Capítulo 60

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Jungkook empujaba la lengua contra el interior de su mejilla para después dejarla escapar, haciendo un sutil recorrido por sus labios, terminando mordiéndolos al final. Al mismo tiempo su mano se cerraba en un doloroso puño, la había retirado de la silla de Tae porque sabía que podía quebrarla. No podía dejar de escudriñar con la mirada al hombre que tenía delante de él. El mismo sujeto que gimió bajo su hombre, ese que tenía sentimientos por Tae que no podía ocultar, ese que podía ver que guardaba una esperanza de poder tener a su hombre.

Pudo sentir cuando entró a su casa todo lo que su cuerpo y pensamientos expulsaban, las vibraciones y el deseo de pelear por el padre de su hijo. Si no intentaba más, no era porque supiera que tenía pareja solamente, sino porque Taehyung había dibujado una línea, misma que no le importaría saltarse y saber eso hacía que se volviera loco.

Conocía perfectamente los sentimientos de su alma gemela, sabía lo que ambos compartían y que ahora que sabía que su pareja no era humano, corría los mismos riesgos que él si llegasen a separarse. Estaba consciente que el amor que se tenían era tan grande que nada podría rebasarlo, un amor que ya tenía frutos, los mismo que incrementaban sus lazos a un nivel inimaginable. Sí, sabía todo eso pero eso no lo exceptuaba de estar en esos momentos dominado por los celos. Eso no evitaba que quisiera pulverizar a Minjae aunque no tuviera culpa de lo ocurrido tiempo atrás.

— Hice una pregunta todavía no escucho la respuesta. — Su miraba no hesitaba ni un segundo, no se movía un milímetro de su objetivo.

Jin quería intervenir pero sabía que no le correspondía y con la relación que tenía él con Jungkook podría empeorarse todo si él acogía mal sus palabras y le daba una respuesta que no sería de su agrado. No se iba a quedar callado y aquello terminaría siendo una maldita de perros rabiosos, entonces uno de ellos iba a terminar mordiendo a alguien.

— Kook... — Volvió a musitar Taehyung tocando su mano.

— Estoy hablando con Minjae Taehyung, él es un hombre adulto con gustos de adulto también, por ende está apto y en plena capacidad para responder mis palabras. ¿No es así, Kim Minjae?

— Ah, s-sí... Y-Yo... — No podía organizar correctamente sus palabras, no estaba haciendo nada malo pero aquel hombre lo miraba como si pudiera matarlo en cualquier momento. Entendía que no estaría feliz de ver al hombre que vio follando con su pareja, pero aún así... — Iba pasando y...

— Minjae solamente se acercó para hablar y saludar Jungkook, deja de mirarlo así. — El último mencionado lo miró y Tae no pudo evitar tragar saliva. ¿Por qué estaba tan molesto?

Jin miraba a la pareja de su mejor amigo con cierto asombro y preocupación. Nunca lo había visto así, con la mirada tan oscurecida y fría, incluso en el instante que miró a Taehyung. Siempre parecía un enamorado corderillo a merced de su amigo pero ahora, todas las expresiones corporales de su cuerpo le decían que definitivamente ese no era el rarito que siempre veía.

— ¡Acompáñame! — Exclamó en un tono bajo pero ronco e intimidante mientras miraba al último en llegar. — Ven conmigo por un momento. — Necesitaba hablar con él, de hombre a hombre donde no estuviera su pareja de testigo.

Nervioso y ansioso, Tae intentó interferir e impedir aquello pero una fuerte patada por debajo de la mesa, acompañada de la negación de su mejor amigo que le advertía que lo mejor era no intervenir con la mirada. Captó la señal y cerró sus labios antes de lograr decir nada. Vio como el padre de su hijo salía seguido de un tanto temeroso Minjae.

Caminaron hasta el estacionamiento, donde a pesar de estar atestado de coches había un gran silencio. Ninguno de los dos mencionó una sola palabra durante el trayecto pero una vez que se sentaron en el auto de Jungkook, los ojos de ambos parecían gritar.

Amor LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora