Capítulo 38

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Taehyung se volteaba continuamente en la cama hasta que decidió abrir los ojos, ya no podía dormir más. Miró a su alrededor en la oscuridad, buscando a Jungkoon quien no se encontraba a su lado. Bostezó, suspiró y nuevamente se dejó caer en el colchón, nuevamente se había quedado a dormir en la habitación del luniano.

Se sintió mareado y recordó lo que había ocurrido la noche anterior cuando ambos se corrieron y a él se le nubló la vista, juraría que una luz brotó de su marca de nacimiento así al igual que la de Kook. — ¿Tae, qué consumiste que ya estás teniendo alucinaciones? — Agitó su cabeza y buscó su teléfono pero recordó haberlo dejado en el piso de arriba.

Se levantó y tomó su ropa que esta vez había sobrevivido, se puso el pantalón y salió de la habitación. Aún no amanecía y Kook parecía no estar por todo eso. ¿Se había ido nuevamente con Jimin al igual que la última vez? No podía ser, Jungkook no podía hacerle eso, no ahora que ya no tenía fuerzas para hacer como si nada hubiese ocurrido entre ellos. Empuñó su manos y subió con rapidez a la segunda planta para buscar su móvil y llamarlo pero al abrir las puertas del elevador se encontró con la imagen más tierna que había visto en su vida.

Jungkook se movía torpemente tratando de imitar a un chef que se veía en el centro de la cocina gracias a un holograma, otro de los tantos que Kook tenía por toda la casa. Imitaba incluso los movimientos como si eso le ayudara en algo. Tae no pudo ocultar una risa que le estaba amenazando para salir cuando Jungkook intentó voltear los pancakes de la misma forma y terminó con el sartén en el suelo, lo que cocinaba volando y el brincando huyéndole al aceite caliente.

— ¡Dinksee dies Dinksee! — Gritó molesto recogiendo el sartén para tirarlo al fregadero.

— A este paso la casa se incendiará o derrumbará. — Habló sorprendiendo al luniano que se volteó para verlo, relajando su semblante. — ¡Buenos días precioso!

— ¡Buenos días amor! — Apoyó la cabeza en su hombro resoplando para buscar calmarse y abrazar a su novio. — Simplemente no puedo cocinar amor, estaba intentando hacerte un desayuno especial por tu cumpleaños y llevarlo a la cama pero tú ya estas despierto y yo no pude hacer nada de lo que vi, absolutamente nada.

— ¿S-sabías que era hoy mi cumpleaños?

— Sí, lo supe hace mucho tiempo, cuando te mudaste aquí. — Respondió acariciando su cuello con la nariz. Taehyung olía tan bien a cualquier hora...

El terrícola se separó de su pareja y lo miró algo serio. — ¿Cuánto has investigado sobre mí? ¿Qué tanto sabes de mi vida?

— Amor, realmente no te he investigado, ven. — Tomó su mano y lo llevó hasta la sala, donde habían dos cajas de regalo una azul y una verde. — Se suponía que esto sucedería mientras desayunábamos en la cama. Tu estarías disfrutando de algo preparado por tu pareja, exclusivamente para ti y yo me levantaría a buscar primero este regalo que está aquí.

Tae estaba feliz, algo confundido, pero totalmente feliz de ver todo el esfuerzo que estaba poniendo Jungkook por él. Bordeó el sofá cuando el luniano le hizo una seña para que se le acercara, colocó la caja verde en su regazo luego de sentarlo y le dio un fugaz beso en la boca para quedarse arrodillado esperando a ver su reacción animado.

— ¡Feliz cumpleaños mi amor!

— G-gracias... — Estiró su mano para acariciar su rostro con una sonrisa y comenzó a desenvolver el regalo.

Su cumpleaños nunca lo celebraba y sus amigos sabían que ese día no quería que le dijeran siquiera felicidades. Con su padre tampoco lo celebró, él solía darle siempre una semana antes o después algún pequeño regalo o lo llevaba a comer a donde quisiera, pese a que nunca tenía idea de qué quería comer. Por eso todo lo que estaba viviendo con Kook era algo nuevo para él.

Amor LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora