama en donde ya se encontraba dormida, la acomodo bien y la a cobijo, se sento a su lado y la observo, observo como su hermosa princesa dormía.

Martin: Perdoname mi amor, es solo que los celos me mataron, te amo mucho, es solo que aun no me hago al idea que realmente este enamorado de verdad, Perdoname por decirte eso, no fue mi intención decirlo, pero si lo que le dijiste fue verdad te prometo que haré lo que sea con tal de que seas feliz, te lo prometo mi amor... Sabes una cosa, me sentí muy feliz cuando dijiste que me amabas.

Martin dejó un beso en su frente y se recostó a un lado de ella, la abrazo y quedó dormido al instante.

Sugar GarrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora