Capítulo 57

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Era un círculo silencioso en el que se encontraban sentados todos. Min Yoongi buscaba la mejor forma de compartir la información que tenían mientras todos esperaban ansiosos en silencio, a excepción de Taehyung, quien no paraba de sollozar. La simple idea de que su relación con Kook estuviera mal o que el hijo que esperaba pudiera salir con algún tipo de problema, o tal vez el simple hecho de que fueran familia lo estaba matando.

Cuando escuchó la conversación de su pareja y padre entró casi en un estado de shock, sin poderse creer lo que estaba sucediendo. Se le hacía todo tan confuso, las palabras de su príncipe lo tranquilizaron, pero no lo suficiente, estaba demasiado sensible como para detener completamente ese llanto que no supo de dónde o cuándo llegó.

Estaba más que claro que su relación con Jungkook sería de todo, menos aburrida. Siempre ocurría algo, siempre sucedía o conocía cosas nuevas, era una aventura que parecía no tener final.

— ¿Y bien, Minrey? Nos tienes a todos en ascuas. Habla ya, llevamos casi quince minutos sentados mirándonos a las caras y muriendo de incertidumbre. Creo que es mejor decir lo que se tenga que decir de una vez. — Yoongi lo miró con una ceja enarcada pero suspiró y asintió.

— Ahora que sabemos que Kore es mafa de Taehyung, sé que todos tienen muchas preguntas y dudas pero todo esto es un tema demasiado extenso, algo que comenzó desde hace muchos años. Realmente no sé perfectamente por dónde comenzar.

— Yo solamente necesito saber, entender algo. Porque si tú eres el hermano de mi mafa eso significa que eres mi tío por ende Jungkook y yo seríamos primos y no de los lejanos, compartiríamos abuelo, todo eso sería demasiado raro y sobre todo me preocupa que pueda afectarle a mi hijo. — Taehyung con sus ojos enrojecidos había dejado de llorar y sollozar pero seguía igual de preocupado.

— Kore, no es hermana mía. Compartimos fada pero no compartimos sangre. Permíteme hablar... Ella vivía en el palacio junto con nosotros pero siempre tendía a aburrirse fácilmente, su vía de escape eran sus viajes a otros mundos y utilizando los túneles del espacio para viajar sin ser divisada, viajó a Tellus en uno de sus días de expedición. Fue la vez que más tardó en regresar de sus viajes por lo que su ausencia se notó. Mis padres no le hubieran dicho nada, al no ser porque cuando regresó, ocurrió una gran discusión. En aquel momento no supe el por qué, todavía era príncipe y no tenía acceso a muchas cosas.

— ¿Eso fue la primera vez que Kore y yo nos conocimos en Italia cuando yo era un estudiante universitario? — Habló Hoseok uniendo lo que escuchaba a las cosas que habló con su esposo.

— Creo que sí, estuvo en esa zona de este mundo en aquella ocasión. En ese viaje ella se fue luciendo de una forma pero, cuando regresó, su aspecto físico era totalmente diferente, de no ser por el anillo que se nos fue entregado a forma de reconocimiento real y del control de su esencia que se tenía de ella, no la hubiésemos reconocido. Conocíamos que no tenía un sexo definido y que podía ser ambos, sin embargo, siempre mantuvo su forma femenina mientras estuvo con nosotros. Muchos en el reino tenían interés por ella, entre esos Hedas, sin embargo nunca le agradó, tampoco era su alma gemela por lo que simplemente siempre lo rechazó y mi fada la apoyó.

— Ese maldito infeliz nunca se ha dado por vencido con ella, hasta el día de hoy aún... — Hoseok miró a su hijo y se calló, no deseaba que este supiera esas cosas por la que estaba pasando su mafa. No sería fácil de soportar o asimilar y en su estado, podría ser fatídico lo que ese conocimiento podría causarle. Sin embargo, recordar todo por lo que quizás en ese mismo momento el amor de su vida podría estar pasando, lo debilitaba y entristecía. — Hedas y todos sus seguidores son seres, criaturas sin alma, por eso estoy feliz que ni siquiera sean llamados lunianos, son una maldita vergüenza.

Amor LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora